La facilidad con la que los niños pueden acceder a las redes sociales, pese a no tener la edad mínima legal, alerta a padres y educadores Deben conocer los peligros de internet
A. ASENSIO · Y. HUERTAS GRANADA
"¿Todos tenéis acceso a Instagram?" "Sííííí" "¿Cuántos tenéis más de 14 años?". Ninguno. El auditorio está lleno de chavales de 12 años, 120 alumnos del IES Manuel de Falla de Maracena que, implícitamente, reconocen haber mentido al abrirse un perfil en esta popular red social. Frente a ellos, tres agentes de la Guardia Civil, encargados de alertar, explicar y concienciar de que el móvil no es un juguete. Lo hacen en charlas que se organizan en los centros escolares de la provincia que lo demandan.
"Estáis incumpliendo la ley", les advierte Juan Carlos López, responsable de comunicación de la Guardia Civil. "¿Por qué no podéis tener acceso a una red social?", pregunta. Sólo un alumno responde. "Porque así saben muchas cosas de ti". Error. Tienen 12 años, edad a la que son inimputables. Las consecuencias de sus actos -en la vida real y en la virtual- son sus padres. "Imaginad que ponéis a parir a una profesora en una conversación de Whatsapp [se escucha un leve murmullo y alguna risita]. Ella se entera, denuncia y descubrimos quiénes habéis sido. Serán vuestros padres los que paguen la multa".
La Guardia Civil desgrana en estas charlas los delitos más comunes entre los jóvenes con acceso a internet -acoso, sexting, grooming-, en los que los menores son protagonistas en ocasiones como delincuentes pero también, por desgracia, como víctimas, sobre todo ellas. "Imaginad que vais por la calle, de paseo, ¿le daríais una foto vuestra a cualquiera?". Eso es lo que ocurre a diario, pero en lugar de en la calle, se comparte en las redes sociales o a través de aplicaciones de mensajería como Whatsapp. Es más, ahora está de moda que las menores manden fotos desnudas a los chicos con el fin de conquistarles. No existe conciencia del peligro y, además, se deja el camino libre para que cualquiera pueda acceder a su intimidad.
"Nuestra intención es abriros los ojos ". Desde la Guardia Civil se insiste en que la mejor manera de explicar a estos chicos la realidad y que son vulnerables es a través de ejemplos reales, de casos que se han investigado en la provincia de Granada. Enfrente, un auditorio expectante ante el relato de los casos investigados por los agentes de la Guardia Civil, pero poco consciente de que lo que allí se les cuenta les puede afectar. "Buscamos la empatía, que sean capaces de ponerse en el lugar del otro", explican las orientadoras del centro, Noemí Sánchez y Cristina Medina. Ambas explican que los alumnos ven incluso "justificable" que se insulte a través de un mensaje de móvil o en una red social. "El problema es que lo ven normal", insiste Sánchez, que destaca el papel de los orientadores en las aulas para ayudar a los alumnos a desarrollar valores sociales.
"Hace unos años, en Peligros, unas amigas, íntimas, que lo compartían todo, todo, se enamoraron del mismo chico", expone el responsable de la charla. Una de ellas, la despechada, que tenía las contraseñas de Facebook de la otra, tuvo la idea de colgar en el perfil de su otrora amiga una foto de una mujer desnuda y un mensaje. "Me acuesto con cualquiera por 20 euros". Tuvo el detalle de dejar también los teléfonos de la menor, tanto el fijo como el móvil. Tras la primera llamada demandando los servicios sexuales de su hija, la madre de la chica denunció los hechos ante la Guardia Civil. La investigación condujo al domicilio de la responsable de colgar la foto y el mensaje. Se le imputaron, a ella y a una tercera amiga, los delitos de usurpación de identidad y atentad contra la integridad moral.
"¿Sabéis lo que es un pederasta?". Tres jóvenes granadinas fueron víctimas de un acosador que actuaba desde Vigo. La investigación reveló que había chantajeado a trece menores para que le facilitaran vídeos y fotos de contenido sexual. Para ello se hacía pasar por una chica de 14 años. "Una vez que consiguen la primera fotografía, comienzan las amenazas y la extorsión". Desde ese momento hasta que los padres denuncian pueden pasar "meses, meses de infierno y sufrimiento". Las señales que suelen alertar a los padres son malas notas, no querer salir, distanciarse de las amistades o pérdida del apetito. "Tienen tanto miedo al acosador como a que se sepa que están siendo acosadas". Ante esta situación, dos consejos, no borrar las conversaciones, que pueden servir de prueba, y poner en conocimiento de las autoridades lo que está pasando. "Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional tienen un formulario en sus webs, anónimo, para que se puedan investigar estos casos".
