jueves, 1 de octubre de 2015

ELHUFFINGTONPOST


Geógrafo - climatólogo

El 23 de septiembre finalizó el verano en el hemisferio norte, según los datos astronómicos, y no cabe duda de que será un verano difícil de olvidar. Hemos pasado un mes de junio muy cálido, el sexto mes de junio más cálido desde 1961.
Julio se convirtió en un mes infernal en muchas zonas de España donde se batieron récords absolutos de temperatura para muchas ciudades, por encima de los 45ºC, y con una sucesión de noches cálidas o muy cálidas que hacían imposible conciliar el sueño; un fenómeno de tropicalidad nocturna, es decir, cuando la temperatura mínima no cae por debajo de 22ºC.
Julio se convirtió en un mes "extremadamente cálido", con 2,5ºC por encima de la media, lo que hizo que pasara a ser el mes de julio más cálido de la serie histórica, es decir, desde que se tienen registros. Para más señas, este mes superó a agosto de 2003, que ostentaba el récord absoluto de temperatura mensual, y que fue un verano mortal para miles de personas que perdieron la vida a causa del calor por toda Europa.
Agosto, por suerte, fue más fresco que los meses precedentes, pero aun así la temperatura media de ese mes estuvo 0,5ºC por encima de la media, lo que lo convirtió en un mes "más cálido de lo normal". De esta forma, el conjunto de todos los meses de verano han hecho que este 2015 hayamos tenido el segundo más cálido de la serie histórica. ¡Ahí es nada!
Sequía en el campo. Fuente: IPCC
Cada año sufrimos peores olas de calor, más continuas, duraderas e intensas, y las precipitaciones disminuyen en muchos puntos, provocando verdaderas situaciones de escasez hídrica. Los modelos y las previsiones de cambio climático se van cumpliendo, y los vivimos en estos veranos sumamente calurosos. Los años cada vez van siendo más cálidos, y año a año, se superan los récords. Tenemos una situación complicada.
Conocidos estos datos para nuestro país, y ahora que acaba de empezar la primavera en el hemisferio sur, y dentro de unos meses entrarán en verano, la situación no pinta nada bien en algunas zonas. Actualmente, la costa pacífica sudamericana se prepara para un fenómeno El Niño muy fuerte.
Este acontecimiento oceánico y atmosférico se caracteriza por la llegada de una masa de agua muy cálida a las costas de Chile y Perú que emana gran cantidad de vapor, y por tanto, se forman grandes tormentas, aguaceros e inundaciones; este fenómeno natural parece que se mostrará con más virulencia que el del año 1997-98, que ya se considera de por sí el peor de la historia.
Algunos estudios sobre el cambio climático ya hablan de todas estas consecuencias provocadas por un cambio climático que los seres humanos estamos provocando al emitir miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y los peores escenarios se están cumpliendo día a día ante nosotros, mientras la política no acaba de tomar conciencia de este problema y plantear una solución real al mismo.
Este año, entre el 30 de noviembre y el 10 de diciembre, se celebra la Cumbre del Clima en París (COP21), donde debería forjarse un compromiso internacional de reducción de emisiones y una lucha contra el cambio climático, pero las negociaciones no dan muchas esperanzas.
Hay que tomar conciencia de este problema que pone en juego nuestras vidas, los ecosistemas, la biodiversidad, la agricultura... Y sólo con un compromiso verdadero podremos ayudar a controlar nuestro clima.
Si no, los veranos extremadamente calurosos como éste que hemos pasado serán algo normal, y será cuando nos daremos cuenta de que el verdadero bochorno, es el de nuestros políticos sin plantar una solución.

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