Hoy llegan nuevos universitarios para sustituir a los que comenzaron la semana pasada
ÁNGELA R. BONACHERA GRANADA
El chaparrón de ayer les obligó a parar durante un par de horas, pero el ritmo no cesa en los yacimientos arqueológicos de Orce, donde los investigadores y voluntarios universitarios continúan con sus labores para sacar a la luz los millones de años de historia que encierran sus tierras.
Los trabajos comenzaron hace algo más de una semana, y ya se empiezan a ver los resultados. Aún así, se trata de un trabajo "artesanal", que necesita valerse de paciencia y muchas ganas. Uno de los tres yacimientos explorados, el de Fuente Nueva -que llevaba ocho años parado-, será el que estrene la tecnología del escáner 3D en la zona. Bienvenido Martínez, arqueólogo que trabaja en los yacimientos, explica que con esta tecnología se podrá obtener una reconstrucción del depósito que permita saber cómo están dispuestos los huesos y su estado. Esto se hará justo antes de que los trabajos terminen de cara al invierno, alrededor del día 9 de septiembre, cuando los huesos estén limpios y bien conservados, logrando así dejar perfectamente documentado el estado de los restos encontrados. "Cuando se excava un yacimiento no hay marcha atrás, por eso lo documentamos todo", explica el arqueólogo.
Pero hasta entonces, los trabajos siguen en esta zona del norte de la provincia, donde un equipo de 60 personas trabaja a diario. De ellas, la gran mayoría, unas 50, son jóvenes estudiantes universitarios de diferentes disciplinas que acuden al lugar para profundizar en sus respectivas áreas. "Queremos que Orce sea una escuela de la Prehistoria", comenta Martínez. Por esto mismo, y atendiendo al deseo de acoger al mayor número posible de estudiantes, hoy han cambiado el turno. Los que llevan desde el pasado día 19 se van, y llegan otros nuevos con energías renovadas. Jóvenes de todas partes de España, principalmente de las universidades andaluzas, pero también de Madrid, Galicia o Tarragona que están especializados en diversas ramas del conocimiento, desde historia hasta biología, pasando por la arqueología.
Todos ellos son los encargados, junto con los investigadores, de trabajar en los yacimientos para limpiar las zonas, localizar y extraer los hallazgos en los tres depósitos, cada uno de ellos con sus peculiaridades propias.
El de Barranco León, por ejemplo, fue famoso por ser el lugar en el que se encontró en 2002 el diente de un niño datado con 1,4 millones de años. Ahora mismo, tal y como explica Martínez, "hay que seguir excavando" ya que siguen encontrando abundante industria lítica -piedras talladas- y restos de fauna. Además, los trabajos se están realizando en el mismo lugar en el que se encontró el diente, por lo que es posible que se encuentren otros restos de homínidos.
Por su parte, en el de Fuente Nueva hay dos defensas -dientes incisivos de crecimiento continuo- de cerca de 3 metros de largo que pertenecen a elefantes gigantes (doblan en tamaño a los actuales africanos). El objetivo primordial en ese yacimiento era extraer estas dos piezas de más de 30 centímetros de diámetro, sin embargo, los trabajos se están complicando, y no precisamente por la escasez de resultados. Cuanto más limpian el entorno, más restos de otros animales encuentran. "Llegaremos hasta donde podamos", explica Martínez. Y es que en este yacimiento no dejan de encontrar restos de distintas especies: elefantes, caballos... pero también carnívoros de menor tamaño -como tejones- que no se esperaba encontrar, al tratarse de una zona con 'megafauna'. Se trata, además, de un lugar en el que la limpieza de los huesos es algo más complicada porque el sedimento "está más cementado", explica.
Más fácil está siendo el de Venta Micena, donde incluso han ampliado en 20 metros cuadrados la superficie de trabajo. Esta zona, que fue calificada por el arqueólogo como "yacimiento inagotable" al tener una densidad altísima de huesos, sigue dando trabajo: se han encontrado ya restos de búfalos, bisontes, ciervos gigantes y también hienas y osos. Resquicios de una vida lejana en el tiempo, pero que todavía tiene mucho que decir y enseñar.
