El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía advierte que el 30% de los alumnos de Primaria presentan deficiencias Algunos de los indicios son nerviosismo o dolor de cabeza
ELENA M. VELASCO 
Los problemas de visión se han convertido en algo común en la vida de muchas personas, por este motivo en ocasiones se les resta importancia y no se les presta atención hasta que ya son irreversibles. Por ello, es recomendable que desde edades tempranas se realicen revisiones visuales para prevenir o paliar problemas en la vista que si no se tratan a tiempo pueden repercutir en gran medida en la vida adulta.
El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía (Coooa) advierte en este sentido de que más del 30% de los alumnos de Educación Primaria presentan deficiencias en su salud visual y señala que una revisión a tiempo puede evitar el fracaso escolar de uno de cada tres alumnos. Así, el Coooa apunta además que las revisiones que se realizan en los colegios son insuficientes, ya que sólo analizan el 5% de los problemas visuales que están asociados a los estudiantes de Primaria.
En este sentido, la presidenta del Coooa, Blanca Fernández, explica que además de la revisión obligatoria que se realiza a los niños antes de que empiecen la etapa escolar "insistimos en que es importante que a mitad de curso e incluso en el tercer trimestre se repitan esos exámenes visuales, porque el niño ya está cargado de un esfuerzo, ya ha trabajado unos meses, y ahí, es donde podrían detectarse con más seguridad otros problemas".
Los padres son piezas fundamentales para detectar un problema de visión en edades tempranas, pero además también juegan un papel crucial los educadores, ya que pasan gran parte del tiempo con los niños e interactúan con ellos en el colegio, lugar donde se pueden detectar algunos de los síntomas que indican que existe algún tipo de deficiencia en la visión.
De esta forma, el bajo rendimiento académico, la lectura lenta guiada por el dedo o salirse de los espacios al colorear un dibujo, son indicios que los maestros pueden observar en sus alumnos, mientras que los padres pueden observar hiperactividad en lugares cerrados, dolor de cabeza o nerviosismo.
Según Fernández, los padres normalmente realizan una revisión médica a sus hijos cuando tienen unos meses, "siempre con mas insistencia si tienen algún antecedente familiar o si detectan algún movimiento raro con algunos meses más o con unos años de vida".
Entre los problemas más frecuentes que se pueden descubrir durante una revisión, la presidenta del Coooa señala casos de miopía, hipermetropía o astigmatismo, aunque apunta que también se pueden detectar "problemas graves de binocularidad, que conlleva fijación, acomodación, vergencias o movimientos oculares". Además, resalta la importancia de tratar algunos de estos problemas desde una edad temprana, como es el caso de una endoforia o una exoforia, ya que en este caso su tratamiento y sobre todo su detección precoz son cruciales.
Algunas de las recomendaciones que ofrecen desde el Colegio de Ópticos de Andalucía para que los niños lleven una correcta higiene visual son usar una lámpara de escritorio a la hora de realizar las tareas para reducir el deslumbramiento y los reflejos y evitar las luces artificiales brillantes, sobre todo si se trabaja con un ordenador. Además, también recomiendan relajar la vista 20 segundos cada 20 minutos de actividad escolar mirando hacia un punto que se encuentre al menos a 20 pies de distancia, y utilizar un atril para colocar el papel cuando se trabaje conjuntamente con un ordenador para así evitar los saltos de mirada entre los dos elementos.
Las deficiencias visuales que pueden presentar los niños en sus primeros años no tienen porque ser problemas irreversibles si se tratan desde el principio y se realizan revisiones oculares periódicas con un especialista. La mejor recomendación es sin duda una actitud responsable frente al tema que permita a los niños crecer con un buen ejemplo a seguir en el futuro.
El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía (Coooa) advierte en este sentido de que más del 30% de los alumnos de Educación Primaria presentan deficiencias en su salud visual y señala que una revisión a tiempo puede evitar el fracaso escolar de uno de cada tres alumnos. Así, el Coooa apunta además que las revisiones que se realizan en los colegios son insuficientes, ya que sólo analizan el 5% de los problemas visuales que están asociados a los estudiantes de Primaria.
En este sentido, la presidenta del Coooa, Blanca Fernández, explica que además de la revisión obligatoria que se realiza a los niños antes de que empiecen la etapa escolar "insistimos en que es importante que a mitad de curso e incluso en el tercer trimestre se repitan esos exámenes visuales, porque el niño ya está cargado de un esfuerzo, ya ha trabajado unos meses, y ahí, es donde podrían detectarse con más seguridad otros problemas".
Los padres son piezas fundamentales para detectar un problema de visión en edades tempranas, pero además también juegan un papel crucial los educadores, ya que pasan gran parte del tiempo con los niños e interactúan con ellos en el colegio, lugar donde se pueden detectar algunos de los síntomas que indican que existe algún tipo de deficiencia en la visión.
De esta forma, el bajo rendimiento académico, la lectura lenta guiada por el dedo o salirse de los espacios al colorear un dibujo, son indicios que los maestros pueden observar en sus alumnos, mientras que los padres pueden observar hiperactividad en lugares cerrados, dolor de cabeza o nerviosismo.
Según Fernández, los padres normalmente realizan una revisión médica a sus hijos cuando tienen unos meses, "siempre con mas insistencia si tienen algún antecedente familiar o si detectan algún movimiento raro con algunos meses más o con unos años de vida".
Entre los problemas más frecuentes que se pueden descubrir durante una revisión, la presidenta del Coooa señala casos de miopía, hipermetropía o astigmatismo, aunque apunta que también se pueden detectar "problemas graves de binocularidad, que conlleva fijación, acomodación, vergencias o movimientos oculares". Además, resalta la importancia de tratar algunos de estos problemas desde una edad temprana, como es el caso de una endoforia o una exoforia, ya que en este caso su tratamiento y sobre todo su detección precoz son cruciales.
Algunas de las recomendaciones que ofrecen desde el Colegio de Ópticos de Andalucía para que los niños lleven una correcta higiene visual son usar una lámpara de escritorio a la hora de realizar las tareas para reducir el deslumbramiento y los reflejos y evitar las luces artificiales brillantes, sobre todo si se trabaja con un ordenador. Además, también recomiendan relajar la vista 20 segundos cada 20 minutos de actividad escolar mirando hacia un punto que se encuentre al menos a 20 pies de distancia, y utilizar un atril para colocar el papel cuando se trabaje conjuntamente con un ordenador para así evitar los saltos de mirada entre los dos elementos.
Las deficiencias visuales que pueden presentar los niños en sus primeros años no tienen porque ser problemas irreversibles si se tratan desde el principio y se realizan revisiones oculares periódicas con un especialista. La mejor recomendación es sin duda una actitud responsable frente al tema que permita a los niños crecer con un buen ejemplo a seguir en el futuro.
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