TRIBUNA
Según la Comisión Europea, el desarrollo de la economía circular en Europa permitirá un crecimiento anual de la productividad de los recursos de un 3%
La economía de lo evitable |
Se celebra hoy el Día Mundial del Medio Ambiente y, como es habitual, son diversas las noticias en esta materia que se dan a conocer. Todas ellas, sin duda, necesarias y de máximo interés. Hablamos del entorno con el que interactuamos y del que dependemos como seres humanos. Pero dentro de esta batería de mensajes que nos llegan estos días, hay un enfoque de gran relevancia que entronca la concienciación medioambiental con la prosperidad de la economía y la sociedad. Una oportunidad de generación de riqueza y empleo.
Estamos en una fase inicial, pero tanto la coyuntura como las perspectivas señalan un camino que, de manera inexorable, muchas empresas deberán transitar. Cuando hablamos de economía circular no estamos ante una tendencia o moda pasajera. Se trata de un cambio de paradigma absoluto, que afecta de forma transversal a todas y cada una de las actividades de una compañía. Ello, a su vez, tendrá un impacto directo en los ciudadanos y el medio ambiente. Estamos transitando hacía un nuevo modelo económico.
La economía circular supone una alternativa al actual modelo de producción, basado en una cadena de valor lineal que genera residuos en todas las etapas, desde la extracción de materias primas hasta la generación de residuos. El modelo debe orientarse ahora hacia el objetivo de prolongar la vida de los materiales y los recursos tanto como sea posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos. En definitiva, hay que pasar de un sistema de extraer-usar-desechar hacia el concepto de residuo cero.
La pregunta que, llegados a este punto, se puede estar haciendo es: ¿y esto cómo me afecta? Como decía, estamos ante una nueva economía. Y ello se aplica directamente en nuestro día a día. Hablamos de consumo colaborativo, el internet de las cosas, servitización, nuevos modelos logísticos y de transporte, el uso energético, etc…. Pero sobre todo, de cambios que pueden generar prosperidad y empleo.
Diversos análisis ponen de relieve este potencial. El desarrollo de la economía circular en Europa, según informes de la Comisión Europea, permitirá un crecimiento anual de la productividad de los recursos de un 3%, lo que conllevaría un crecimiento económico primario de 0,6 trillones de euros anuales para 2030. Asimismo, los menores costes de operación y la necesidad de actividades más intensivas en mano de obra especializada supondrán un estímulo para el empleo.
En España, las perspectivas son particularmente optimistas, puesto que estamos ya dentro del grupo de países con una mayor productividad de los recursos junto con Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo e Italia. Según el Club de Roma, un escenario de mejora en la eficiencia en el uso de materiales en España permitiría la creación de hasta 200.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos años.
En Cosentino contamos con una trayectoria de más de 30 años de crecimiento empresarial comprometido con la sostenibilidad y la protección ambiental. Compromiso aún más reforzado en forma de inversiones realizadas en los últimos años, y en el que otra de nuestras apuestas fundamentales, la innovación constante, es vital. Y es que la innovación ha de ser el elemento clave en esta transición de modelo económico. Innovación traducida en el desarrollo de nuevas tecnologías, procesos y productos.
Seguramente, es en el campo de la creación de nuevos productos o soluciones donde mejor se ejemplifica la potencialidad de la economía circular. En nuestro caso, contamos con la serie Eco Line de Silestone, elaborada con al menos un 50% de materiales reciclados, o más recientemente con Dekton Trilium, cuyo porcentaje de material reciclado alcanza un 80%. Si bien, y siguiendo con Dekton como referencia, en algunos colores concretos, hemos logrado que el porcentaje de utilización de componentes reciclados y recuperados del proceso productivo sea ya del 100%.
Por todo ello, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, creemos que es necesario subrayar cómo las nuevas políticas en sostenibilidad van a transformar nuestro entorno directo. La economía circular supone un impulso para lograr una industria más innovadora, eficiente y competitiva, y en ello estaremos necesariamente involucrados todos. Se están poniendo ya las bases sobre las que se asienta otra forma de hacer las cosas, y esta revolución nos obligará a todos a actuar. Quizás, porque será la única forma de proceder, será el único camino sostenible. Hagamos que lo evitable no sea inevitable.
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