Los e-cigarros se han convertido en uno de los regalos de estas navidades mientras los principales organismos de la Salud piden prudencia y desaconsejan su uso hasta que se investiguen sus efectos sobre las personas
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PABLO RODRÍGUEZ
Gonzalo, dueño de E-Vapor, uno de los establecimientos que venden cigarrillos electrónicos en Granada.:: P.R.
Hace solo dos semanas que lo compró y dice que le cambió la vida. El granadino Juan García expulsa una vaharada de humo blanco mientras enseña un cigarrillo electrónico último modelo. En sus manos parece un aparato del futuro. Una cubierta transparente deja entrever la resistencia por donde el líquido inhalado se transforma en vapor. Después se aspira por la boquilla. "Igual que un pitillo pero mucho mejor, huele bien", asegura tras la calada. El aroma a menta de la humareda se nota en toda la habitación y es una de las cuestiones más alabadas por los fumadores de este sistema que se ha convertido en una incógnita que divide a comerciantes y expertos en Salud.
El 'boom' de los cigarrillos electrónicos se ha hecho notar este 2013 en la provincia, donde se han abierto más de una veintena de tiendas que los comercializan. Solo en la capital superan la decena. Los clientes se han multiplicado de forma exponencial y la época navideña llega en un momento idóneo para que se convierta en uno de los regalos estrella. "Creemos que vamos a hacer una buena campaña", dice Gonzalo, dueño de E-Vapor. El empresario abrió su local en la calle Acera del Darro hace nueve meses y desde entonces ha tenido una gran acogida. "Por aquí vienen muchos clientes y puedo decir que la inmensa mayoría repite".
Como Juan García, muchos fumadores se han pasado a estos 'vaporizadores' hipnotizados por el diseño, los sabores e, indudablemente, la creencia de que se trata de una forma mejor de fumar. "Noto más los sabores que con el tabaco", asegura Juan. Pero, ¿es realmente saludable? Gonzalo así lo cree. "Lo que vendemos lleva extractos de hierba que son naturales, glicerina y propilenglicol. Después está la nicotina, pero es un cuarto ingrediente opcional", señala y efectivamente así reza en la caja de donde saca uno de los líquidos en venta en E-Vapor. Todos los elementos, salvo la nicotina, están considerados como seguros para el consumo humano y no existen informes adversos sobre ellos.
El debate de la tasa de nicotina
Pero la nicotina es la clave de todo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera un ingrediente psicoactivo muy adictivo y así consta en todos los estudios realizados al respecto. La presencia de este elemento en los cigarrillos electrónicos es clave para que los fumadores sigan consumiéndolos. No todos los e-cigarros presentan las mismas cantidades a priori y así lo hace saber Gonzalo. En el establecimiento se venden cuatro modelos diferentes, de tasa alta, media y baja de nicotina y otro que carece de este ingrediente. "El formato de tasa alta tiene 18 miligramos de nicotina por mililitro, si lo comparas con los 80 mg/ml de un cigarro normal ya es bastante menos", señala.
A pesar de lo expuesto por comercializadores como Gonzalo, las dudas se acumulan en torno al cigarrillo electrónico. Los doctores y expertos antitabaco no están convencidos de la transparencia del sector. "La trayectoria de la industria de la nicotina, con continuos engaños, aconseja prudencia; la postura de la OMS y de la Comisión de la Prevención del Tabaquismo es que no es seguro porque todavía no se conocen los ingredientes reales de los que se componen", señala Susana Fernández, Técnico de Promoción de Salud de la Unidad de Gestión Clínica de Promoción, Prevención y Vigilancia de la Salud en Granada. Médicos e investigadores sospechan que los líquidos portan algo más que lo que confirma la propia industria, asegura esta experta y así se ha comprobado tras hacer la misma pregunta a diferentes doctores de la provincia.
Más allá de la tasa de nicotina, la forma de consumo del e-cigarro lo diferencia claramente de otros sistemas como los parches. "El equivalente de nicotina en un cigarrillo electrónico es mucho más potente. El pico de adicción es más directo, no es tan plano como el de otros sistemas". A pesar de todo, los investigadores continúan analizando este tipo de dispositivos. "Los efectos se están investigando todavía; no se saben al cien por cien porque se ha comercializado de manera que no es un fármaco y como algo que está fuera de los productos derivados del cigarrillo", aclara.
El impacto sobre el entorno también es una cuestión que se debate. Mientras los comercializadores consultados reiteran la creencia de que lo espirado por los fumadores es exclusivamente vapor de agua, los neumólogos no lo ven tan claro. El impacto sobre las vías aéreas a corto plazo parece ser similar a los producidos por los cigarrillos habituales puesto que aumentan de forma inmediata la resistencia de este área, tal y como informó la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur de España (NEUMOSUR) hace tan solo unos días. "Parece que los cigarrillos electrónicos y los normales clínicamente tienen los mismos efectos", apunta Susana Fernández.
Una puerta de entrada al tabaquismo
El equipo de expertos de Fernández trabaja codo con codo con fumadores de la provincia que quieren dejar su adicción y han percibido un cambio en la dinámica durante este último año. "Algo que hemos notado es que muchos de lo que estaban dejando de fumar están apostando por esta supuesta idea de fumar sana, que es completamente falsa", explica.
El asunto es importante. El último estudio publicado por la Consejería de Salud sobre la población andaluza ante las drogas estimaba que casi un tercio de los granadinos fumaban diariamente. Son datos correspondientes al año 2011, por lo que aún no reflejan de forma directa el impacto de la nueva moda. El temor de los expertos es que el e-cigarro se ha convertido en una puerta de entrada al tabaquismo. "Se está permitiendo el uso de estos cigarrillos en sitios públicos y se está viendo de nuevo el hábito de fumar, por eso apelamos a la responsabilidad de los adultos para que se tenga en cuenta a los jóvenes y evitar que caigan en el tabaco", señala Fernández.
Fumadores como Juan García y comercializadores como Gonzalo coinciden en este punto con todos los médicos de la provincia consultados. "Yo fumo, pero cuando voy en el autobús no se me ocurre usarlo. Es una cuestión de ética de los fumadores que ha fomentado la ley y que nos parece correcta", explica Gonzalo. No es el único punto de unión entre vendedores y expertos en Salud. Ambos coinciden en pedir una regulación para este tipo de dispositivos. "Andalucía, como Cataluña, han sido las primeras en anunciar que están trabajando en una regulación para los cigarrillos electrónicos. Creemos que es necesario", recuerda Fernández. También Gonzalo. "Lo que queremos es que esto se defina de una vez y que la gente sepa por fin cuándo y dónde usarlos para que no tengamos más problemas", dice.
Todo apunta a que saldrá adelante cuando las investigaciones certifiquen de forma exacta el efecto de los e-cigarros sobre la salud de las personas. Mientras tanto fumadores y familiares se acercan estas fechas a las tiendas para comprar los kits a la venta. Los sabores son uno de los atractivos más intensos de estos pitillos digitales. "El que tengo es de menta, pero estoy pensando que me voy a pasar al de vainilla", dice Juan García. Sea con un sabor u otro, cree que el ritual de fumador es algo inherente a él y es algo que agradece a este tipo de dispositivos. "No me importa el debate, sé que fumar no es bueno y que algún día lo dejaré, pero todavía no...", dice y con una vaharada blanca pone el punto final.
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