ANA GONZÁLEZ VERA
De aquí a 2022 Granada está llamada a dejar de ser la Cenicienta de las ciudades andaluzas. Tocada por la varita de los fondos europeos Feder con 15 millones de euros, la ciudad espera la llegada de esta lluvia de dinero para empezar a mudar la piel y transformarse en lo que se ha dado en llamar una smart city, esto es, una ciudad que utiliza la tecnología disponible para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Con un título más que elocuente ('De la tradición a la innovación'), el proyecto que le ha permitido a Granada alzarse con la copiosa millonada hace especial hincapié en tres ejes fundamentales: las nuevas tecnologías, la eficiencia energética y la rehabilitación patrimonial.
Pero el almibarado regalo con el que se despertó la capital el pasado 3 de octubre requiere todavía un esfuerzo más. Para poder recibir en las arcas municipales esos 15 millones de euros es fundamental que el Ayuntamiento ponga por delante una aportación de tres millones ya que el proyecto es cofinanciado. Este requisito es esencial si la capital quiere llevarse el montante total. De momento, en el borrador de presupuestos que el Ayuntamiento ha presentado a los grupos políticos, los tres millones de euros no aparecen por ningún lado. Dado que el proyecto incluye un periodo de ejecución de seis años, el Consistorio podría espaciar sus aportaciones a lo largo de este periodo, pero a los pocos días de comenzar 2017 no hay huellas de este dinero.
Pese a esta pequeña contrariedad que los grupos políticos deberán abordar con urgencia en los tres primeros meses de 2017, Granada ya tiene una oficina de gestión trabajando en todo el proceso administrativo previo para poder ingresar la cuantía en 2017 y ponerse a trabajar cuanto antes. Más le vale a los grupos políticos ponerse a trabajar en este tema, sobre todo teniendo en cuenta que la aportación europea es capaz de 'salvarle' el presupuesto al Ayuntamiento de Granada. Los trabajos preliminares se han acelerado desde que el pasado 12 de diciembre se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la resolución definitiva que garantiza la adjudicación de los fondos y la inclusión de Granada en el proyecto que, en España lleva el lema 'Una manera de hacer Europa'.
"Desde la oficina de gestión se está preparando ya la documentación inicial y el manual de procedimientos. De hecho hemos tenido varias reuniones con el Ministerio en Madrid para cumplimentar todos los trámites técnicos", apuntan desde la Agencia Albaicín, donde se gestiona el proyecto.
El proyecto Granada, de tradición a innovación es un documento de más de 170 páginas que ha recogido buena parte del exhaustivo trabajo que en 2015 realizó el Consejo Social para la elaboración de su plan estratégico. Dicho informe, que ponía los cimientos para diseñar la Granada de 2020, ha sido enriquecido con las aportaciones de los técnicos de la Agenda 21 Local, expertos en sostenibilidad urbana en Granada, y todo ello ha sido redactado por una consultora.
En esta ocasión, el proyecto para los fondos Edusi incluye seis objetivos: desarrollo de una estrategia de smart city, fomento de la movilidad urbana sostenible, implementación del plan de acción de eficiencia energética, rehabilitación del centro histórico y otras áreas urbanas dotadas de patrimonio cultural, regeneración integrada de espacios abandonados, reducción de la contaminación atmosférica y acústica, rehabilitación del barrio Zaidín-PTS y programa de innovación social del barrio del Albaicín.
La justificación del primero de los objetivos da buena parte de las claves que guían el proyecto. Dice así... "Granada cuenta con importantes fortalezas y oportunidades para convertirse en un referente a nivel nacional en este ámbito. El departamento de Ciencias de la Computación de la UGR es el mejor posicionado en el ranking académico de las universidades del mundo (ARWU)". Aunque el enunciado también aporta su dosis de realidad: "Sin embargo, la implantación de medidas en el municipio no se encuentran en un estado de madurez, sino que está en fase de concepción estratégica" y apunta la necesidad de atajar los problemas de contaminación atmosférica derivados de la alta densidad de vehículos que generan un doble impacto: ruidos y emisión de partículas en suspensión y gases. "Poder contar con un sistema de monitorización de los niveles de contaminación y ruido en el centro es clave para poder ofrecer información adecuada y tomar las medidas necesarias", apunta el informe.
El documento también aborda la movilidad en Granada reconociendo que más del 51% de las emisiones de CO2 de la ciudad proceden del tráfico. En esta línea se recuerda el compromiso de la ciudad al firmar el pacto de alcaldes en virtud del cual la ciudad debe reducir para 2020 en un 20% sus emisiones de C02. De momento, a falta de cuatro años para cumplir el plazo, la ciudad ha cumplido el 50% de los objetivos. Pero hay más, Granada ya ha asumido un reto para 2030 en el nuevo pacto de alcaldes (plan de acción por el clima y la energía sostenible, Paces) que prevé un arduo trabajo para que la ciudad se adapte al cambio del clima, algo que ya se da por hecho.
En cuanto al centro histórico, el informe reconoce que más allá de la Alhambra y el Generalife hay un patrimonio mucho más amplio que en ocasiones no se visita por la barrera estética que supone la degradación del centro histórico, por lo que propone un programa para rehabilitar y reutilizar edificios históricos. Capítulo aparte se lleva el Albaicín donde se propone, por valor de 1.775.000 euros, un amplio programa destinado a crear equipamientos, rehabilitar las zonas degradadas o poner en marcha programas de inserción laboral. Todo con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que, además, deben erigirse como protagonistas y asumir su parte de responsabilidad en una tarea que tiene que ser conjunta.
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