TRIBUNA
MIGUEL ÁNGEL HEREDIA DÍAZ
Secretario General del Grupo Parlamentario Socialista en Cortes Generales
El PP intentó vender la implantación del copago como una manera de racionalizar el gasto. Los datos demostraron la falsedad del planteamiento
La salud no admite copagos |
El presidente del Gobierno, la vicepresidenta y el ministro de Economía (por poner sólo tres ejemplos) insistieron hasta la saciedad en que el rescate bancario que aplicó el Gobierno no iba a costar "ni un céntimo a los españoles".
Ahora, el Tribunal de Cuentas no sólo afirma que hubo rescate (cosa que hasta llegaron a negar los dirigentes del PP), sino que señala que ha tenido un coste para los españoles de 60.718 millones de euros. Los socialistas denunciamos el rescate y pusimos en marcha toda una serie de iniciativas parlamentarias para destapar la farsa de que "nos iba a salir gratis".
Pero, en parte, consiguieron convencer a una parte de la población con sus rotundas afirmaciones. Ahora la realidad demuestra que llevábamos razón. Hechos probados y mentiras descubiertas por el propio Tribunal de Cuentas.
Ahora, la ministra de Sanidad anuncia un nuevo copago farmacéutico que afectaría a los pensionistas. Ante el escándalo que provocó conocer las intenciones del Gobierno, intentaron negar que fuera a aplicarse de momento. Pero no han tenido más remedio que reconocer que lo van a someter a estudio.
Para que no pase como con el rescate y, ante la posibilidad de que el Gobierno quiera aplicar un nuevo medicamentazo a los pensionistas, los socialistas queremos dejar clara nuestra posición para que nadie se lleve a engaño. No queremos jugar con la salud de nadie, pero no vamos a permitir que lo haga, una vez más, el Gobierno del PP.
Por eso, ya le decimos al Gobierno con toda claridad que, igual que nos opusimos a que los pensionistas tuvieran que pagar por sus medicinas cuando lo impuso en 2012, nos vamos a oponer con todas nuestras fuerzas a una nueva subida que supone castigar más a un colectivo al que ha afectado sobremanera la crisis y al que Rajoy ha perjudicado aún más desde el Gobierno.
El PP intentó vender en su día la implantación del copago como una manera de racionalizar el gasto farmacéutico. Los datos han demostrado la falsedad del planteamiento: no se ha frenado el posible despilfarro, pero sí que ha provocado que gente necesitada de tomar una medicación haya dejado de hacerlo porque no tiene dinero para pagarla.
Y con ello, además de acrecentar sus problemas de salud, se aumentan los costes para el sistema por los cuidados y atención que la sanidad pública debe dedicar a estos pacientes ante las consecuencias que el abandono de la medicación está provocando en su salud.
No lo digo yo. Lo denuncia la Sociedad Española de Medicina General al demostrar que un 15% de los pacientes crónicos, muchos de ellos pensionistas, no compraban las medicinas que necesitaban porque no tenían dinero para pagarlas.
Pareciera que el Gobierno está intentando ahorrarse dinero a costa de la salud de los pensionistas. Lo cierto es que ni siquiera ahorra dinero, pero sí empeora la salud y obliga a correr riesgos a nuestros mayores. Por eso, donde gobernamos, hacemos frente a esa gran injusticia.
La Junta de Andalucía, por ejemplo, ha evitado que los pensionistas de la comunidad tengan que adelantar dinero para la compra de medicamentos desde que Rajoy la impusiera en 2012. De esta medida se han beneficiado millón y medio de pensionistas que, si por el PP fuera, habrían tenido que adelantar más de 152 millones de euros.
Pero, al tiempo que exigía a los pensionistas el pago de los medicamentos con la excusa del ahorro, perseguía a la Junta de Andalucía cuando intentaba aplicar verdaderas medidas de ahorro y de racionalización del gasto mediante, por ejemplo, la subasta de medicamentos.
Los datos demuestran que la Junta les ha ahorrado a los andaluces más de 413 millones de euros con una medida que el PP ha intentado por todos los medios que no pudiera seguir aplicándose.
El Gobierno se ha empeñado en que todos los ciudadanos paguemos el rescate a los bancos y ha olvidado rescatar a los ciudadanos que están sufriendo las consecuencias de la crisis.
Ahora pretende apretar más el cinturón de los pensionistas obligándoles a pagar aún más por sus medicinas. Nos opondremos a ello y demostraremos que, igual que era falsa la gratuidad del rescate bancario, limitar el acceso a las medicinas a nuestros mayores no sólo no es rentable económicamente sino contraproducente. Y, sobre todo, es injusto socialmente aplicar copagos que afectan a la salud de un sector de la población que ya ha perdido poder adquisitivo por la crisis.
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