sábado, 24 de octubre de 2015

Negra noche gramadahoy.com

ENRIQUE NOVI 
Como en todas partes, y aún más en esta Granada nuestra, cuna de la legendaria y eterna mala follá, tiene que haber un desgraciao que venga a ponerle pegas a lo que al resto se les antoja maravillosa iniciativa, y aprovechando que uno ya se ha labrado su merecida fama de aguafiestas al que todo le cae mal, dedicaré esta columna que tan graciosamente me cede este grupo editorial para decir lo que pienso de La Noche en Blanco, del oportunismo de los que se apuntan a un bombardeo y de los 'valores' de algunos de nuestros mandamases. Porque lo que a uno le parece bacía de barbero me parece a mí el yelmo de Mambrino, y a otro le parecerá otra cosa. Una cosa es la reforma y otra la ruptura; una dar prioridad al objetivo de déficit y otra dársela a los derechos humanos; una cosa es que condenen a un banquero a dos años de cárcel por apropiación indebida (hay que ver con qué finura se puede llegar a robar), y otra muy distinta es entrar en prisión (cuando la condena no supera los dos años y no hay antecedentes). Una cosa es cantar que los bancos caerán y vaticinar que arderán los ladrones, y otra diferente es ser un antisistema. 

Esta Noche en Blanco que esparce conciertos y actuaciones por todos los rincones de la ciudad, cuenta con la colaboración de todas las administraciones, como indicó durante su presentación el concejal de Cultura, Juan García Montero, "para fomentar la Marca Granada", apostilló. A algunos lo de rebajar el nombre de 'Granada' o de 'España' a la categoría de 'marca', como si no hubiera una mejor consideración que esa, nos parece un oprobio, una mercantilización de lo que no debería mercantilizarse. Pero qué sabremos nosotros de los mecanismos del capitalismo, si no creemos en él. 

Lo cierto es que deberíamos cerrar la boca los que no entendemos nada. Porque tampoco entendemos muchos que otra de las características que han destacado los representantes de las instituciones que se suman a la iniciativa, en este caso la delegada de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Granada, Ana Gámez, es "la apuesta por una cultura gratuita". Pensábamos que había quedado acreditado hace muchos años que promover una cultura gratuita era el camino más corto para obtener una cultura desvalorizada, una cultura sin valor, una subcultura. Eduquen a sus hijos y estos pagarán por la cultura. Las ciudades europeas que destacan por la calidad de su oferta cultural han conseguido esa consideración promoviendo sin alardes la oferta privada permanente, cuidando a los agentes que la posibilitan, sin interferir en el justo precio que han de tener y no con fuegos artificiales cuyo impacto dura lo que tardan en apagarse.

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