Las mujeres que padecen estrés presentan más del doble de probabilidades de ser catalogadas como infértiles
MERCEDES BARRUTIA
Una investigación publicada en la revista Human Reproduction asegura que las mujeres con altos niveles de alfa-amilasa, un indicador biológico del estrés medido en la saliva, presentan más del doble de probabilidades de cumplir con la definición clínica de infertilidad según informa la revista Jano. El estudio parte de un trabajo anterior que demostraba una asociación entre los altos niveles de estrés y una reducción de la probabilidad de embarazo.
El estrés es el responsable de muchas cosas, quizá de demasiadas. De la pérdida y de la ganancia de peso, de la pérdida del cabello, de los dolores de estómago, de la aparición de acné en la fase adulta, alteración de la visión… A esta interminable lista, a la que cualquiera podría sumarle una reacción, hay que añadirle una más: la imposibilidad de quedarse embarazada. Así de tajante se muestran un equipo de científicos de Reino Unido que acaban de demostrar que los nervios reducen hasta en un 30% la capacidad de procrear en las mujeres.
Courtney Denning-Johnson Lynch, directora de Epidemiología Reproductiva en el Centro Médico Wexner de la Universidad del Estado de Ohio, en Estados Unidos, afirma que “este es el segundo estudio en el que hemos demostrado que las mujeres con altos niveles de los biomarcadores de estrés alfa-amilasa salival tienen una menor probabilidad de quedarse embarazadas en comparación con las mujeres con bajos niveles de este biomarcador”. La experta añade que por primera vez se demuestra que “este efecto es potencial y clínicamente significativo, ya que está asociado con dos veces más riesgo de infertilidad entre las mujeres", dice la investigadora.
Según explica la revista Jano, los investigadores han realizado el estudio sobre 501 mujeres estadounidenses de entre 18 y 40 años. Las participantes, libres de problemas de fertilidad conocidos, apenas habían comenzado a tratar de concebir. Los científicos llevaron a cabo un seguimiento de 12 meses o hasta que quedaron embarazadas, como parte del Estudio para la Investigación Longitudinal de la Fertilidad y el Medio Ambiente (LIFE, por sus siglas en inglés). También se recogieron muestras de saliva a la mañana siguiente al día de la inscripción en el estudio y a la mañana siguiente al primer día de su primer ciclo menstrual.
Los científicos que han desarrollado el estudio aconsejan a las parejas que tengan dificultades para concebir, y en las que todas las pruebas pertinentes hayan tenido resultados adecuados, que las mujeres se dedican a realizar yoga o meditación para relajar sus posibles elevados niveles de estrés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario