El Zaidín ultima los preparativos de su ciclo de conciertos, que cuenta este año con Rosendo, la Kinky Beat o Canteca de Macao
BELÉN RICO GRANADA
El festival de Rock del Zaidín presentará batalla un año más a pesar de las pegas que ha tenido que afrontar en sus últimas convocatorias. En su 33 edición, los recortes del presupuesto han obligado al festival más popular de la ciudad (que ha pasado de los 120.000 de sus mejores años a los 55.000 de 2013) a dejar un poco de lado el rock y a girar hacia el mestizaje, tal y como reconoce Paco Burgos, uno de sus programadores musicales. "Se trata de una cuestión de presupuesto pero también es cierto que este estilo es una tendencia más actual, porque el público de rock ha descendido en los últimos años en las salas de conciertos de la ciudad, aunque algunos grupos sigan llenando", explica Burgos, quien reconoce que el cartel de esta edición resulta "un poco más flojo" porque no se pueden conseguir tantos nombres famosos.
Con el que sí se ha podido contar es con el nombre del rockero español por excelencia: Rosendo que, según anunció Burgos, presentará el sábado en Granada su último disco dentro de la gira nacional de 2013 que lleva por título Me parece mentira.
Otra de las novedades que señala Burgos es una mayor presencia de bandas locales, entre los que destacan Los Vecinos del Callejón, "un grupo que resultará la sorpresa del festival". "Quizás el cartel de este año esté un poco descompensado en el sentido de que hay más grupos de mestizaje que de rock, pero es verdad que hay bastantes nombres que tienen mucho tirón, como Kinky Beat o Airbag", reflexiona Burgos.
Todo está ya dispuesto para la celebración del ciclo de conciertos que se desarrollará los días 5, 6 y 7 de septiembre. En concreto, habrá siete bandas granadinas, entre las que se encuentra Blues City Cops, que abrirán el Festival del Zaidín el jueves a las 22:00 horas en el recinto habitual. Ofrecerán una fusión entre el blues y el rock con claras influencias del blues como Muddy Waters o Stevie Ray Vaughan y del rock como Rolling Stones o Led Zeppelin. Una de las características que exhibirán es su variedad musical, porque experimentan con géneros como el reggae o el soul.
Xanataun, otra de las propuestas granadinas que fusiona blues, flamenco y electrónica, serán los siguientes que se dejarán ver en el escenario.
Les seguirán los malagueños Airbag, que presentarán su Manual de montaña rusa, un trabajo lleno de melodías y armonías vocales muy cuidadas.
Los miembros de Kinky Beat demostrarán qué hay bajo la modorra postmoderna y los Bongo Botrako cerrarán la noche del jueves.
Checopolaco, uno de los fundadores de Lori Meyers y bajista de Los Planetas, abrirá la del viernes. Llegará con la resaca de la presentación de Las fuerzas y la rebelión de los que estamos perdidos.
El testigo lo tomarán los The Milkyway Express con el rock sureño de raíz americana y desparpajo sevillano de su One day in summer.
Tras ellos, Los vecinos del callejón con una propuesta que fusiona funky, reggea, ska, rock que hará bailar y divertirá a los asistentes.
Luego llega el Canijo de Jerez con El nuevo despertar de la farándula cósmica, una vuelta de tuerca más al sonido garrapatero de su grupo habitual, Los Delinqüentes.
Canteca Macao son el penúltimo grupo de lo que se prevé una agitada noche de viernes. La banda madrileña celebrará con el público del Zaidín su décimo aniversario con la fusión de los cuatro conceptos que ellos proponen: re-torno, re-vuelta, re-incidencia y re-invención.
Cierran velada otros granadinos, Sonido Vegetal, que acaban de sacar su segundo disco, Las bases del razonamiento, para el que han contado con la colaboración de Amparo Sánchez-Amparanoia; Aitor Velázquez, de Hora Zulú; y Tony Moreno, de Eskorzo.
El sábado 7 de septiembre, el día fuerte, arranca con los jóvenes Charlotte, una banda de indie, pop y rock granadino que presentarán en el festival su primer EP, Helio.
Les seguirán otras dos bandas granadinas, Zio, que presenta su primer álbum, Broken Toys, y Mariscal Chang, una banda de rock que tras una larga travesía en los escenarios dieron el salto a la grabación con Gente fría, con colaboraciones de Paco Solana y Paco Chica.
Los siguientes serán Boikot, una formación madrileña y trotamundos que va ya por su duodécima entrega, Lagrimas de rabia, con el que vienen al Zaidin.
Y para deleite de los rockeros puros, el siguiente será el esperado Rosendo, que presentará su no menos deseado disco.
El dúo malagueño Les castizos, la antítesis al dj convencional, cerrarán noche y ciclo de conciertos, aunque las fiestas del populoso barrio aún se prolongarán un día más.
Ese es el broche de un cartel que se ha visto peligrar por las deudas de las instituciones, la reducción drástica de las subvenciones públicas -"ya no son subvenciones, son ayudas", comenta Paco Burgos- y por una serie de trabas burocráticas que culminaron con una rocambolesca multa a los integrantes de la Asociación de Vecinos.
El Zaidín Rock, que anteriormente recibía ayuda económica del Ayuntamiento de Granada y de la Diputación para la financiación de estos festejos, ha visto reducida un año más la ayuda por parte del Ayuntamiento y desaparecida totalmente la de Diputación. Como declara Carmen Illescas, vicepresidenta de la Asociación de Vecinos, "han cerrado todas las puertas". "Se nos obvia de manera poco diplomática tanto desde el Ayuntamiento como desde la Diputación, y el Zaidín Rock es la forma de que Granada viva del rock".
Actualmente, el festival se financia por la pequeña aportación que hace el Ayuntamiento, los patrocinadores y la Consejería de Turismo. El presidente de la asociación vecinal, Antonio Ruiz, detalla que en el mes de julio el Consistorio abonó 12.000 euros, con lo que la deuda municipal a día de hoy asciende a los 7.000 euros que la asociación destinó a arreglar los terrenos donde se celebra el Zaidín Rock en la actualidad.
A su vez la asociación acarrea con una multa de 7.500 por la tardanza en la entrega de los papeles necesarios para la licencia de realización del evento, y que a pesar de la negativa del ayuntamiento, se llevo a cabo. "Esperamos que el juez nos dé la razón, pero se sabrá cuando salga la sentencia en los próximos días, a principios de septiembre", cuenta el presidente de la formación vecinal sobre un dictamen legal que esperaban conocer en julio y que puede hacerse público durante los festejos.
Lo que ya es seguro es que, a pesar de los inconvenientes la cita, volverá a celebrarse en el recinto ferial y la entrada volverá a ser gratuita, una de las apuestas que mantiene este festival aunque hace unos años se tuvo que llegar a cobrar entrada. "Entre las ayudas de la Junta y los patrocinadores, sobre todo Cervezas Alhambra y los Hermanos Toro, podemos seguir celebrándolo y además sin cobrar entrada", destaca Ruiz.
Se calcula que unas treinta mil personas asistieron el año pasado a los conciertos y que se crearon un total de 300 puestos de trabajo, una cifra que podría alcanzarse este año si todo sale tal y como se espera por parte de la asociación de vecinos.
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