Los trabajos comenzaron hace algo más de una semana, y ya se empiezan a ver los resultados. Aún así, se trata de un trabajo "artesanal", que necesita valerse de paciencia y muchas ganas. Uno de los tres yacimientos explorados, el de Fuente Nueva -que llevaba ocho años parado-, será el que estrene la tecnología del escáner 3D en la zona. Bienvenido Martínez, arqueólogo que trabaja en los yacimientos, explica que con esta tecnología se podrá obtener una reconstrucción del depósito que permita saber cómo están dispuestos los huesos y su estado. Esto se hará justo antes de que los trabajos terminen de cara al invierno, alrededor del día 9 de septiembre, cuando los huesos estén limpios y bien conservados, logrando así dejar perfectamente documentado el estado de los restos encontrados. "Cuando se excava un yacimiento no hay marcha atrás, por eso lo documentamos todo", explica el arqueólogo.
Pero hasta entonces, los trabajos siguen en esta zona del norte de la provincia, donde un equipo de 60 personas trabaja a diario. De ellas, la gran mayoría, unas 50, son jóvenes estudiantes universitarios de diferentes disciplinas que acuden al lugar para profundizar en sus respectivas áreas. "Queremos que Orce sea una escuela de la Prehistoria", comenta Martínez. Por esto mismo, y atendiendo al deseo de acoger al mayor número posible de estudiantes, hoy han cambiado el turno. Los que llevan desde el pasado día 19 se van, y llegan otros nuevos con energías renovadas. Jóvenes de todas partes de España, principalmente de las universidades andaluzas, pero también de Madrid, Galicia o Tarragona que están especializados en diversas ramas del conocimiento, desde historia hasta biología, pasando por la arqueología.
Todos ellos son los encargados, junto con los investigadores, de trabajar en los yacimientos para limpiar las zonas, localizar y extraer los hallazgos en los tres depósitos, cada uno de ellos con sus peculiaridades propias.
El de Barranco León, por ejemplo, fue famoso por ser el lugar en el que se encontró en 2002 el diente de un niño datado con 1,4 millones de años. Ahora mismo, tal y como explica Martínez, "hay que seguir excavando" ya que siguen encontrando abundante industria lítica -piedras talladas- y restos de fauna. Además, los trabajos se están realizando en el mismo lugar en el que se encontró el diente, por lo que es posible que se encuentren otros restos de homínidos.
Por su parte, en el de Fuente Nueva hay dos defensas -dientes incisivos de crecimiento continuo- de cerca de 3 metros de largo que pertenecen a elefantes gigantes (doblan en tamaño a los actuales africanos). El objetivo primordial en ese yacimiento era extraer estas dos piezas de más de 30 centímetros de diámetro, sin embargo, los trabajos se están complicando, y no precisamente por la escasez de resultados. Cuanto más limpian el entorno, más restos de otros animales encuentran. "Llegaremos hasta donde podamos", explica Martínez. Y es que en este yacimiento no dejan de encontrar restos de distintas especies: elefantes, caballos... pero también carnívoros de menor tamaño -como tejones- que no se esperaba encontrar, al tratarse de una zona con 'megafauna'. Se trata, además, de un lugar en el que la limpieza de los huesos es algo más complicada porque el sedimento "está más cementado", explica.
Más fácil está siendo el de Venta Micena, donde incluso han ampliado en 20 metros cuadrados la superficie de trabajo. Esta zona, que fue calificada por el arqueólogo como "yacimiento inagotable" al tener una densidad altísima de huesos, sigue dando trabajo: se han encontrado ya restos de búfalos, bisontes, ciervos gigantes y también hienas y osos. Resquicios de una vida lejana en el tiempo, pero que todavía tiene mucho que decir y enseñar.
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