Asaja asegura que en Granada está en riesgo el 95% de la superficie de hortícolas y casi todo el viñedo
EFE GRANADA
La organización agraria Asaja ha denunciado la "falta de voluntad política" para tratar de regular unas tarifas eléctricas que se adapten a los consumos de los regantes y que no se vean obligados a pagar durante todo el año una potencia que solo necesitan durante la campaña de riego. En la provincia de Granada está bajo amenaza el 95% de la superficie de cultivos de hortícolas y casi la totalidad del viñedo, tubérculos, frutales y cítricos, además del 25% de olivar, el 20% de cereales y el 5% de frutos secos.
En la actualidad, la electricidad supone el principal coste de la explotación de regadío, por encima de semillas, fertilizantes, gasóleo e incluso los costes laborales en determinados cultivos.
Asaja advierte de que la primera subida importante de la luz fue en junio de 2008, cuando el Gobierno de entonces suspendió las tarifas especiales de riego incorporando al sector "al mal denominado mercado libre", lo que provocó un incremento del 110% de los costes de la energía. A eso se ha unido la última reforma aplicada en el pasado mes de agosto, que ha supuesto un incremento de la factura de los regantes de hasta un 230%, y el anuncio de una nueva subida en enero del 2014.
Asaja advierte de que esta situación puede suponer el abandono de los cultivos de regadío en provincias como la de Granada, que representa el 95% de la superficie de hortícolas, casi el 100% del viñedo, tubérculos, frutales y cítricos, el 25% de olivar. Critican también la negativa del Ministerio de Industria a reconocer el carácter estacional del regadío, lo que crea un agravio comparativo con otros sectores productivos como la metalurgia, la siderurgia, el cemento o los aluminios, a quienes beneficia, dice Asaja, con reducciones del peaje de la energía por kilovatio consumido o exenciones del impuesto de la electricidad del 85%.
La organización agraria advierte de que está en juego toda la inversión realizada hasta ahora en la modernización y viabilidad de 50.000 explotaciones agrícolas en Andalucía, 8.000 de ellas en Granada.
En la actualidad, la electricidad supone el principal coste de la explotación de regadío, por encima de semillas, fertilizantes, gasóleo e incluso los costes laborales en determinados cultivos.
Asaja advierte de que la primera subida importante de la luz fue en junio de 2008, cuando el Gobierno de entonces suspendió las tarifas especiales de riego incorporando al sector "al mal denominado mercado libre", lo que provocó un incremento del 110% de los costes de la energía. A eso se ha unido la última reforma aplicada en el pasado mes de agosto, que ha supuesto un incremento de la factura de los regantes de hasta un 230%, y el anuncio de una nueva subida en enero del 2014.
Asaja advierte de que esta situación puede suponer el abandono de los cultivos de regadío en provincias como la de Granada, que representa el 95% de la superficie de hortícolas, casi el 100% del viñedo, tubérculos, frutales y cítricos, el 25% de olivar. Critican también la negativa del Ministerio de Industria a reconocer el carácter estacional del regadío, lo que crea un agravio comparativo con otros sectores productivos como la metalurgia, la siderurgia, el cemento o los aluminios, a quienes beneficia, dice Asaja, con reducciones del peaje de la energía por kilovatio consumido o exenciones del impuesto de la electricidad del 85%.
La organización agraria advierte de que está en juego toda la inversión realizada hasta ahora en la modernización y viabilidad de 50.000 explotaciones agrícolas en Andalucía, 8.000 de ellas en Granada.
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