- El 80% de la población sufre dolor lumbar en algún momento de su vida
- Ejercicio y buenos hábitos, claves
Varias personas hacen ejercicios para fortalecer la espalda. / M. H.
Cuidar la espalda es invertir en salud y en bienestar. Y no es fácil escapar a los dolores en esa parte del cuerpo. El estudio Episer de la Sociedad Española de Reumatología (SER) estima que en torno al 80% de la población los sufrirá en algún momento de su vida. Por eso, los expertos hacen dos recomendaciones básicas: ejercicio para fortalecerla y buenos hábitos posturales. Las molestias aparecen no siempre por trabajos duros, sino incluso por muchas horas delante de un ordenador en una postura inapropiada. "Aunque las causas de estos dolores pueden ser enfermedades degenerativas, traumatismos o golpes, en la mayoría de los casos provienen de malos hábitos y gestos o posturas inadecuadas", advierte el experto del Departamento Médico de Laboratorios Cinfa, Eduardo González.
Los problemas de espalda pueden aparecer de forma repentina o progresiva. A veces son llevaderos, pero otras resultan incapacitantes. De hecho, constituyen una de las principales causas de baja laboral en España y, según el informe anual del Sistema Nacional de Salud de 2013, el dolor lumbar es el problema de salud crónico más frecuente. "Si bien no se trata en general de una dolencia demasiado grave, puede resultar muy incapacitante y repercutir seriamente en nuestro día a día ya que nos impide realizar las acciones más cotidianas", asegura el experto de Cinfa.
Ninguna edad está a salvo del dolor de espalda, pero es más habitual entre los 40 y los 59 años. En personas mayores o con otras patologías asociadas, puede volverse un problema de salud crónico. Masajes, calor y fármacos prescritos por un médico pueden aliviar las molestias. Pero lo ideal es que no aparezcan o retrasar al máximo su aparición. Para ello González apunta una decena de consejos:
1.Realizar ejercicio a diario. Lo aconsejable es caminar, nadar y hacer ejercicios específicos para fortalecer la zona lumbar. Deben evitarse, por otro lado, los deportes que impliquen un sobreesfuerzo para la espalda.
2.Caminar de forma correcta y cómoda. Muchas personas cargan el peso de los hombros hacia delante y caminan encorvadas. Esa postura debe evitarse. Hay que andar bien erguidos y con la cabeza elevada. Los especialistas recomiendan además no abusar de los zapatos de tacón, no portar bolsos muy pesados ni aquellos que cargan el peso a un único lado del cuerpo.
3.Cuidar la espalda durante el sueño. El colchón no debe ser ni muy duro ni muy blando y la mejor postura es dormir boca arriba.
4.Vigilar el peso. Las personas con sobrepeso sufren mayor tensión en los músculos de la espalda. Por ello, tienen mayor predisposición a padecer dolencias lumbares. Mantener el peso adecuado es una forma de cuidar la espalda. En el caso de mujeres embarazadas, existen fajas específicas para aliviar las molestias.
5.Adoptar una postura correcta frente al ordenador. Es fundamental para evitar problemas cervicales. La parte superior de la pantalla debe estar a la altura de los ojos. La espalda debe mantenerse apoyada en el respaldo y los pies, en el suelo. Es conveniente adaptar la altura de la silla a las necesidades individuales y usar un reposapiés.
6.Doblar las rodillas para coger pesos. Lo ideal es no inclinar la espalda a la hora de recoger objetos pesados del suelo. En su lugar, lo correcto es flexionar las rodillas manteniendo la espalda recta y hacerlo despacio. En caso de que esos movimientos deban hacerse con frecuencia, es aconsejable utilizar una faja protectora.
7.Evitar los movimientos repetitivos. Porque recargan una zona concreta de la musculatura. Cuando no sea posible evitarlos, lo recomendable es realizarlos de forma correcta para que tengan el menor impacto posible. Además, deben hacerse descansos periódicos, estiramientos y cambios de postura.
8.Evitar el reposo total en la cama. En caso de sufrir dolor de espalda, la permanencia en la cama está recomendada únicamente al principio, cuando las molestias son muy intensas o mientras lo prescriba el médico. Y en ese caso, debe cambiarse de postura.
9.Aplicar calor cuando sea necesario. El dolor de espalda suele tener origen muscular y el calor ayuda a relajar la zona. Se puede aplicar varias veces al día en sesiones de veinte minutos. Los masajes suaves y los ultrasonidos también se recomiendan en algunos casos.
10.Consultar al médico o al farmacéutico. En cualquier caso, siempre se puede consultar al médico o al farmacéutico sobre los fármacos y tratamientos a seguir en caso de molestias o dolores.
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