La OIT calcula que un 11% de la población infantil mundial se ve obligada a ganarse la vida con alguna ocupación. La franja entre 5 y 11 años es la que registra las mayores tasas.
EFE GINEBRA
Las cifras de trabajo infantil se han reducido en un tercio entre 2000 y 2012, pero todavía 168 millones de menores en todo el mundo se ven obligados a trabajar, lo que supone el 11% de la población infantil, según los últimos datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los niños que desempeñan trabajos peligrosos, que ponen en peligro su salud, seguridad o moralidad, representan casi la mitad del total de menores que trabajan, hasta los 85 millones, revela el informe Progresos contra el trabajo infantil, presentado ayer en Ginebra. Este es el "desafío más urgente" que encara la comunidad internacional, según se afirma en este informe, que muestra avances en este sentido, ya que el número de niños de 5 a 17 años en trabajos peligrosos, disminuyó en más de la mitad en estos doce años, pasando de 171 a 85 millones.
"Estamos avanzando en la dirección correcta pero todo apunta a que será difícil alcanzar el compromiso de la comunidad internacional de eliminar por completo toda forma de trabajo infantil peligroso antes de 2016", subrayó el director del Programa Internacional para la eliminación del trabajo infantil de la OIT, Constance Thomas.
Entre 2000 y 2012 -periodo de análisis que abarca el estudio- se redujo en 78 millones el número de menores en situación de trabajo infantil, casi un tercio menos respecto a los 246 millones que trabajaban en el comienzo del milenio. Este avance es mucho más pronunciado en el caso de las niñas, con un descenso del 40% desde 2000, frente al 25 entre los niños.
La participación de los niños en el trabajo infantil es mucho mayor, con 99,8 millones de niños frente a los 68,2 millones de niñas, aunque desde la OIT advierten que estos datos podrían subestimar la implicación de las niñas porque no incluyen las tareas domésticas, bien en el hogar familiar o de terceros.
Por grupos de edad, son los niños de 5 a 11 años los que más siguen sufriendo el trabajo infantil, 73 millones de niños, que representan el 44% del total de menores obligados a trabajar y son el colectivo "más vulnerable a abusos y cuya educación corre más peligro".
El mayor descenso del trabajo infantil se observó durante los últimos cuatro años (2008-2012) del periodo examinado, cuando el número de niños en esta situación disminuyó en 47 millones, pasando de 215 a 168 millones, y la cifra de menores en trabajos peligrosos se redujo en 30 millones, desde los 115 a los 85 millones.
La región de Asia-Pacífico acapara el mayor número de niños en situación de trabajo infantil, casi 78 millones (9% de su población infantil); aunque es también la región donde más descendió en los últimos cuatro años, un 31%.
Los niños que desempeñan trabajos peligrosos, que ponen en peligro su salud, seguridad o moralidad, representan casi la mitad del total de menores que trabajan, hasta los 85 millones, revela el informe Progresos contra el trabajo infantil, presentado ayer en Ginebra. Este es el "desafío más urgente" que encara la comunidad internacional, según se afirma en este informe, que muestra avances en este sentido, ya que el número de niños de 5 a 17 años en trabajos peligrosos, disminuyó en más de la mitad en estos doce años, pasando de 171 a 85 millones.
"Estamos avanzando en la dirección correcta pero todo apunta a que será difícil alcanzar el compromiso de la comunidad internacional de eliminar por completo toda forma de trabajo infantil peligroso antes de 2016", subrayó el director del Programa Internacional para la eliminación del trabajo infantil de la OIT, Constance Thomas.
Entre 2000 y 2012 -periodo de análisis que abarca el estudio- se redujo en 78 millones el número de menores en situación de trabajo infantil, casi un tercio menos respecto a los 246 millones que trabajaban en el comienzo del milenio. Este avance es mucho más pronunciado en el caso de las niñas, con un descenso del 40% desde 2000, frente al 25 entre los niños.
La participación de los niños en el trabajo infantil es mucho mayor, con 99,8 millones de niños frente a los 68,2 millones de niñas, aunque desde la OIT advierten que estos datos podrían subestimar la implicación de las niñas porque no incluyen las tareas domésticas, bien en el hogar familiar o de terceros.
Por grupos de edad, son los niños de 5 a 11 años los que más siguen sufriendo el trabajo infantil, 73 millones de niños, que representan el 44% del total de menores obligados a trabajar y son el colectivo "más vulnerable a abusos y cuya educación corre más peligro".
El mayor descenso del trabajo infantil se observó durante los últimos cuatro años (2008-2012) del periodo examinado, cuando el número de niños en esta situación disminuyó en 47 millones, pasando de 215 a 168 millones, y la cifra de menores en trabajos peligrosos se redujo en 30 millones, desde los 115 a los 85 millones.
La región de Asia-Pacífico acapara el mayor número de niños en situación de trabajo infantil, casi 78 millones (9% de su población infantil); aunque es también la región donde más descendió en los últimos cuatro años, un 31%.
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