No tuvo en cuenta que este recinto se encuentra ubicado junto a un Bien de Interés Cultural (BIC), como es la muralla árabe, y goza de una especial protección por parte del Plan Especial Albaicín
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MIGUEL ALLENDE | GRANADA
Una reciente celebración llevada a cabo en el emblemático Carmen de San Agustín. :: IDEAL
El embrollo administrativo y judicial en que se ha visto envuelto el emblemático Carmen de San Agustín desde que una parte de la familia Pérez-Pire García decidiese alquilárselo a la empresa Gestión y Explotación de Restaurantes S.L., filial del grupo Abades, no ha hecho sino complicarse con el paso de los días. Como se recordará, este rincón tan especial del barrio del Albaicín es explotado por la mencionada empresa para la celebración al aire libre de todo tipo de eventos sociales: desde bodas, cenas de gala, banquetes de congresos, festejos y un sinfín de actividades más.
Al margen de que la Fiscalía Provincial ha iniciado diligencias de investigación -con número de expediente 174/2013- para aclarar lo que ocurre con ese carmen y si se ha vulnerado la legalidad existente, tal y como ha denunciado una parte de la citada familia, hay otro frente abierto que implica al Ayuntamiento de Granada y a la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, por cuanto el citado carmen se encuentra ubicado junto a la muralla árabe del Albaicín, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), y sometido a la protección que le confiere el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Albaicín.
El último paso dado por la única hermana de la familia Pérez-Pire García que es contraria al acuerdo con la mencionada empresa desde un principio, lo ha dado días pasados ante el Ayuntamiento de Granada. Esta parte ha elevado un escrito a la Concejalía de Urbanismo en el que solicita la revocación de la licencia concedida con fecha del pasado día 10 y con validez hasta el próximo 12 de octubre. Un permiso que otorga la teniente delegada de ese área municipal y que permite actividad hostelera en el mencionado carmen, con carácter ocasional y con exigencia del cumplimiento de una serie de requisitos por parte de la firma solicitante. Entre los mismos, un aforo máximo de 309 personas o la negativa a la utilización de cualquier equipo de reproducción musical.
Autorización
Pues bien, al tratarse de un carmen al que ampara toda la protección legal antes mencionada y dada la preeminencia de la legislación sobre protección del patrimonio histórico, «cualquier intervención, actividad o uso en dicha finca precisa la autorización de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía», se señala textualmente en el escrito dirigido a la Concejalía de Urbanismo.
La cuestión es que en el expediente de concesión de licencia que se ha tramitado ante el Ayuntamiento por parte de la citada empresa, no consta autorización alguna por parte de la Junta de Andalucía ni siquiera informe favorable. Por ello, la representación legal de la parte de la familia Pérez-Pire García que eleva el escrito considera que la licencia que ha concedido el Ayuntamiento de Granada es manifiestamente ilegal. Y así lo reconoce implícitamente la propia Concejalía de Urbanismo en un requerimiento de documentación enviado a la empresa filial del grupo Abades, que lleva fecha de 17 de abril y que por lo tanto es anterior a la licencia, cuando recoge textualmente que la protección de la que goza ese carmen y la cuestión derivada de la misma: «Cualquier intervención que se pretenda acometer en las zonas exteriores de la vivienda debe contar con la autorización de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte». Es decir, «el propio Ayuntamiento de Granada fija el criterio para que la empresa Gestión y Explotación de Restaurantes S.L. cumpla con la ley y luego no tiene en cuenta la misma al otorgar la licencia», explican a este periódico los representantes legales de una parte de la familia Pérez-Pire García.
Otras razones
Junto a la ausencia de autorización por parte de Cultura, otras razones avalan -a juicio de quien suscribe el escrito ante el Ayuntamiento- el que se revoque de forma inmediata la licencia municipal para la explotación hostelera del Carmen de San Agustín. El amplio reportaje fotográfico que acompaña al escrito y del que este periódico ya se hizo eco en anteriores informaciones, muestra que la citada mercantil procedió a instalar varias carpas de grandes dimensiones. Contravenía así uno de los condicionantes de la licencia, que establecía que «la instalación de toldos y carpas no está autorizada».
A juicio de esta parte, la instalación de las citadas carpas se llevó a cabo mediante perforaciones, sin autorización arqueológica. Se sitúan junto a la muralla árabe, para construir pozos de cimentación en los que se colocarían los anclajes necesarios para levantar una gran carpa de estructura metálica, que permita concentrarse a varios cientos de persona bajo la misma. Son 120 perforaciones en total de un profundidad de un metro de longitud y una anchura de 2,5 centímetros. La delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Ana Gámez, señaló días atrás a IDEAL que la aprobación del cambio de uso del inmueble del Carmen de San Agustín afectaba tan solo al 33% del mismo, en la planta baja, mientras que el 66% restante debe mantener su carácter residencial. El resto queda a la espera de que pase por la Comisión de Patrimonio.
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