Posee una restaurante de comida china en Loja desde 200, es un enamorado de la feria y reconoce que el jamón «es un lujo»
CARLOS MOLINA | GRANADA
Zhang, con su mujer y sus dos hijos. :: CHAPA
En verano de 2007 Yanwei Zhang inauguró su restaurante de comida china en Loja. Desde entonces se considera un lojeño más. Con tan solo 25 años decidió abandonar su ciudad natal en China, Zhejiad, para seguir los pasos de sus hermanos y tíos. «La vida en China no era como aquí, ya que no había sueldos», comenta Zhang destacando lo atractivo de contar con un salario que luego representaba mucho más al cambio a la moneda china. Sus familiares tienen diferentes negocios, principalmente tiendas y restaurantes. Entre todos se ayudan para seguir adelante, «siempre que necesitas una ayuda la tienes de tu familia», afirma.
Tras varios años trabajando en un restaurante en Málaga, concretamente en Torre del Mar, Zhang decidió instalarse en Loja por la tranquilidad con la que se vive. «En Málaga era muy estresante el tráfico y tenías que salir a trabajar con mucho tiempo de adelanto para llegar a tiempo», recuerda. Zhang destaca además la amabilidad que se vive en la ciudad del Poniente: «Los vecinos nos ayudan siempre que nos hace falta algo». También destaca el buen clima de la zona, «es muy parecido al de mi ciudad de origen». Solo un pero: «Mi mujer sufre la alergia al olivo, árbol que no existe en China».
De lo más complicado de su adaptación a esta nueva cultura destaca el idioma. «Cuando llegue aquí no sabía nada de español», reconoce Zhang. Tuvo que aprender estudiando tras el trabajo y con la ayuda de los familiares. Además tiene claro que es en la relación con el cliente cuando más se aprende una lengua. «Al ser camarero aprendes mucho de los comensales; ahora hablo como un andaluz y me como muchas letras», dice con sorna.
La familia, un pilar
En la cultura china la familia es un pilar fundamental. En el caso de Zhang ya cuenta con dos hijos nacidos en España, una niña de 7 años y un niño de 5 años. Ambos estudian en un colegio de Huétor Tájar y son muy aplicados en el aprendizaje del idioma. Ellos vivieron unos años en China para conocer sus raíces, allí aún están sus abuelas, pero ahora ya no quieren dejar España. «Me dicen que van a China solo de viaje pero que quieren siempre regresar a su tierra, Loja», afirma Zhang.
En cuanto a la cultura andaluza en general y lojeña en particular, Zhang muestra especial predilección por la feria. «Antes, en Málaga disfrutaba cada día de la feria y en ahora Loja me pasa lo mismo». También destaca la gastronomía. «Al principio no me gustaba el jamón, pero ahora es un lujo», señala Zhang, que disfruta mucho de los embutidos y los quesos de la gastronomía del Poniente. Preguntado sobre qué es lo que más gusta a los lojeños de la gastronomía de su país, destaca el arroz y el famoso rollito de primavera, «al menos es lo que yo más vendo».
En definitiva, Zhang siente Loja como su propia tierra y no tiene pensado volver a China en un principio. «Solo cuando necesiten cuidados mi madre y mi suegra volveremos pero pronto regresaremos a ver a nuestros hijos y nietos lojeños», concluye a modo de resumen con una media sonrisa en su rostro.
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