No existe una línea argumental para la concesión porque los avances que se han premiado contienen una gran diversidad.
Desde la creación del Nobel de economía se ha otorgado el premio tanto a contribuciones teóricas como a las políticas económicas que se derivan de las mismas. No existe una línea argumental para la concesión porque los avances que se han premiado contienen una gran diversidad. Se han reconocido las contribuciones a la Teoría del Equilibrio General, que han permitido dotar de una mayor robustez a los modelos económicos. Samuelson, Arrow y Hicks son economistas de este tipo de investigaciones.
Muchos premios han recaído en el área de la macroeconomía. Friedman, por sus contribuciones a la teoría monetaria y a la teoría del consumo, Modigliani, por los modelos sobre comportamiento del consumo y del sector financiero; Tobin, por sus aportaciones a las interrelaciones de las variables más importantes: consumo, ahorro, producción y mercados monetarios; o Mundell, por haber culminado modelos macroeconómicos abiertos; son representantes de esta área de la economía. Las expectativas racionales introducidas en los modelos macro por Robert Lucas han tenido una poderosa influencia sobre todos los trabajos posteriores.
Phelps ha mejorado el entendimiento de la relación entre precios y actividad económica, así como los trabajos de Solow, que han definido la moderna Teoría del Crecimiento Económico. En el ámbito microeconómico, los trabajos de Stigler nos descubrieron la estructura de los diferentes sectores económicos, el funcionamiento de los mercados y los efectos de la regulación pública. Más recientemente, los modelos de reacción de los agentes y de funcionamiento de los mercados con información asimétrica por Akerlof y Stiglitz han arrojado mucha luz sobre los comportamientos, en ocasiones paradójicos, de los agentes económicos.
Las contribuciones de Hurwicz -con quien, en Minnesota, se han formado muchos economistas españoles- han permitido un mejor conocimiento de los incentivos de los agentes económicos. No sin dificultades y, en ocasiones, con conclusiones aparentemente contradictorias, la economía financiera también ha sido premiada con el Nobel. Markowitz y otros desarrollaron la Teoría de Cartera. Merton y Scholes la formación de precios de los instrumentos derivados.
Pero la Academia Sueca ha premiado también trabajos interdisciplinares. Los de Becker son un híbrido entre economía y sociología. Los de Coase, entre economía y derecho. Los de Kuznets, North y Fogel, de economía e historia. Los de Sen, de economía y filosofía. Los de Hayek y Myrdal, de economía y procesos políticos. En fin, Kahneman ha incorporado avances irreversibles en psicología al análisis económico. Desde el punto de vista metodológico se han premiado a numerosos económetras, desarrolladores de la Teoría de Juegos o a Leontief por su análisis input-output.
El premiado este año, Angus Deaton, ha realizado contribuciones en distintos campos. Pero nos gustaría destacar los avances para diseñar e implementar las políticas de ayuda al desarrollo en países atrasados, incorporando técnicas novedosas de análisis y de políticas, y del funcionamiento de las instituciones para ofrecer una ayuda más eficaz a los países de las áreas menos desarrolladas. Se ha premiado a la economía, pero también a la política y a la filosofía.
Muchos premios han recaído en el área de la macroeconomía. Friedman, por sus contribuciones a la teoría monetaria y a la teoría del consumo, Modigliani, por los modelos sobre comportamiento del consumo y del sector financiero; Tobin, por sus aportaciones a las interrelaciones de las variables más importantes: consumo, ahorro, producción y mercados monetarios; o Mundell, por haber culminado modelos macroeconómicos abiertos; son representantes de esta área de la economía. Las expectativas racionales introducidas en los modelos macro por Robert Lucas han tenido una poderosa influencia sobre todos los trabajos posteriores.
Phelps ha mejorado el entendimiento de la relación entre precios y actividad económica, así como los trabajos de Solow, que han definido la moderna Teoría del Crecimiento Económico. En el ámbito microeconómico, los trabajos de Stigler nos descubrieron la estructura de los diferentes sectores económicos, el funcionamiento de los mercados y los efectos de la regulación pública. Más recientemente, los modelos de reacción de los agentes y de funcionamiento de los mercados con información asimétrica por Akerlof y Stiglitz han arrojado mucha luz sobre los comportamientos, en ocasiones paradójicos, de los agentes económicos.
Las contribuciones de Hurwicz -con quien, en Minnesota, se han formado muchos economistas españoles- han permitido un mejor conocimiento de los incentivos de los agentes económicos. No sin dificultades y, en ocasiones, con conclusiones aparentemente contradictorias, la economía financiera también ha sido premiada con el Nobel. Markowitz y otros desarrollaron la Teoría de Cartera. Merton y Scholes la formación de precios de los instrumentos derivados.
Pero la Academia Sueca ha premiado también trabajos interdisciplinares. Los de Becker son un híbrido entre economía y sociología. Los de Coase, entre economía y derecho. Los de Kuznets, North y Fogel, de economía e historia. Los de Sen, de economía y filosofía. Los de Hayek y Myrdal, de economía y procesos políticos. En fin, Kahneman ha incorporado avances irreversibles en psicología al análisis económico. Desde el punto de vista metodológico se han premiado a numerosos económetras, desarrolladores de la Teoría de Juegos o a Leontief por su análisis input-output.
El premiado este año, Angus Deaton, ha realizado contribuciones en distintos campos. Pero nos gustaría destacar los avances para diseñar e implementar las políticas de ayuda al desarrollo en países atrasados, incorporando técnicas novedosas de análisis y de políticas, y del funcionamiento de las instituciones para ofrecer una ayuda más eficaz a los países de las áreas menos desarrolladas. Se ha premiado a la economía, pero también a la política y a la filosofía.
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