Periodista, especialista en Medio Ambiente
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Foto: Getty Images.
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Uno de los lobbies más potentes de este país, el de la caza, con ramificaciones en todos los ámbitos de poder, desde la banca a los gobiernos, ha dirigido sus ataques contra una de las mejores cabezas ambientalistas que ha tenido en estos últimos tiempos este país: la directora ejecutiva de la Sociedad Española de Ornitología, SEO Bird Life, Asunción Ruiz. Para los cazadores es inadmisible que la máxima responsable de la organización más importante de protección de las aves haga un trabajo de defensa que consideran "radical en los últimos años", según apuntan en un teletipo en el que han pedido la dimisión de Asunción Ruiz o su "cese inmediato".
La Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) asegura que el papel de SEO Bird Life con "continuos ataques al sector de la caza" tiene que ver con una corriente "radical animalista". Los cazadores no se dan cuenta de que, lejos de matar a tiros a los animales, la SEO apuesta por su observación y por convertir el respeto a los animales en una seña de identidad nacional que nos aleje de la España de escopetas de otros tiempos, en los que dictadores y señoritos salían a cazar por sus cotos, como retrata en tono de humor uno de los grandes del cine, Luis García Berlanga, en películas como La Escopeta Nacional, donde hace un ácido retrato de la España que el lobby de la caza quiere perpetuar sin injerencias ambientalistas.
"La SEO fue fundada por cazadores", apuntan indignados en el teletipo los promotores de la campaña contra la mujer animalista, en el que apuntan que los fines de la organización se han perdido.
¿Pero qué hay detrás de esta campaña contra la principal cabeza de la ornitología en España? Algo tan democrático y social como abrir un debate. Ese ha sido el pecado imperdonable, la radicalización que los cazadores no están dispuestos a perdonar a Asunción Ruíz. La SEO Bird Life ha abierto un proceso de reflexión entre sus socios y afines para que, a lo largo de este año 2017, la organización adopte una postura sobre la caza y determinen si ésta es compatible o no con la conservación en España. ¿Un debate sobre la caza? Inadmisible, han debido pensar en los ajados despachos cubiertos de caspa de otros tiempos de la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural; que sólo incluyó estas dos últimos conceptos para adaptarse a los tiempos modernos, porque sus siglas siguen apareciendo en los medios como ONC; un signo de que la "conservación" y el "desarrollo rural" se la traen al pairo.
Dice la ONC en su teletipo que la SEO busca "confundir a una sociedad alejada de la realidad de la gestión del medio natural, donde los cazadores y gestores cinegéticos tienen un papel clave en la conservación de la naturaleza". Sin duda, uno de los aspectos del debate que la SEO ha abierto. Pero los cazadores no quieren ni oír hablar de otras posturas ni realidades, como las matanzas indiscriminadas de lobos en el norte de España o imágenes vilipendiadas de cazadores que hacen en safaris africanos las barbaridades que en España no pueden, como sucedió con el anterior monarca matando elefantes o el mal chiste del Moranco que posaba sonriente frente a un hermoso felino abatido a tiros por él en un safari; algo que la sociedad española recriminó y castigó severamente en las redes sociales; tanto que, por primera vez, vimos a un rey de España pedir perdón.
Negar el debate y proponer la 'caza' contra quien pretende abrir una reflexión, un debate sobre la actividad cinegética y su papel en la conservación del medio natural, define a los líderes de la ONC.
Negar el debate y lanzar una campaña contra quien pretende abrir una reflexión define a los líderes de la ONC de este país. Antes que preocuparse por adaptar la actividad cinegética a los tiempos modernos, en los que puede que sean un eslabón esencial para determinados aspectos de la conservación, los cazadores prefieren pedir la cabeza de una de las mujeres más valientes que probablemente hayamos tenido en la esfera ambiental española.
Y en lo concreto, el lobby de la caza lanza esta campaña contra Asunción Ruiz aduciendo una "mala gestión de la Oficina de Anillamiento", ya que los cazadores han recuperado gran parte de esos marcadores. La pregunta que surge a cualquiera que escuche esa crítica es evidente: ¿cómo han recuperado esas anillas los cazadores? Tal vez eso es lo que debieran explicar.
Otra de las críticas con las que pretenden derribar a la "animalista de la SEO", como la llaman desde determinados sectores de los cazadores, es por emitir informes como el de Evaluación del concepto pequeñas cantidades, que daba datos incómodos para el lobby de la caza sobre la actividad del silvestrismo; o por defender la prohibición de la caza en Parques Nacionales, algo que formaría parte del debate que los cazadores quieren hurtarle a la sociedad española.
Por supuesto, el "lamentable funcionamiento de la entidad", que también apunta la ONC, contrasta frontalmente con la realidad de que la SEO Bird Life es una de las organizaciones ambientalistas más valoradas por la sociedad y por los profesionales de diferentes sectores ambientales (como el que suscribe este post).
Con todo, el llamamiento de la ONC es claro: si Ruiz no dimite, que sus socios "tomen cartas en el asunto de manera inmediata", dicen en el teletipo. Sin embargo, los socios de SEO Bird Life, lejos de entregarle -figuradamente hablando- la cabeza de Asunción Ruíz a los cazadores, es más que probable que con esta visceral campaña vean más claramente el instinto depredador de un lobby de otros tiempos, que debería caminar ya hacia su extinción definitiva si queremos dejar atrás el país de las persecuciones políticas, las matanzas a animales y la tan manida artimaña de matar al mensajero.
El efecto de esta maniobra de un lobby tratando de manipular una organización ambiental tendrá consecuencias, sin duda, pero no será el cese de Asunción Ruíz. Los cazadores han mostrado ya cómo son abriendo la veda contra quien se atreve siquiera a cuestionar sus inamovibles principios dogmáticos. Ahora le toca hablar a la gente. ¿Esta es la caza del siglo XXI?
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