MADRID,
La Fundación Vivo Sano ha reclamado al Gobierno de Mariano Rajoy que modifique la normativa relativa a los teléfonos móviles con el fin de proteger la salud de los ciudadanos y, además, ha solicitado que se prohíba la venta de aparatos diseñados para el público infantil.
Asimismo, la organización ha destacado la necesidad de que se informe de la tasa de absorción específica (SAR) de los móviles no sólo en la documentación del terminal, como ya se hace, sino también en los puntos de venta, sean estos tiendas físicas o por Internet. Esta reivindicación sigue los pasos de Bélgica, donde el pasado 1 de marzo entró en vigor una nueva regulación que contempla estos dos aspectos.
"El Gobierno está obligado a tomar medidas específicas y reales que protejan la salud de los consumidores. Bélgica ha dado un paso histórico con esta nueva normativa y España también puede hacerlo. Los niños y jóvenes en edad de desarrollo jamás deberían usar teléfonos móviles o sólo muy ocasionalmente, en caso de necesidad, por lo que es una auténtica aberración que se fabriquen aparatos con diseños coloridos y atractivos que lo único que hacen es estimularles a usarlos, primando los intereses económicos sobre la salud de las personas", ha comentado el responsable del área de contaminación electromagnética de la Fundación Vivo Sano, Raúl de la Rosa.
Y es que, según ha recordado, las radiaciones de alta frecuencia, que son las que utilizan los teléfonos móviles en su funcionamiento, son consideradas por la Organización Mundial de la Salud como posible carcinógeno (tipo 2B).
De hecho, la petición de medidas urgentes de protección, especialmente de los niños como colectivo más vulnerable, se basa en la resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en la que se urge a las autoridades de los Estados miembros a aplicar el principio de precaución y "adoptar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, y en especial la exposición de los niños y jóvenes que al parecer corren el mayor riesgo de tumores de la cabeza".
Por todo ello, la Fundación ha instado al Ejecutivo a seguir los pasos de Bélgica en lo referente a información sobre la tasa de absorción específica de los móviles. La nueva normativa belga impone la obligatoriedad de informar del SAR en todos los puntos de venta de teléfonos móviles, ya sean tiendas físicas o páginas web de comercio electrónico.
"En la actualidad, este dato ya se ofrece en la documentación que acompaña a los móviles dentro de las cajas, pero en letra pequeña y casi nadie sabe en qué consiste, cuando en realidad es un dato importantísimo que puede ayudar a los consumidores a elegir el teléfono que menos peligroso resulte para la salud, y así, conforme los usuarios vayan exigiendo teléfonos móviles de baja radiación, los fabricantes de móviles rivalizarán por obtener teléfonos con la menor radiación posible", ha apostillado el experto.
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