Julia Baird, hermana de John Lennon, amadrinó el concierto a beneficio de Médicos sin Fronteras en el que participó la primera banda del beatle, The Quarrymen
G. CAPPA GRANADA
John Lennon llevaba el peso de su primera banda, The Quarrymen, que comenzó en el 57 y sería el germen de los Beatles. En cambio, en el sentido literal de la expresión, era todo lo contrario. Lo contó ayer con humor Rod Davis, uno de los componentes iniciales de la banda que se subió al escenario del Centro Cultural Medina Elvira en una gala a beneficio de Médico sin Fronteras. "Como viajábamos en autobús había que subir todos los instrumentos y él siempre se perdía, con el enfado del compañero que tenía que acarrear con la batería", contó con humor el guitarrista de The Quarrymen, que volvió a Granada después de estudiar en un ciclo para extranjeros de la UGR a comienzos de los sesenta.
El acto de presentación contó también con la presencia de Julia Baird, hermana de John Lennon, quien afirmó que el beatle "amaba Andalucía". Respecto a si Lennon cambió después de ser más famoso que Jesucristo, Julia sostiene que "John estaba preparado porque la fama no llegó de repente, sino que fue paulatinamente creciendo", dice sobre su hermano, que era seis años mayor. "Él tenía sus amigos y sobre todo sus amigas, era muy protector con su familia y un líder en su banda".
Julia recuerda que su hermano dejó Liverpool con 23 años y se fue a vivir a Londres a una fabulosa mansión todavía a medio terminar. Por entonces ya daba grandes conciertos, pero ella estaba un poco al margen y, de hecho, cuando volvía a casa ella estaba ya acostada. Julia quería acompañarle en su nuevo hogar "pero no había cocina y el jardín era un agujero enorme", con lo que tenían que ir a comer a las cafeterías de alrededor. Tenía alrededor de 15 años y vivía como algo natural la irrefrenable fama de su hermano. Esta casa estaba al lado de un famoso actor, pero Lennon avisó a sus hermanas para que no fueran a visitarle bajo ningún concepto: "Tened cuidado porque tiene una pistola y os va a disparar", les dijo el músico dejando claro, por un lado, su peculiar sentido del humor, y el manto de protección con el que quiso cubrir a sus hermanas. Y cuando le explican que la banda Def con Dos dice, en uno de sus estribillos más populares, aquello de "la culpa de todo la tuvo Yoko Ono", Julia Baird ríe con ganas. "No es verdad, simplemente coincidió que ella estaba allí cuando se iban a separar", apunta sobre una de las grandes preguntas de la historia de la música, el porqué de la separación de Lennon y McCartney. Sobre su fama de bromista, Julia Baird no tiene problema en sumar más adjetivos para calificarle de "gamberro y muy sarcástico".
Por su parte, Rod Davis recordó que conoció a Lennon a los seis años. Iban a la misma "escuela de domingo" y el beatle, en lugar de dar sus peniques a la iglesia, se gastaba el dinero en chicles. "Era el tipo de persona que los padres te dicen que no te juntes con él", explicó Davis. Después, a los 11 años, coincidieron en el mismo instituto y, aunque nunca estuvieron en la misma clase, se conocían bastante bien. "A los 14 años me invitó a ser parte del grupo porque me había comprado un banjo y, por entonces, muy pocos chicos tenían un instrumento. Pero me lo acababa de comprar, sólo conocía tres acordes, pero él insistió y no me fue difícil aprender", recordó el músico que, tras separar sus pasos de los de Lennon, se dedicó a la docencia. "Tener a un chico como John en una clase es lo más difícil para un profesor porque no quería trabajar, no se interesaba en lo que hacíamos en la clase y estaba siempre burlándose de todo".
La última vez que se encontró a Lennon fue en la Pascua de 1962, cuando Davis estudiaba en Cambridge. Se encontraron en la calle y Lennon le preguntó qué instrumentos tocaba porque en aquellos momentos estaba muy interesado en la música americana. "Me djo que si podía tocar la batería para acompañarle en Hamburgo", prosiguió para situarse en la génesis del éxito de los Beatles, cuando descubrieron la vida al límite en Alemania. "Yo era un chico muy serio, tenía que estudiar mucho para los exámenes", afirma el que bien pudo ser uno de los míticos Beatles, pero que prefirió hincar los codos en los libros y no en el lado salvaje de la vida.
