Los socialistas se niegan a aceptar el pacto con esas condiciones y les piden un acuerdo programático para combatir la «paralización» del pueblo
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MERCEDES NAVARRETE | GRANADA
Los grupos de la oposición, brazos en alto, en el pleno de los presupuestos de 2012 que el alcalde no logró sacar adelante. :: S. RODRÍGUEZ |
El Partido Popular gobierna Albuñol con solo cuatro de los 13 concejales de la Corporación, una situación que obliga a su alcalde, Juan María Rivas, a caminar continuamente sobre la cuerda floja. El resultado de las últimas elecciones municipales -cinco concejales para el PSOE, cuatro para el PP, tres CA y uno del Partido Independiente de La Rábita- ha abocado al municipio a una situación complicada, sin acuerdos posibles entre los grupos municipales abiertamente enfrentados entre si. En los plenos, el alcalde no logra sacar nada adelante -no ha podido aprobar ni unos presupuestos municipales y trabaja con las cuentas prorrogadas desde 2010-, pero los grupos de la oposición tampoco se ponen de acuerdo para echarle. En este complicado escenario, el portavoz de CA en el municipio, Juan Cara, hace pública, a través de este periódico, una oferta oficial de pacto al PSOE. El trato que ofrecen pasa por impulsar una moción de censura contra el popular Juan María Rivas para que gobierne un socialista, pero con la condición de que la número uno de la lista socialista, María José Sánchez, renuncie a ser ella la alcaldesa.
«Dictatorial»
El PSOE viene manteniendo negociaciones con CA desde que este grupo rompiera su pacto inicial con Juan María Rivas y le dejara con un gobierno en minoría, apenas tres meses después de apoyarle en la investidura. El portavoz de CA cree que, desde que su grupo salió del gobierno, el alcalde «comenzó a llevar a Albuñol a un precipicio con medidas y formas de gobernar profundamente antidemocráticas». Es en lo único que parece estar de acuerdo con el PSOE, en que Rivas gobierna «dictatorialmente» y ningunea a la oposición. CA planteó desde el primer momento la moción de censura al PSOE aunque en octubre de 2012 el requisito para cerrar el pacto era la mismísima alcaldía. Ante la negativa socialista, CA acordó seguir negociando «para intentar buscar un acuerdo beneficioso para nuestro pueblo».
«Buscamos cualquier alternativa que fuera mejor que el desgobierno y el autoritarismo de Juan María Rivas», añade Cara, que considera que las bases de CA «llegaron a la conclusión de que dentro del PSOE de Albuñol hay gente válida», pero de ese grupo excluyen a la líder socialista, María José Sánchez, exalcaldesa de Albuñol. «Queremos un aire nuevo y el cambio por el que siempre hemos luchado», defiende Cara, que pide a Sánchez un paso atrás. «La familia Sánchez llevó a nuestro pueblo a la ruina económica a cambio de nada, instauró un régimen clientelar del voto a cambio de un mes de trabajo. No podemos volver al pasado al menos hasta que los vecinos decidan de nuevo qué quieren para nuestro pueblo. Queremos un cambio, pero a mejor», concluye Cara, que mantiene en pie su oferta a los socialistas. «Es la familia Sánchez la que está prefiriendo a Juan María Rivas de alcalde antes que a un miembro de su propio partido, quizá algún día en su partido se lo reprochen y esperamos que se lo reproche su pueblo», zanja.
Por su parte, para la portavoz del PSOE de Albuñol, María José Sánchez, rechaza unas condiciones con las que, a su juicio, CA demuestra «que no le interesa el pueblo ni el retroceso que está sufriendo, solo el ajusticiamiento personal; y el PSOE está por encima de eso». Sánchez recuerda a CA que los candidatos socialistas «los elige el PSOE de Albuñol», rechaza la oferta en estas condiciones y reclama una negociación basada en un programa de gobierno para combatir la «paralización» de Albuñol. «Esa oferta de pacto es una excusa para mantener al PP en la alcaldía», opina la socialista.
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