Los científicos ya la consideran como permanente y la incluyen en la red lagunar del macizo nevadense y como posible nacimiento del río Guarnón
JUAN ENRIQUE GÓMEZ |
Tiene el récord de altitud con 3.086 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en la laguna más alta de Sierra Nevada y, por tanto, de la totalidad de los sistemas montañosos ibéricos. Hasta ahora científicos y montañeros la consideraban como una acumulación temporal de agua del deshielo y parte de los lagunillos situados bajo la cara norte del Veleta, pero tras una serie de estudios y seguimientos científicos, ya se considera como una más del sistema lagunar de las altas cumbres de Sierra Nevada. «Todavía no está incluida en mapas y planos, aunque sí ha sido referenciada en algunas descripciones del Corral del Veleta junto a los lagunillos», afirma el director del Parque Nacional de Sierra Nevada, Javier Sánchez, quien considera que ya debe hablarse se esta formación como «una nueva laguna en la sierra, y «la más alta».
Científicos coordinados por el profesor Antonio Gómez, de la Universidad de Barcelona, responsables de las investigaciones sobre el hielo fósil que se encuentra en el fondo del corral del Veleta, la observan desde hace varios años. Están a la espera de poder realizar una serie de mediciones de profundidad y sondeos con extracción de sedimentos para conocer su composición geológica y delimitar definitivamente los parámetros de la nueva laguna del Corral.
Según los datos del Parque Nacional, «esta laguna está cerrada por el potente cordón de morrenas que forman el glaciar del Veleta. Se sitúa sobre una morfología cóncava, tipo cuchara, con fondo y paredes relativamente impermeables, que se han formado por factores naturales de la retirada del hielo en el fondo del circo glaciar».
Las lagunas de Sierra Nevada aparecen por efecto de la última gran glaciación, la denominada ‘Würm’ que al terminar deja lagunas en los fondos de los circos entre montañas (uno de los ejemplos más clásicos es la laguna de la Caldera), pero el fondo de la pared norte del Veleta realmente no pierde el hielo hasta la segunda mitad del siglo XX, ya que la formación de este glaciar se debe a la Pequeña Edad de Hielo, que se desarrolla desde el siglo XIV hasta la segunda mitad del XIX. La década de los ochenta y noventa, una época mucho más reciente es cuando los montañeros y científicos constatan la existencia de una pequeña cubeta, junto con dos lagunillos. A todo el conjunto le llamaron: lagunillos y laguna del Corral, según el profesor de la UGR, Antonio Castillo Martín, que en su libro ‘Lagunas de Sierra Nevada’ la califica como una cubeta cerrada sin entrada ni salidas visibles, donde el agua llega a través del deshielo de los neveros que se forman en el Corral y que se mantienen hasta muy entrado el verano, e incluso algunos años no llegan a desaparecer. Castillo Martín, indica también que su vaso es de una extrema pedregosidad, sin el más mínimo vestigio de borreguiles o pastizales en su entorno.
Reportaje completo, fotos, videos y datos en la revista de naturaleza de IDEAL, Waste Magazine, en la dirección http://waste.ideal.es/sierranevada-lagunadelcorral.htm
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