En la Policía Nacional, los encargados de impartir estas charlas son los agentes de Participación Ciudadana. Como explica el inspector Francisco Cuéllar, las charlas están dirigidas a alumnos, pero también a padres y profesores. "En Granada capital hemos mantenido en lo que va de curso 71 reuniones con equipos directivos de los centros educativos y hemos impartido ya 26 charlas a alumnos", precisa, al tiempo que destaca que hay previstas otras 166 charlas. Y eso sólo en Granada capital. "Como en cursos anteriores, prácticamente la totalidad de días lectivos impartimos charlas", añade. Las más demandadas, como revela, son las referidas a los riesgos de Internet, seguidas del acoso escolar, las drogas y la violencia de género.
Una vez en el aula, los chicos y chicas disparan sus preguntas y la mayoría de los interrogantes giran en torno "a las redes sociales, el whatsapp y la profesión de Policía". También preguntan los adolescentes sobre los riesgos de subir fotos en Internet y el modus operandi de los pederastas.
Tanto Policía como Guardia Civil son conscientes de que los menores son una presa fácil en la red, "Como colectivo vulnerable que son en la vida real, lo son igualmente en el mundo virtual. De ahí la importancia del esfuerzo dedicado por la Policía en esta faceta de la seguridad que afecta o puede afectar a los niños. Los padres y docentes han de tener un papel fundamental y estar alerta en los peligros que les puedan acechar a sus hijos", señala Francisco Cuéllar.
Sobre la efectividad de las charlas, el inspector evoca una frase de Nelson Mandela: "La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo". Es crucial, como enfatiza, dar información a los alumnos sobre los diversos riesgos que se pueden derivar del uso de las nuevas tecnologías, así como del consumo de estupefacientes. "Qué duda cabe que la prevención y la información son fundamentales en todos los ámbitos de la vida, y concretamente en las problemáticas que aborda el Plan Director, y lógicamente en fases tempranas de socialización de los alumnos".
Tanto los agentes del Instituto Armado como de la Policía aprovechan estos encuentros con los chavales para, además de información, facilitarles herramientas que les sean de utilidad para una convivencia adecuada en el alumnado.
"Estáis incumpliendo la ley", les advierte Juan Carlos López, responsable de comunicación de la Guardia Civil. "¿Por qué no podéis tener acceso a una red social?", pregunta. Sólo un alumno responde. "Porque así saben muchas cosas de ti". Error. Tienen 12 años, edad a la que son inimputables. Las consecuencias de sus actos -en la vida real y en la virtual- son sus padres. "Imaginad que ponéis a parir a una profesora en una conversación de Whatsapp [se escucha un leve murmullo y alguna risita]. Ella se entera, denuncia y descubrimos quiénes habéis sido. Serán vuestros padres los que paguen la multa".
La Guardia Civil desgrana en estas charlas los delitos más comunes entre los jóvenes con acceso a internet -acoso, sexting, grooming-, en los que los menores son protagonistas en ocasiones como delincuentes pero también, por desgracia, como víctimas, sobre todo ellas. "Imaginad que vais por la calle, de paseo, ¿le daríais una foto vuestra a cualquiera?". Eso es lo que ocurre a diario, pero en lugar de en la calle, se comparte en las redes sociales o a través de aplicaciones de mensajería como Whatsapp. Es más, ahora está de moda que las menores manden fotos desnudas a los chicos con el fin de conquistarles. No existe conciencia del peligro y, además, se deja el camino libre para que cualquiera pueda acceder a su intimidad.
