domingo, 15 de diciembre de 2013

Universitarios Solidarios granadahoy.com

Además de estudiar, salir con los amigos o practicar deporte, existe un amplio número de jóvenes que cada semana entrega parte de su tiempo en labores sociales
LOURDES MINGORANCE GRANADA
Cada tarde, cuando las bajas temperaturas empiezan a congelar el asfalto, una docena de estudiantes universitarios recorren las calles de Granada en busca de personas sin hogar. Lo hacen con una ruta previamente establecida y realizando una labor de acompañamiento e información para que todas estas personas que por distintas circunstancias han acabado viviendo en la calle se sientan, por un rato, escuchados, atendidos y conozcan todos y cada uno de los organismos que están dispuestos a tenderles la mano. 

La comitiva está formada por un numeroso grupo de estudiantes universitarios que cada curso, cuando organizan su agenda entre exámenes, trabajos y fiesta, deciden apartar unas horas a la semana para desempeñar labores de tipo social. Una tarea muy útil que desempeñan a través de la ONG Solidarios, una organización con la que están muy satisfechos por la facilidad con la que consiguen involucrarse en distintos programas para ayudar a quienes más lo necesitan. 

"A principios de curso estuve buscando un voluntariado y después de mirar varios, finalmente, me decanté por el programa de acompañamiento a las personas sin hogar de la ONG Solidarios", explica en este sentido Jesús, uno de los estudiantes que cada martes dedica una media de tres horas para realizar una de las rutas que realiza Solidarios para atender, de alguna forma, a este colectivo que con la crisis es cada vez más amplio. 

Así, cada martes sobre las siete de la tarde Jesús queda con el resto de los estudiantes que participan en este programa en la Facultad de Ciencias, donde, según relata, entre todos preparan unos termos con un caldo caliente para partir con destino hacia la ruta que previamente han establecido y que en su caso comprende el entorno de la Catedral de Granada, aunque hay muchas más. 

En el termo que llevan, según explica Jesús, vierten un caldo caliente o un chocolate, que para nosotros "es la vía para entablar una conversación con ellos" pues es precisamente éste uno de los principales objetivos de este programa: Entablar conversación con las personas que viven en la calle, escucharlas, y en definitiva "que se sientan acompañadas por un rato". 

Asimismo, según detalla, desde que comenzó a colaborar como voluntario, Jesús, que estudia Trabajo Social en la UGR, está tan encantado con el programa, que sus propios compañeros de piso han terminado por apuntarse. "De tanto oírme hablar sobre el acompañamiento decidieron probar y finalmente se han sumado al grupo", remarca. A él, en especial le parece una iniciativa realmente apasionante ya que además de ayudar a los demás, "te hace crecer como persona". Tal es su satisfacción que cuando finalice sus estudios desea continuar realizando este voluntariado, y no sólo eso, quizás también enfocar su carrera de lleno hacia este colectivo. 

El programa, de acompañamiento a personas sin hogar se desarrolla en la capital desde el año 2001. Se trata de un proyecto que busca romper las barreras de comunicación de las personas sin hogar para que se sientan dignas y se relacionen en condiciones de igualdad. Eso sí, no es el único programa que realiza Solidarios. La ONG que tiene otros numerosos proyectos que atienden a otros colectivos como son la población inmigrante; personas con problemas de salud mental; mayores, menores y jóvenes en riesgo de exclusión social; personas hospitalizadas, o privadas de libertad, a través de los talleres que se realizan dentro del entorno penitenciario. 

Gracias a estos programas, personas como Encarna, una señora mayor que reside en Granada, se sienten más acompañadas, pues cada miércoles esta señora recibe la visita de dos voluntarias de Solidarios que la acompañan a la hora de hacer las compras, le dan conversación y, en definitiva, le hacen la vida un poco más amena. 

"Encarnita es una persona muy fuerte, puede parecer que nosotros la apoyamos a ella, pero no es así. Es ella la que nos enseña a nosotros y a pesar de sus dolores, todos los días tiene ganas de ir a la calle y siempre está pensando en los demás", relata Olivia Jenkins, una joven estudiante de la UGR, que participa en el programa de acompañamiento a mayores con el que cada semana visita a Encarnita y pasa con ella unas horas. 

"Es una mujer increíble, la semana pasada compró flores para su vecinos y también pescado para las monjas, es un auténtico ejemplo a seguir", recalcó Jenkins, que llegó a afirmar que de mayor le gustaría ser como ella. Según cuenta esta joven, que es de California y está estudiando español en el Centro de Lenguas Modernas, se enteró de este voluntariado por el coordinador de su programa de estudios de libre movilidad PAPI. Una experiencia, que para ella está resultando apasionante, no solo por vivir en Granada, si no también por los días que pasa con Encarnita. En esta misma línea, Desirée Martínez, que estudia Trabajo Social, remarca los numerosos puntos positivos que tiene ser voluntaria en cualquier programa social de la red Solidarios. Ella, concretamente se decantó por el programa de ayuda a discapacitados, por el que cada semana acude al centro que trabaja con este colectivo en la Huerta del Rasillo donde realizan actividades muy entretenidas. "Voy los miércoles y cada día toca algo distingo. Hay veces que salimos todos de paseo, o que vamos al Centro Comercial o al karaoke. También realizamos talleres, por ejemplo, para elaborar adornos de Navidad o de cualquier cosa que se nos ocurra", relata Martínez. 

Un conjunto de actividades donde lo que prima, según afirma es la propia autonomía de los discapacitados, "pues lo verdaderamente importante es que ellos hagan, en la medida de sus posibilidades, sus trabajos o lleven a cabo sus talleres con nuestro apoyo". Un voluntariado, que a todos estos jóvenes les resulta especialmente gratificantes y que no tienen intención de abandonar mientras residan en Granada y continúen con sus estudios, porque aunque parezca que con tantos trabajos de clase o actividades no hay queda demasiado tiempo "siempre queda espacio para todo y dedicar tiempo a esto merece la pena". 

Solidarios es una organización sin ánimo de lucro que realiza convenios de colaboración con las universidades españolas para ayudar a quienes más lo necesitan. En la capital está presente y vinculada a la Universidad de Granada desde hace 26 años, según palabras de la coordinadora de estos programas, Ada Sánchez. Esta mujer, que conoce el voluntariado a la perfección -ha sido voluntaria en gran parte de los programas- es la encargada de transmitir a los estudiantes de la UGR que participan en Solidarios, las nociones básicas que necesita conocer cualquier persona que quiera prestar su tiempo a los demás o, así como coordina los grupos de trabajo y las actividades. Según cuenta, además de organizar la red, que tiene programas propios, y otros en colaboración con otros centros, Sánchez también continúa siendo cada semana voluntaria con el grupo de personas sin hogar, pues "es difícil transmitir todos estos valores al alumnado si no te involucras al 100%". 

Sobre el perfil de los voluntarios, relata que cada año cuentan con alrededor de 120 o 130 alumnos y que son en su mayoría personas que vienen de becas Séneca, Erasmus, o estudiantes de la Universidad de Granada, aunque eso sí, todo el que lo desee puede participar en estos programas independientemente de que esté matriculado en la universidad. Por eso, tanto ella, como el resto de voluntarios, invitan a todo aquel que desee entregar una parte de su tiempo a los demás a venir a Solidarios, un lugar donde desde el principio, "te enriqueces como persona, aprendes a valorar las cosas y, en general, y aunque suene a tópico, recibes mucho más de lo que das".

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