La Orquesta Ciudad de Granada comienza esta noche una nueva temporada con la presencia del director francés Christophe Coin
GONZALO ROLDÁN HERENCIA GRANADA
La Orquesta Ciudad de Granada afronta un nuevo curso académico con buenas expectativas, pese a la crisis económica que afecta, a nivel global, al mundo de la cultura. Por un lado, la renovación de la dirección artística y de la gerencia hacen pensar en una nueva brisa que traerá renovadas fuerzas para seguir siendo el proyecto musical más emblemático de nuestra ciudad. Por otro, pese a los recortes presupuestarios y la necesaria austeridad, la OCG cuenta con una elevada plantilla de abonados envidiable por otras orquestas nacionales, hasta el punto de tener que limitar la venta de abonos disponibles para este año.
Pero, sobre todo, el principal valor que hay que reconocerle a nuestra orquesta es la apuesta por la calidad, pues los componentes de la OCG siguen manteniendo hoy el mismo espíritu de perfección y superación de sus primeros años, creando un sonido muy personal que sitúa a la formación en lo más alto del palmarés nacional. Conscientes de este compromiso ante su audiencia, para el curso 2013-2014 afrontan una programación en la que quizás no estén presentes las más renombradas y cotizadas figuras de la música, pero en la que no se ha escatimado en calidad y coherencia. Y es que la calidad tiene muchas caras y muchos nombres, y algunos de ellos no es necesario ir a buscarlos muy lejos. Andrea Marcón, el actual director artístico de la OCG, sabe bien de ello, y por eso ha diseñado un programa en el que se ofrezca un contrapunto variado de autores y un elenco de artistas de solvencia.
Abriendo boca, el ciclo de otoño que inicia cada año la temporada trae a dos reputados nombres de la cuerda frotada: Christophe Coin y Erich Höbarth. Ambos dirigirán e interpretarán la parte solista de sendos conciertos clásicos, el Concierto para violonchelo op. 4 del poco conocido Antonin Kraft, y el más popular Concierto para violín K. 216 de Mozart. Un encuentro con los clásicos digno de no perdérselo.
Dentro del repertorio solista que este año escucharemos hemos de destacar la presencia de varios músicos de la OCG en cartel, pues nuestra orquesta tiene algo difícil de encontrar en otras: un granado elenco de músicos que pueden afrontar con éxito la interpretación solista en sus instrumentos al más alto nivel, algo que se convierte en todo un aliciente para directores y programadores. Así, nuestro oboísta Eduardo Martínez interpretará el singular concierto para oboe del compositor romántico alemán Julius Rietz. Otros dos miembros de los vientos, el clarinetista Carlos Gil y el fagotista Santiago Ríos, afrontarán el siempre sugerente y tremendamente complejo Concierto para clarinete y fagot de Richard Strauss; y el contrabajista Frano Kakarigi abordará la Fantasía Carmen para contrabajo y orquesta de Stuart Sankey. Cuatro puestos solistas para cuatro grandes músicos de la casa, que se completan este año con la presentación de Un mundo de percusión dentro de los conciertos familiares, concierto a cargo del grupo de percusión Mintaka dirigido por Jaume Esteve y Noelia Arco.
La programación de este año encierra también otras joyas a nivel de batutas y repertorio. La primera de ellas es la integral de las sinfonías de Robert Schumann que podremos escuchar en la dirección de Giancarlo Andretta, un director italiano de formación centroeuropea muy ligado a la ópera; su versión de las sinfonías de Schumann promete ser sugerente y novedosa, rememorando el éxito de público y crítica que allá por el año 2001 Salvador Mas recibió con la misma integral.
Otra joya de la temporada es la presencia de la violinista y directora Amandine Beyer, una de las figuras femeninas más interesantes del panorama internacional por sus numerosas aportaciones al repertorio histórico. Iniciada en la siempre enigmática música medieval para cuerdas, su afán por recuperar repertorio histórico le ha llevado a investigar las técnicas interpretativas renacentista y barroca, haciendo muy interesantes aportaciones al mundo de la fonografía. Como es habitual en este tipo de música, dirigirá desde el puesto de concertino a la OCG en un concierto barroco titulado Después del Caos que promete ser toda una lección de interpretación y rigor histórico.
No faltarán los grandes nombres del repertorio en la oferta de este año. Joseph Swensen dirigirá el Idilio de Sigfrido de Wagner, el Concierto para piano núm. 2 de Chopin y la Sinfonía núm. 41 "Júpiter" de Mozart en la misma velada. Por su parte, dentro de los Encuentros Manuel de Falla podremos escuchar el Adagietto para cuerdas y arpa de Gustav Mahler, en versión del director Ricardo Casero. Y en Navidad Haendel y su Mesías no faltarán a la cita, en un concierto extraordinario patrocinado por la Caixa que traerá a Granada cuatro solistas de excepción nacionales: Ruth Rosique, Jordi Doménech, Gustavo Peña y Josep Miquel Ramón; junto a ellos, el Coro de la OCG, bajo la nueva dirección artística de Lluis Vilamajó, demostrará que está más vivo que nunca, pese a que la crisis haya reducido al mínimo sus apariciones esta temporada.
También habrá lugar para el reencuentro con viejos amigos, pues entre las batutas de este año figuran nombres de sobra conocidos en Granada. En enero nos visitará Harry Christophers, principal director invitado, con un concierto basado en el poco frecuente tándem Joseph Haydn-Richard Strauss. En febrero, coincidiendo con el día de Andalucía, Antoni Ros Marbá nos deleitará con un monográfico Beethoven, y marzo Pablo González nos reserva una muy sugerente Sinfonía "Clásica" de Prokofiev, arropada por otras delicias. También nos visita nuevamente Corrado Bolsi, que se atreverá a preparar un cóctel singular cuyos ingredientes serán Telemann, Haendel y un toque de Montsalvatge. El gran ausente esta temporada será el propio Andrea Marcón, de cuya presencia sólo gozaremos en una ocasión.
Música para todos los gustos, pues la OCG ha preparado este año un menú singular en el que tradición, recuperación de repertorio y ciertos toques de modernidad constituyen un buffet libre sugerente y a la altura de las circunstancias. Pero si todo ello no les ha abierto el apetito musical, estén atentos a los especiales que se preparan, pues nuestra orquesta nos sorprenderá con un concierto de Año Nuevo y otro dedicado a Música y Cine, que serán anunciados y puestos a la venta en su debido momento.
Pero, sobre todo, el principal valor que hay que reconocerle a nuestra orquesta es la apuesta por la calidad, pues los componentes de la OCG siguen manteniendo hoy el mismo espíritu de perfección y superación de sus primeros años, creando un sonido muy personal que sitúa a la formación en lo más alto del palmarés nacional. Conscientes de este compromiso ante su audiencia, para el curso 2013-2014 afrontan una programación en la que quizás no estén presentes las más renombradas y cotizadas figuras de la música, pero en la que no se ha escatimado en calidad y coherencia. Y es que la calidad tiene muchas caras y muchos nombres, y algunos de ellos no es necesario ir a buscarlos muy lejos. Andrea Marcón, el actual director artístico de la OCG, sabe bien de ello, y por eso ha diseñado un programa en el que se ofrezca un contrapunto variado de autores y un elenco de artistas de solvencia.
Abriendo boca, el ciclo de otoño que inicia cada año la temporada trae a dos reputados nombres de la cuerda frotada: Christophe Coin y Erich Höbarth. Ambos dirigirán e interpretarán la parte solista de sendos conciertos clásicos, el Concierto para violonchelo op. 4 del poco conocido Antonin Kraft, y el más popular Concierto para violín K. 216 de Mozart. Un encuentro con los clásicos digno de no perdérselo.
Dentro del repertorio solista que este año escucharemos hemos de destacar la presencia de varios músicos de la OCG en cartel, pues nuestra orquesta tiene algo difícil de encontrar en otras: un granado elenco de músicos que pueden afrontar con éxito la interpretación solista en sus instrumentos al más alto nivel, algo que se convierte en todo un aliciente para directores y programadores. Así, nuestro oboísta Eduardo Martínez interpretará el singular concierto para oboe del compositor romántico alemán Julius Rietz. Otros dos miembros de los vientos, el clarinetista Carlos Gil y el fagotista Santiago Ríos, afrontarán el siempre sugerente y tremendamente complejo Concierto para clarinete y fagot de Richard Strauss; y el contrabajista Frano Kakarigi abordará la Fantasía Carmen para contrabajo y orquesta de Stuart Sankey. Cuatro puestos solistas para cuatro grandes músicos de la casa, que se completan este año con la presentación de Un mundo de percusión dentro de los conciertos familiares, concierto a cargo del grupo de percusión Mintaka dirigido por Jaume Esteve y Noelia Arco.
La programación de este año encierra también otras joyas a nivel de batutas y repertorio. La primera de ellas es la integral de las sinfonías de Robert Schumann que podremos escuchar en la dirección de Giancarlo Andretta, un director italiano de formación centroeuropea muy ligado a la ópera; su versión de las sinfonías de Schumann promete ser sugerente y novedosa, rememorando el éxito de público y crítica que allá por el año 2001 Salvador Mas recibió con la misma integral.
Otra joya de la temporada es la presencia de la violinista y directora Amandine Beyer, una de las figuras femeninas más interesantes del panorama internacional por sus numerosas aportaciones al repertorio histórico. Iniciada en la siempre enigmática música medieval para cuerdas, su afán por recuperar repertorio histórico le ha llevado a investigar las técnicas interpretativas renacentista y barroca, haciendo muy interesantes aportaciones al mundo de la fonografía. Como es habitual en este tipo de música, dirigirá desde el puesto de concertino a la OCG en un concierto barroco titulado Después del Caos que promete ser toda una lección de interpretación y rigor histórico.
No faltarán los grandes nombres del repertorio en la oferta de este año. Joseph Swensen dirigirá el Idilio de Sigfrido de Wagner, el Concierto para piano núm. 2 de Chopin y la Sinfonía núm. 41 "Júpiter" de Mozart en la misma velada. Por su parte, dentro de los Encuentros Manuel de Falla podremos escuchar el Adagietto para cuerdas y arpa de Gustav Mahler, en versión del director Ricardo Casero. Y en Navidad Haendel y su Mesías no faltarán a la cita, en un concierto extraordinario patrocinado por la Caixa que traerá a Granada cuatro solistas de excepción nacionales: Ruth Rosique, Jordi Doménech, Gustavo Peña y Josep Miquel Ramón; junto a ellos, el Coro de la OCG, bajo la nueva dirección artística de Lluis Vilamajó, demostrará que está más vivo que nunca, pese a que la crisis haya reducido al mínimo sus apariciones esta temporada.
También habrá lugar para el reencuentro con viejos amigos, pues entre las batutas de este año figuran nombres de sobra conocidos en Granada. En enero nos visitará Harry Christophers, principal director invitado, con un concierto basado en el poco frecuente tándem Joseph Haydn-Richard Strauss. En febrero, coincidiendo con el día de Andalucía, Antoni Ros Marbá nos deleitará con un monográfico Beethoven, y marzo Pablo González nos reserva una muy sugerente Sinfonía "Clásica" de Prokofiev, arropada por otras delicias. También nos visita nuevamente Corrado Bolsi, que se atreverá a preparar un cóctel singular cuyos ingredientes serán Telemann, Haendel y un toque de Montsalvatge. El gran ausente esta temporada será el propio Andrea Marcón, de cuya presencia sólo gozaremos en una ocasión.
Música para todos los gustos, pues la OCG ha preparado este año un menú singular en el que tradición, recuperación de repertorio y ciertos toques de modernidad constituyen un buffet libre sugerente y a la altura de las circunstancias. Pero si todo ello no les ha abierto el apetito musical, estén atentos a los especiales que se preparan, pues nuestra orquesta nos sorprenderá con un concierto de Año Nuevo y otro dedicado a Música y Cine, que serán anunciados y puestos a la venta en su debido momento.
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