El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas 'El Blanqueo' de Granada acoge cada año a cientos de ejemplares salvajes heridos, en su mayoría aves lesionadas
A. MARTÍN GRANADA
Un polluelo de búho llega agazapado e hipotérmico pese a que el termómetro marca los 35 grados. Es el paciente 334 de la lista, el último en ingresar en la UVI del 'El Blanqueo', el centro granadino de recuperación de especies amenazadas ubicado en las instalaciones de la Consejería de Medio Ambiente de Pinos Genil. Necesita asistencia médica urgente, de otro modo no volverá a poder deslizarse por el cielo.
Miles de crías de especies amenazadas pagan las consecuencias de vivir a merced de las trabas que el ser humano les pone en el camino. Esta es posiblemente la patología que ha traído hasta el centro a esta pequeña rapaz, cuyo cuerpo no tiene fuerzas ya ni para hacer aspavientos. Y es que en 'El Blanqueo' ingresan aquellos animales que, por una u otra causa, han sufrido alguna lesión. De no haber sido encontrados y trasladados al centro morirían irremediablemente. Aunque este especial hospital no es el más pequeño de Andalucía en cuanto a instalaciones, sí lo es en volumen de ingresos, según los datos registrados el pasado año. Los mismos indican que el centro que acoge mayor número de animales amenazados es el CREA de Cádiz y Málaga, ambos duplican la cifra granadina.
Los datos de los especialistas indican que la entrada por colisiones es una de las principales causas por las que las aves llegan heridas al centro. El animal alado es el grupo que mayor atención requiere en toda la red andaluza del CREA, este supuso el 80% de los ingresos de 2012. Entre múltiples especies de aves, también se hallan en 'El Blanqueo' dos unidades de Tortuga Mora, que disfrutan de una tranquila mañana soleada a la espera de la resolución judicial que les permita poder ingresar en un centro para su especie. Ellas son víctimas de decomisas interceptadas en Motril por lo que no sufren las heridas que han impedido vivir en libertad a sus compañeros contiguos. Estos son víctimas de envenenamientos, disparos, caídas del nido, cepos, daños de plumaje e incluso algunos han sido abandonados por sus progenitores. En 'El Blanqueo' se realizan además programas de tratamiento especial, como la reintroducción del camaleón en la Charca de Suárez de Motril, donde algunos de ellos han logrado reproducirse y comenzar la regeneración de la especie en el sureste de la Península.
Los centros de Recuperación de Especies de toda Andalucía recibieron el pasado año más de 6.000 especies heridas, de ellas 560 fueron encontradas en Granada. Tras la llegada al centro y posterior análisis de las lesiones, es el momento de comenzar las primeras curas e incluso, si se requiere, pasar por el quirófano. Los animales no están solos en el transcurso de este duro trance, 'El Blanqueo' cuenta con dos cuidadores que se encargan de que la recuperación se desarrolle con normalidad y en el tiempo justo. Una veterinaria asiste a los animales y determina sus dolencias, ella decide cuándo los pacientes están preparados para volver a retozar en plena libertad. Poder ofrecérsela es la máxima que erigió el centro en 1997.
El porcentaje de Andalucía indica que la mitad de los ejemplares que se atendieron pudieron reintroducirse en el medio natural de nuevo, un dato aproximado al que se consigue en Granada. Según comenta uno de los cuidadores, Francisco Lucena, la temporada estival es "más agradecida" de cara a las liberaciones. "Entran muchas especies que son expolios de nidos, la gente se cree que están abandonados pero en realidad sus padres les siguen llevando comida periódicamente, como están relativamente sanos la recuperación es más rápida", explica. Pese a que se hace un gran esfuerzo, los recortes han alcanzado también a la sanidad animal. El personal del centro lo conformaba además un responsable, especializado en biología, que tuvo que suprimirse para ahorrar gastos. Éste se encargaba de la revisión general de los animales y apoyar su rehabilitación, los cuidadores y la veterinaria asumieron sus funciones. "Ella nos dice cómo tenemos que medicar al animal y cómo tenemos que darles las dosis. Trabajamos bien con las instalaciones que tenemos aunque a veces se echan en falta algunas, para favorecer la recuperación de los animales", cuenta Francisco Lucena.
