La renta mediana de los hogares en España se redujo un 18% durante la crisis, al pasar los 27.700 euros en 2008 a los 22.700 euros en 2014, al tiempo que la riqueza mediana disminuyó un 37,3%, pasando de los 190.400 euros en el inicio de la crisis a los 119.400 euros en 2014.
Así se extrae de la Encuesta Financiera de las Familias (EFF), publicada este martes por el Banco de España, que refleja que la renta media de las familias al inicio de la crisis era de 36.100 euros, mientras que tras los años de recesión disminuyó un 15,8%, hasta los 30.400 euros en 2014.
Asimismo, la riqueza media de los hogares españoles pasó de los 305.700 euros en el año 2008 a los 245.600 euros en 2014, con lo que el retroceso durante los principales años de la crisis fue del 19,7%.
Respecto a la anterior oleada, correspondiente al año 2011, la renta bruta mediana de las familias en España se situó en 22.700 euros en 2014, lo que supone una reducción del 9,7% respecto a 2011, con caídas generalizadas para casi todos los grupos.
Por tipos de hogares, la renta aumenta con el nivel de educación, siendo sustancialmente mayor para los hogares cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios, y por situación laborales, los hogares en los cuales el cabeza de familia trabaja por cuenta ajena son los que tienen rentas medias más altas.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha explicado que este dato supone una diferencia respecto a las ediciones anteriores de la encuesta, ya que las rentas medias más altas correspondían a los hogares cuyo cabeza de familia era un empleado por cuenta propia.
Por nivel de renta, se registraron caídas a lo largo de toda la distribución, siendo mayores a medida que aumenta la renta. Para las rentas laborales, se observó también una disminución en todo el periodo pero sin diferencias acusadas entre los grupos de renta.
Por grupos de edad, se acumuló un descenso generalizado, sobre todo para los más jóvenes (-22,5%), y solo vieron aumentar su renta mediana en 2014 los hogares mayores de 64 años.
En lo que respecta a la situación laboral, se registró una caída de la renta para los asalariados (-8,3%) y, de forma acusada, para los trabajadores por cuenta propia (-11,6%), e inactivos o parados (-11,6%), mientras que creció para los jubilados (+11,3%).
En cuanto a la riqueza mediana, se situó en los 119.400 euros en el año 2014, lo que supuso una caída del 22,1% respecto a la anterior ola del año 2011, con disminuciones generalizadas, excepto para los hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 65 y 74 años (+5,6%) y los hogares de más renta (+4,3%).
Las caídas más acusadas las experimentaron los hogares más jóvenes, con un retroceso del 93% entre aquellos de menos de 35 años, y los hogares de menor nivel de riqueza, con un retroceso del 92,2%.
Por el contrario, la riqueza aumentó con la renta, con la edad hasta la jubilación y con el nivel educativo, siendo mayor para los hogares cuyo cabeza de familia es empleado por cuenta propia.
La encuesta también refleja que el 1% más rico, en términos de renta, tenían el 9,04% del total de la renta en 2011, si bien este peso habría caído al 7,73% en 2014, por lo que se extrae la conclusión de que disminuye la desigualdad en términos de renta en España.
Sin embargo, el 1% más rico, medido en términos de riqueza neta, tenía el 16,87% del total de la riqueza de España en 2011 y lo incrementó cuatro punto porcentuales, hasta el 20,23% en 2014.
Por su parte, la riqueza media del colectivo más pobre perdió un 50% de su riqueza entre 2008 y 2014, pasando de 117.800 euros a 59.800 euros, mientras que el descenso entre los más ricos fue menor, del 15%.
En 2014, el 98,4% de las familias poseía algún activo real o financiero. Los activos reales, referidos a la vivienda principal, otras propiedades inmobiliarias, negocios por cuenta propia, joyas u obras de arte representaban el 80,2% del valor de los activos totales, siendo la vivienda el activo más importante (46%), aunque perdió peso en favor de otras propiedades inmobiliarias y los negocios para los niveles de renta más elevados.
De hecho, el peso de la vivienda principal en la composición de la riqueza de los hogares pasó del 51,2% en 2011 al 46% del total de los activos en 2014, especialmente para los hogares más jóvenes.
En cualquier caso, el 80,4% de los hogares en 2014 era propietario de su vivienda principal, frente al 82,7% de 2011. Para los propietarios de su vivienda, el valor mediano de la misma cayó un 19% respecto a 2011.
Además, el 39,8% de los hogares era propietario de activos inmobiliarios en 2014 que no eran su vivienda principal, más de tres puntos porcentuales más respecto a 2011. El 28% poseía una vivienda que no es su vivienda principal y el 11,1% de los hogares tenía en 2014 negocios por cuenta propia.
A su vez, el 40,4% de las familias poseía en 2014 algún activo financiero, excluyendo cuentas bancarias, y los activos financieros representaban el 19,8% del valor de los activos totales.
En cuanto a la deuda, la del conjunto de los hogares representaba en 2014 un 12,5% del valor total de sus activos, con un importe mediano de la deuda pendiente de 45.000 euros, lo que supone un incremento del 0,6% respecto a la anterior oleada.
El 68,6% de la deuda estaba motivada por la compra de la vivienda principal, siendo un porcentaje mayor en la parte baja de la distribución de la riqueza y un 5,6% superior respecto a 2011, mientras que el 19,2% estaba motivada por la compra de otras propiedades inmobiliarias.
Respecto a 2011, el incremento en el endeudamiento fue más importante para los hogares en el tramo inferior de la distribución de la renta.
La proporción de los hogares con deuda es menor en el tramo inferior de la distribución de la renta (27,5%), jubilados (21,4%) y mayores de 64 años, y es mayor entre 35 y 44 años (76,2%). Por el contrario, cae de forma notable el porcentaje de hogares menores de 35 años que tiene deuda, tanto en el caso de algún tipo de deuda (-24,3%), para la deuda por compra de vivienda principal (-19%) y para crédito personal (-12,8%).
Por último, la proporción de hogares que destinan más del 40% de su renta bruta al pago de sus deudas era en 2014 de un 14,2% de las familias endeudadas, un 0,8% más que en 2011, mientras que el total de hogares fue del 6,9%.
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