martes, 13 de julio de 2010

'Juana la Loca' se sube al escenario del Corral ideal.es

La compañía Histrión Teatro prolongará Los Veranos del Corral con la obra 'Juana, la reina que no quiso reinar'


La mirada nacida de los ojos de Juana de Castilla, 'Juana la Loca', como comúnmente se le conoce, llega a Granada para continuar amenizando las noches veraniegas de la capital dentro del programa de teatro los 'Veranos del Corral'.
Al ciclo dramaturgo, que cuenta este año con la comedia como género escogido, se le suma la representación de la obra ' Juana, la reina que no quiso reinar' para ofrecer la visión de esta figura que antes que reina fue esposa y madre.
La pieza se representará, a partir de las 21.30, desde el 7 de septiembre hasta el 11 del mismo mes con un precio de 15 euros por entrada. Histrión Teatro, con 16 años de trayectoria profesional, es la compañía que encarnará y transmitirá el testimonio de la principal protagonista de las intrigas y ambiciones palaciegas.
Pedro Benzal, delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, declaró durante la presentación de la nueva propuesta teatral, que desde la Consejería de Cultura se pretende «que la crisis no afecte» a la oferta cultural que tanta acogida tiene en Granada.
La propuesta artística persigue «desnudar a Juana» y «liberar a esa mujer encerrada durante 46 años en una torre» durante los 50 minutos que dura la obra. Nines Carrascal, gerente de la compañía, agradeció la «oportunidad y confianza» que la Consejería de Cultura ha brindado a la compañía ofreciéndole escenario en el Corral del Carbón. Carrascal hizo hincapié en la importancia de esta figura enterrada en la Capilla Real de Granada, una ciudad que le «debe mucho a Juana».
Mujer y reina
La compañía, a partir del texto original de la obra de Jesús Carazo, quiere presentar el lado más humano de Juana, lejos de los tópicos históricos, mostrando una mujer y reina abandonada que rebusca entre el recuerdo y la desesperación para entender una existencia impuesta por las necesidades de un reino. El espectáculo crea un espacio de ensoñación dolorosa que la arrastra y la disuelve en el camino de la locura.

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