Para subsanarlo, los animales que lo requieren se derivan a otros centros, como el de Jaén, que cuenta con un inmenso voladero oval en el que las aves pueden practicar el vuelo hasta volver a adquirir todas las facultades que les permitan desplazarse por el cielo de nuevo. Por cielo, mar o aire; alcanzar la libertad es posible gracias a la labor como la que realizan cada día estos amantes incondicionales del medioambiente.
Miles de crías de especies amenazadas pagan las consecuencias de vivir a merced de las trabas que el ser humano les pone en el camino. Esta es posiblemente la patología que ha traído hasta el centro a esta pequeña rapaz, cuyo cuerpo no tiene fuerzas ya ni para hacer aspavientos. Y es que en 'El Blanqueo' ingresan aquellos animales que, por una u otra causa, han sufrido alguna lesión. De no haber sido encontrados y trasladados al centro morirían irremediablemente. Aunque este especial hospital no es el más pequeño de Andalucía en cuanto a instalaciones, sí lo es en volumen de ingresos, según los datos registrados el pasado año. Los mismos indican que el centro que acoge mayor número de animales amenazados es el CREA de Cádiz y Málaga, ambos duplican la cifra granadina.
Los datos de los especialistas indican que la entrada por colisiones es una de las principales causas por las que las aves llegan heridas al centro. El animal alado es el grupo que mayor atención requiere en toda la red andaluza del CREA, este supuso el 80% de los ingresos de 2012. Entre múltiples especies de aves, también se hallan en 'El Blanqueo' dos unidades de Tortuga Mora, que disfrutan de una tranquila mañana soleada a la espera de la resolución judicial que les permita poder ingresar en un centro para su especie. Ellas son víctimas de decomisas interceptadas en Motril por lo que no sufren las heridas que han impedido vivir en libertad a sus compañeros contiguos. Estos son víctimas de envenenamientos, disparos, caídas del nido, cepos, daños de plumaje e incluso algunos han sido abandonados por sus progenitores. En 'El Blanqueo' se realizan además programas de tratamiento especial, como la reintroducción del camaleón en la Charca de Suárez de Motril, donde algunos de ellos han logrado reproducirse y comenzar la regeneración de la especie en el sureste de la Península.
Los centros de Recuperación de Especies de toda Andalucía recibieron el pasado año más de 6.000 especies heridas, de ellas 560 fueron encontradas en Granada. Tras la llegada al centro y posterior análisis de las lesiones, es el momento de comenzar las primeras curas e incluso, si se requiere, pasar por el quirófano. Los animales no están solos en el transcurso de este duro trance, 'El Blanqueo' cuenta con dos cuidadores que se encargan de que la recuperación se desarrolle con normalidad y en el tiempo justo. Una veterinaria asiste a los animales y determina sus dolencias, ella decide cuándo los pacientes están preparados para volver a retozar en plena libertad. Poder ofrecérsela es la máxima que erigió el centro en 1997.
El porcentaje de Andalucía indica que la mitad de los ejemplares que se atendieron pudieron reintroducirse en el medio natural de nuevo, un dato aproximado al que se consigue en Granada. Según comenta uno de los cuidadores, Francisco Lucena, la temporada estival es "más agradecida" de cara a las liberaciones. "Entran muchas especies que son expolios de nidos, la gente se cree que están abandonados pero en realidad sus padres les siguen llevando comida periódicamente, como están relativamente sanos la recuperación es más rápida", explica. Pese a que se hace un gran esfuerzo, los recortes han alcanzado también a la sanidad animal. El personal del centro lo conformaba además un responsable, especializado en biología, que tuvo que suprimirse para ahorrar gastos. Éste se encargaba de la revisión general de los animales y apoyar su rehabilitación, los cuidadores y la veterinaria asumieron sus funciones. "Ella nos dice cómo tenemos que medicar al animal y cómo tenemos que darles las dosis. Trabajamos bien con las instalaciones que tenemos aunque a veces se echan en falta algunas, para favorecer la recuperación de los animales", cuenta Francisco Lucena.
Para subsanarlo, los animales que lo requieren se derivan a otros centros, como el de Jaén, que cuenta con un inmenso voladero oval en el que las aves pueden practicar el vuelo hasta volver a adquirir todas las facultades que les permitan desplazarse por el cielo de nuevo. Por cielo, mar o aire; alcanzar la libertad es posible gracias a la labor como la que realizan cada día estos amantes incondicionales del medioambiente.
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