El proyecto de remodelación ya se ha adjudicado, comenzará antes de un mes y tendrá un plazo de ejecución de un año
A. GONZÁLEZ VERA GRANADA
El de ayer puede considerarse un día afortunado para el urbanismo de la ciudad después de que se desbloquearan dos proyectos que arrastraba la ciudad desde hace años. El primero: el desmantelamiento de la gasolinera de Recogidas, del que se venía hablando desde el año 2005, el segundo, la adjudicación de las obras del Cuarto Real de Santo Domingo, otro tema que se había enquistado en la ciudad y del que se viene polemizando desde hace más de 20 años.
En la comisión ejecutiva de la Agencia Albaicín se adjudicaron ayer las obras de reforma del mítico edificio situado en pleno barrio del Realejo. Los trabajos se han adjudicado finalmente por 932.000 euros, pese a que el precio de licitación era inicialmente de 1.122.000 euros; comenzarán en un mes y tendrán un plazo de ejecución de un año. A partir de ahora comienza un plazo de 15 días para firmar el contrato, habrá otros 15 días para presentar el plan de seguridad y finalmente se iniciarán las obras cuando la empresa haga el acopio de materiales.
Desde que la propiedad del Cuarto Real de Santo Domingo pasó en el año 1990 a manos del Ayuntamiento se está hablando de la rehabilitación del monumento. Fue en el año 2008 cuando el proyecto de reforma se vio más cerca, después de que Javier Gallego Roca y Ramón Fernández ganaron el concurso de ideas para reformar el proyecto.
Parece que finalmente el Cuarto Real podrá abrir sus puertas para recibir a los primeros visitantes en un año. Precisamente cuando las economías pasan por su peor momento, es cuando el proyecto se ha desatascado tras encontrarse los fondos para restaurar el edificio residencial nazarí más antiguo que se conserva en España.
Después de 23 años de desencuentros institucionales y de criterios de restauración divergentes que frenaron su rehabilitación, el Ayuntamiento de Granada y la Junta pudieron dar luz verde a la intervención.
El proyecto que ahora se acometerá fue aprobado de forma definitiva en 2011, con anterioridad, en 2004, fue restaurada la Qubba, y tras haber sido objeto de algunas modificaciones durante el año pasado, es ahora cuando se adjudican y se acometen las obras.
La idea es que la pequeña casa que se ubica a la entrada sirva de taquilla, oficina de información o aseos y que el edificio adosado a la Qubba mantenga sus dos alturas. De este modo se descarta la demolición del inmueble del siglo XIX como había planteado hace años.
En la comisión ejecutiva de la Agencia Albaicín se adjudicaron ayer las obras de reforma del mítico edificio situado en pleno barrio del Realejo. Los trabajos se han adjudicado finalmente por 932.000 euros, pese a que el precio de licitación era inicialmente de 1.122.000 euros; comenzarán en un mes y tendrán un plazo de ejecución de un año. A partir de ahora comienza un plazo de 15 días para firmar el contrato, habrá otros 15 días para presentar el plan de seguridad y finalmente se iniciarán las obras cuando la empresa haga el acopio de materiales.
Desde que la propiedad del Cuarto Real de Santo Domingo pasó en el año 1990 a manos del Ayuntamiento se está hablando de la rehabilitación del monumento. Fue en el año 2008 cuando el proyecto de reforma se vio más cerca, después de que Javier Gallego Roca y Ramón Fernández ganaron el concurso de ideas para reformar el proyecto.
Parece que finalmente el Cuarto Real podrá abrir sus puertas para recibir a los primeros visitantes en un año. Precisamente cuando las economías pasan por su peor momento, es cuando el proyecto se ha desatascado tras encontrarse los fondos para restaurar el edificio residencial nazarí más antiguo que se conserva en España.
Después de 23 años de desencuentros institucionales y de criterios de restauración divergentes que frenaron su rehabilitación, el Ayuntamiento de Granada y la Junta pudieron dar luz verde a la intervención.
El proyecto que ahora se acometerá fue aprobado de forma definitiva en 2011, con anterioridad, en 2004, fue restaurada la Qubba, y tras haber sido objeto de algunas modificaciones durante el año pasado, es ahora cuando se adjudican y se acometen las obras.
La idea es que la pequeña casa que se ubica a la entrada sirva de taquilla, oficina de información o aseos y que el edificio adosado a la Qubba mantenga sus dos alturas. De este modo se descarta la demolición del inmueble del siglo XIX como había planteado hace años.
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