WASHINGTON (Reuters) - Las bebidas de dieta pueden aumentar el riesgo de ataques de corazón, apoplejías y otros problemas cardiacos en la mujer posmenopáusica, según un estudio informal que podría quitarle efervescencia a estas populares bebidas.
Frente a mujeres que nunca o rara vez consumen bebidas edulcoradas, quienes beben dos o más al día tenían un 30 por ciento de posibilidades más de sufrir un episodio cardiovascular y un 50 por ciento más de posibilidades de morir por un trastorno cardiaco, según los investigadores.
Los resultados se extraen de un análisis de la ingesta de bebidas de dieta y sus consecuencias entre 60.000 participantes de la Iniciativa sobre la Salud de las Mujeres, un estudio a largo plazo llevado a cabo en Estados Unidos sobre las tendencias de salud cardiovascular de las mujeres posmenopáusicas.
"Nuestros resultados están en línea con datos de estudios anteriores que muestran una asociación entre las bebidas de dieta y el síndrome metabólico", dijo el doctor Ankur Vyas, de las Clínicas y Hospitales de la Universidad de Iowa, que encabezó el estudio. El síndrome está asociado con una serie de factores de riesgo para la enfermedad cardiaca, incluidos la tensión arterial elevada, el colesterol alto y la subida de peso.
La edad media de las mujeres en el estudio fue de 62,8, y ninguna tenía historial de problemas cardiacos.
A través de un cuestionario, las mujeres informaron del consumo de bebidas de dieta en los tres meses previos. Una bebida se definió como unos 30 mililitros de bebidas gaseosas edulcoradas o zumos de fruta de dieta.
Tras un seguimiento medio de 8,7 años, se apreciaron una serie de resultados negativos como enfermedad coronaria, fallo cardiaco congestivo, apoplejía isquémica, enfermedad arterial periférica y muerte cardiovascular en aproximadamente el 8,5 por ciento de las mujeres que consumían dos o más bebidas de este tipo al día.
Este dato contrata con el 6,9 por ciento de las que tomaban entre cinco o seis bebidas a la semana, un 6,8 por ciento de quienes ingerían entre una y cuatro a la semana, y un 7,2 por ciento de las que tomaban entre ninguna y tres al mes.
"Sólo encontramos una relación, por lo que no podemos decir que las bebidas de dieta causen estos problemas", dijo Vyas, que añadió que otros factores podrían explicar la aparente conexión entre el consumo de bebidas de dieta y el riesgo de problemas cardíacos y apoplejías.
Por ejemplo, señaló que las mujeres que consumían dos o más bebidas de este tipo al día eran más jóvenes, más tendentes a fumar y tenían una mayor prevalencia de diabetes, presión arterial alta y sobrepeso.
Vyas indicó que hacían falta más estudios para evaluar más de cerca el riesgo de enfermedad cardiaca por tomar bebidas gaseosas edulcoradas, si es que ese riesgo existía.
Estudios previos han sugerido una conexión entre las bebidas edulcoradas de forma artificial y la ganancia de peso en adultos y adolescentes, y un probable incremento en el síndrome metabólico.
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