"Nuestra intención es abriros los ojos ". Desde la Guardia Civil se insiste en que la mejor manera de explicar a estos chicos la realidad y que son vulnerables es a través de ejemplos reales, de casos que se han investigado en la provincia de Granada. Enfrente, un auditorio expectante ante el relato de los casos investigados por los agentes de la Guardia Civil, pero poco consciente de que lo que allí se les cuenta les puede afectar. "Buscamos la empatía, que sean capaces de ponerse en el lugar del otro", explican las orientadoras del centro, Noemí Sánchez y Cristina Medina. Ambas explican que los alumnos ven incluso "justificable" que se insulte a través de un mensaje de móvil o en una red social. "El problema es que lo ven normal", insiste Sánchez, que destaca el papel de los orientadores en las aulas para ayudar a los alumnos a desarrollar valores sociales.
"Hace unos años, en Peligros, unas amigas, íntimas, que lo compartían todo, todo, se enamoraron del mismo chico", expone el responsable de la charla. Una de ellas, la despechada, que tenía las contraseñas de Facebook de la otra, tuvo la idea de colgar en el perfil de su otrora amiga una foto de una mujer desnuda y un mensaje. "Me acuesto con cualquiera por 20 euros". Tuvo el detalle de dejar también los teléfonos de la menor, tanto el fijo como el móvil. Tras la primera llamada demandando los servicios sexuales de su hija, la madre de la chica denunció los hechos ante la Guardia Civil. La investigación condujo al domicilio de la responsable de colgar la foto y el mensaje. Se le imputaron, a ella y a una tercera amiga, los delitos de usurpación de identidad y atentad contra la integridad moral.
"¿Sabéis lo que es un pederasta?". Tres jóvenes granadinas fueron víctimas de un acosador que actuaba desde Vigo. La investigación reveló que había chantajeado a trece menores para que le facilitaran vídeos y fotos de contenido sexual. Para ello se hacía pasar por una chica de 14 años. "Una vez que consiguen la primera fotografía, comienzan las amenazas y la extorsión". Desde ese momento hasta que los padres denuncian pueden pasar "meses, meses de infierno y sufrimiento". Las señales que suelen alertar a los padres son malas notas, no querer salir, distanciarse de las amistades o pérdida del apetito. "Tienen tanto miedo al acosador como a que se sepa que están siendo acosadas". Ante esta situación, dos consejos, no borrar las conversaciones, que pueden servir de prueba, y poner en conocimiento de las autoridades lo que está pasando. "Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional tienen un formulario en sus webs, anónimo, para que se puedan investigar estos casos".
En la Policía Nacional, los encargados de impartir estas charlas son los agentes de Participación Ciudadana. Como explica el inspector Francisco Cuéllar, las charlas están dirigidas a alumnos, pero también a padres y profesores. "En Granada capital hemos mantenido en lo que va de curso 71 reuniones con equipos directivos de los centros educativos y hemos impartido ya 26 charlas a alumnos", precisa, al tiempo que destaca que hay previstas otras 166 charlas. Y eso sólo en Granada capital. "Como en cursos anteriores, prácticamente la totalidad de días lectivos impartimos charlas", añade. Las más demandadas, como revela, son las referidas a los riesgos de Internet, seguidas del acoso escolar, las drogas y la violencia de género.
Una vez en el aula, los chicos y chicas disparan sus preguntas y la mayoría de los interrogantes giran en torno "a las redes sociales, el whatsapp y la profesión de Policía". También preguntan los adolescentes sobre los riesgos de subir fotos en Internet y el modus operandi de los pederastas.
Tanto Policía como Guardia Civil son conscientes de que los menores son una presa fácil en la red, "Como colectivo vulnerable que son en la vida real, lo son igualmente en el mundo virtual. De ahí la importancia del esfuerzo dedicado por la Policía en esta faceta de la seguridad que afecta o puede afectar a los niños. Los padres y docentes han de tener un papel fundamental y estar alerta en los peligros que les puedan acechar a sus hijos", señala Francisco Cuéllar.
Sobre la efectividad de las charlas, el inspector evoca una frase de Nelson Mandela: "La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo". Es crucial, como enfatiza, dar información a los alumnos sobre los diversos riesgos que se pueden derivar del uso de las nuevas tecnologías, así como del consumo de estupefacientes. "Qué duda cabe que la prevención y la información son fundamentales en todos los ámbitos de la vida, y concretamente en las problemáticas que aborda el Plan Director, y lógicamente en fases tempranas de socialización de los alumnos".
Tanto los agentes del Instituto Armado como de la Policía aprovechan estos encuentros con los chavales para, además de información, facilitarles herramientas que les sean de utilidad para una convivencia adecuada en el alumnado.
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