"Muchos grupos tocan canciones de los Beatles vestidos como ellos, y se les parecen. Nosotros no podemos hacerlo, pero tocaremos la música que inspiró a John, Paul y el resto antes de los Beatles, las canciones que tocábamos en 1957", terminó Davis sobre un concierto en el que planeó en todo momento la figura del hombre que lo fue todo en la música y, de paso, popularizó las gafas de cristales redondos.
El acto de presentación contó también con la presencia de Julia Baird, hermana de John Lennon, quien afirmó que el beatle "amaba Andalucía". Respecto a si Lennon cambió después de ser más famoso que Jesucristo, Julia sostiene que "John estaba preparado porque la fama no llegó de repente, sino que fue paulatinamente creciendo", dice sobre su hermano, que era seis años mayor. "Él tenía sus amigos y sobre todo sus amigas, era muy protector con su familia y un líder en su banda".
Julia recuerda que su hermano dejó Liverpool con 23 años y se fue a vivir a Londres a una fabulosa mansión todavía a medio terminar. Por entonces ya daba grandes conciertos, pero ella estaba un poco al margen y, de hecho, cuando volvía a casa ella estaba ya acostada. Julia quería acompañarle en su nuevo hogar "pero no había cocina y el jardín era un agujero enorme", con lo que tenían que ir a comer a las cafeterías de alrededor. Tenía alrededor de 15 años y vivía como algo natural la irrefrenable fama de su hermano. Esta casa estaba al lado de un famoso actor, pero Lennon avisó a sus hermanas para que no fueran a visitarle bajo ningún concepto: "Tened cuidado porque tiene una pistola y os va a disparar", les dijo el músico dejando claro, por un lado, su peculiar sentido del humor, y el manto de protección con el que quiso cubrir a sus hermanas. Y cuando le explican que la banda Def con Dos dice, en uno de sus estribillos más populares, aquello de "la culpa de todo la tuvo Yoko Ono", Julia Baird ríe con ganas. "No es verdad, simplemente coincidió que ella estaba allí cuando se iban a separar", apunta sobre una de las grandes preguntas de la historia de la música, el porqué de la separación de Lennon y McCartney. Sobre su fama de bromista, Julia Baird no tiene problema en sumar más adjetivos para calificarle de "gamberro y muy sarcástico".
Por su parte, Rod Davis recordó que conoció a Lennon a los seis años. Iban a la misma "escuela de domingo" y el beatle, en lugar de dar sus peniques a la iglesia, se gastaba el dinero en chicles. "Era el tipo de persona que los padres te dicen que no te juntes con él", explicó Davis. Después, a los 11 años, coincidieron en el mismo instituto y, aunque nunca estuvieron en la misma clase, se conocían bastante bien. "A los 14 años me invitó a ser parte del grupo porque me había comprado un banjo y, por entonces, muy pocos chicos tenían un instrumento. Pero me lo acababa de comprar, sólo conocía tres acordes, pero él insistió y no me fue difícil aprender", recordó el músico que, tras separar sus pasos de los de Lennon, se dedicó a la docencia. "Tener a un chico como John en una clase es lo más difícil para un profesor porque no quería trabajar, no se interesaba en lo que hacíamos en la clase y estaba siempre burlándose de todo".
La última vez que se encontró a Lennon fue en la Pascua de 1962, cuando Davis estudiaba en Cambridge. Se encontraron en la calle y Lennon le preguntó qué instrumentos tocaba porque en aquellos momentos estaba muy interesado en la música americana. "Me djo que si podía tocar la batería para acompañarle en Hamburgo", prosiguió para situarse en la génesis del éxito de los Beatles, cuando descubrieron la vida al límite en Alemania. "Yo era un chico muy serio, tenía que estudiar mucho para los exámenes", afirma el que bien pudo ser uno de los míticos Beatles, pero que prefirió hincar los codos en los libros y no en el lado salvaje de la vida.
"Muchos grupos tocan canciones de los Beatles vestidos como ellos, y se les parecen. Nosotros no podemos hacerlo, pero tocaremos la música que inspiró a John, Paul y el resto antes de los Beatles, las canciones que tocábamos en 1957", terminó Davis sobre un concierto en el que planeó en todo momento la figura del hombre que lo fue todo en la música y, de paso, popularizó las gafas de cristales redondos.
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