El diagnóstico del hipotiroidismo es sencillo y basta con un análisis de sangre.
Alrededor del 10% de la población en nuestro país sufre alteraciones de la tiroides, pequeña glándula situada en la parte anterior del cuello debajo de lo que vulgarmente se conoce como 'nuez', si bien casi la mitad no lo sabe, según ha comentado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con motivo de la celebración de la Semana Internacional de la Tiroides. La enfermedad más frecuente es el hipotiroidismo, que acontece porque la glándula tiroides tiene dificultades para fabricar sus hormonas (la más importante la tiroxina), por tanto se fabrica menos o bien no fabrica nada.
"En la actualidad, en nuestro entorno la causa que puede producir un hipotiroidismo es un proceso que llamamos autoinmune, y el diagnóstico del hipotiroidismo es sencillo, basta con hacer un análisis de sangre, se analiza la tirotropina (TSH); pero el problema es que los síntomas pueden pasar desapercibidos y, por tanto, no se piensa en esta enfermedad", ha comentado el doctor del grupo de estudios del tiroides de la SEEN, Luis Vila. A juicio de este experto, habitualmente se suele asociar el hipotiroidismo con la ganancia de peso pero no siempre ocurre y no es el síntoma más importante ni el más evidente; sí lo son síntomas muy inespecíficos como cansancio, depresión, disminución de la memoria, piel seca, caída del cabello. "El médico debe saber ver de la manera más adecuada la oportunidad de analizar la TSH, ya que estos síntomas pueden estar asociados a un gran número de otras enfermedades", ha apostillado.
Ahora bien, el hipertiroidismo se da justo a la inversa: la glándula fabrica un exceso de hormonas. Esta situación suele ser mucho más evidente, los síntomas suelen ser más claros: pérdida de peso de una manera relevante, notar que el corazón se acelera de manera incontrolada y sin motivo aparente, insomnio, nerviosismo, mayor sudoración, entre otros síntomas.
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