El litoral olvida los temporales y vuelven las retenciones de tráfico
R. FERNÁNDEZ MOTRIL
La Costa Tropical vivió el pasado fin de semana el primer chapuzón de 2014. Este invierno el termómetro no ha hecho posible que fuese tan pronto como en otras ocasiones, y ha habido que aguardar a mediados de marzo para poder disfrutar de los primeros baños de sol y de mar, para los más valientes, a pesar de que el agua estaba fresquita.
El litoral granadino parecía ayer un resquicio del carnaval: Algunos en bañador, otros en manga corta, larga, con abrigo … Había de todas las modalidades de prendas de vestir. Lo que era un común denominador eran las ganas de dejar atrás el frío y de empezar a contar aunque sea con los fines de semana para darse un respiro.
Hasta ahora, no ha sido posible, debido a la climatología adversa de un invierno al que apenas le quedan cinco días. Sin embargo, los ayuntamientos costeros se han ocupado en general del mantenimiento de las playas con la vocación de que sea -al igual que ocurre en otros lugares, como la Costa del Sol- un lugar donde disfrutar todo el año, ante la demanda de los empresarios.
Tampoco los temporales se lo han puesto fácil a los municipios del litoral. El último, acaecido hace tan sólo unas semanas, se llevó por delante 20 metros de Playa Granada.
Almuñécar también se ha afanado en estos días para reponer el estado de sus playas para prepararse a la llegada de turistas que, de forma escalonada, se esperan, de manera proporcional a que el termómetro suba.
Sin embargo, habrá que esperar a la temporada alta, que no comienza a todos los efectos hasta julio en prácticamente todas las localidades costeras, para poder ofrecer todos los servicios, como las pasarelas desmontables o el servicio de Protección Civil.
Fuentes municipales de los principales ayuntamientos argumentan que mantener el material playero supone un enorme gasto, pues están sujetos a vandalismo y suelen instalarlo después de la temida noche de San Juan, donde todos los años varias pasarelas son pasto de las llamas. Además, los temporales a los que está sujeta la Costa, sobre todo de las playas que miran hacia poniente, hacen que la inversión se la lleve el mar con demasiada frecuencia.
Habrá que esperar a mayo para que los técnicos de Costas visiten las playas y propongan las actuaciones a acometer, como cada año, que suelen consistir en los aportes de arena ya habituales.
Al mismo tiempo que se estrenaba la primavera en la playa se registraron las retenciones en la N-340 a la salida de Salobreña, en la A-44 en Vélez de Benaudalla y en los accesos a Granada.
El litoral granadino parecía ayer un resquicio del carnaval: Algunos en bañador, otros en manga corta, larga, con abrigo … Había de todas las modalidades de prendas de vestir. Lo que era un común denominador eran las ganas de dejar atrás el frío y de empezar a contar aunque sea con los fines de semana para darse un respiro.
Hasta ahora, no ha sido posible, debido a la climatología adversa de un invierno al que apenas le quedan cinco días. Sin embargo, los ayuntamientos costeros se han ocupado en general del mantenimiento de las playas con la vocación de que sea -al igual que ocurre en otros lugares, como la Costa del Sol- un lugar donde disfrutar todo el año, ante la demanda de los empresarios.
Tampoco los temporales se lo han puesto fácil a los municipios del litoral. El último, acaecido hace tan sólo unas semanas, se llevó por delante 20 metros de Playa Granada.
Almuñécar también se ha afanado en estos días para reponer el estado de sus playas para prepararse a la llegada de turistas que, de forma escalonada, se esperan, de manera proporcional a que el termómetro suba.
Sin embargo, habrá que esperar a la temporada alta, que no comienza a todos los efectos hasta julio en prácticamente todas las localidades costeras, para poder ofrecer todos los servicios, como las pasarelas desmontables o el servicio de Protección Civil.
Fuentes municipales de los principales ayuntamientos argumentan que mantener el material playero supone un enorme gasto, pues están sujetos a vandalismo y suelen instalarlo después de la temida noche de San Juan, donde todos los años varias pasarelas son pasto de las llamas. Además, los temporales a los que está sujeta la Costa, sobre todo de las playas que miran hacia poniente, hacen que la inversión se la lleve el mar con demasiada frecuencia.
Habrá que esperar a mayo para que los técnicos de Costas visiten las playas y propongan las actuaciones a acometer, como cada año, que suelen consistir en los aportes de arena ya habituales.
Al mismo tiempo que se estrenaba la primavera en la playa se registraron las retenciones en la N-340 a la salida de Salobreña, en la A-44 en Vélez de Benaudalla y en los accesos a Granada.
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