Mientras unos destacan el buen tiempo, algunos consideran que tantos cambios en la duración de la feria crean mucha confusión, otros opinan que la afluencia ha caído más de un 20% e Inagra dice que recoge más basura
El tradicional castillo de fuegos artificiales del Palacio de Congresos y un concierto, pusieron fin (de forma oficial) al Corpus de 2013.
El ferial es hoy un ir y venir de camiones y operarios pero ayer todavía los caballos paseaban por el albero del ferial de Almanjáyar, las mujeres vestidas de gitana buscaban el fresco de las casetas y los grupos de adolescentes hacían cola para que los atendieran los tatuados y fornidos camareros de las casetas disco. Ayer tocaba darlo todo en el fin de fiestas del Corpus de 2013, que se prolongó hasta bien entrada esta madrugada.
Como había empezado antes de lo habitual en otros años, había un poco de lío sobre qué ocurriría hoy domingo. "A la gente la tenemos confundida: ahora este domingo sí, este domingo no. Tenía que haber sido como los últimos cuatro años, de lunes a domingo. Si total, el primer fin de semana fue muy flojito", comentaba Manolo Villar, del Mesón Brasil, uno de los primeros grandes puestos de comida caliente que los visitantes se encuentran al cruzar la portada del ferial, justo al lado de la Caseta del Ayuntamiento.
"Hombre, para la crisis que hay no ha estado mal la feria. Nosotros llevamos viniendo 30 años y es una de las mejores de las que conocemos en España", cuenta Villar. "Sí, bien, pero ha caído un 30% respecto al año pasado, aunque es verdad que hay muy buen ambiente y muy buena gente", puntualizaba uno de los camareros de su equipo, conocido como Chiqui el de Linares.
Su vecino de caseta, Manuel Luis Toro, uno de los integrantes del famoso equipo de hostelería de los Hermanos Toro -que en Granada este año además de la Caseta del Ayuntamiento ha llevado la Rural y de la Gaviota- también tiene palabras de elogio para la feria, aunque cree que este año la afluencia ha caído "en torno a un 20%". "Es que los primeros días han sido muy flojos, pero desde el miércoles la cosa ha ido ambientándose", comenta Toro, para quien "la duración no está tan mal, lo que pasa es que el domingo pasado, por ejemplo, no se organizó ninguna actividad y fue muy flojo".
Su opinión es justo contraria a la de Mladen Iliev, que vende papeletas en una tómbola. "El primer día fue muy fuerte, pero los otros ha venido poca gente".
Algunos camareros de la cuadrilla de Toro apuntaban que en Granada "hay menos hábito de gastar" que en la Feria de Sevilla, pero el responsable de uno de los grupos más fuertes en el sector de la restauración en las casetas considera que la reducción en las cajas se debe a que ahora la gente opta por productos más baratos -"hay más pinchos o más tortillas y menos platos de jamón o de gambas"- y cree que el ferial granadino "es el justo para la afluencia de público que hay. No es necesario más espacio".
Para otros el balance de la feria de este año es más positivo que el de anteriores ediciones. Por ejemplo, para José Manuel Povedero, "esta edición ha estado mejor organizada en el tema de los caballos". "Mejor que ninguna feria porque han puesto vallas para controlar el acceso y además pedían los papeles a todo el mundo", comentaba el caballista a lomos de Maniático, un pura raza española que daba muestras de ser todo nervio.
En su opinión, el gremio de los caballistas está en aumento en el ferial de Almanjáyar, sin embargo otros tienen la percepción de que cada vez van quedando menos del suyo. Ese es el caso de Antonio Ruiz, uno de los socios fundadores de La Ruiseñora. "En esta feria había muchas casetas particulares y ahora sólo quedamos 17. Muchos sitios de esta calle muy buenos está ocupados ahora por casetas institucionales", comentaba Ruiz asomado a la barandilla de su caseta. "Nosotros promocionamos la feria de día y nos parece que se le está haciendo ahora la competencia con la del centro, con Bib-Rambla y la Plaza del Ayuntamiento. Y el alcalde y las autoridades tienen que venir a comer a su caseta y no al centro a otros sitios", afirmaba Ruiz, quien lamentaba que, por ejemplo, ya no hay los concursos entre caseteros que había antes. Sin embargo, tampoco teme por el futuro de la feria, porque los jóvenes están cogiendo el testigo de la feria, sobre todo muchos hijos de caseteros.
Uno de esos hijos de casetero que ahora es socio es José María Quirós, que ayer acudió ayer a almorzar a La Ruiseñora acompañado de su hija Blanca y su esposa, María José Valderas, quien señalaba que una de las principales ventajas que ha ofrecido la feria de este año ha sido el clima. "Ha hecho muy buena temperatura y no ha llovido. Si hace calor aquí se pude estar sólo un ratillo, sobre todo si vienes con un niño pequeño, porque no aguanta".
En lo que están casi todos de acuerdo es que la feria se ha animado en las casetas a partir del miércoles y en que ha sido una edición bastante tranquila. Al menos esa era la impresión de Carlos Garrido, guardia jurado en la Caseta de la Diputación. "Yo he estado aquí todos los días y no he presenciado ningún incidente. Por lo demás, mucha gente y poco gasto".
Esa impresión de tranquilidad y afluencia era confirmada ayer por el gerente del Ferial, Francisco Ocaña. "Aunque faltan algunos datos por recoger, ha habido la misma gente que el año pasado, tanto por días como por volumen total de visitantes. Incluso se ha generado más basura algunos días. Además ha sido una feria bastante tranquila, con la treintena de intervenciones que suele ser habitual cada diariamente, pero por cuestiones menores", comentaba ayer Ocaña.
Poco después, el tradicional castillo de fuegos artificiales ponía fin de forma oficial al Corpus de 2013. Eso era la las diez de la noche en la explanada del Palacio de Congresos, porque en el ferial la fiesta duraba hasta bastantes pero que bastantes horas más tarde.
domingo, 2 de junio de 2013
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