domingo, 21 de agosto de 2011

Policías piden al Gobierno que inste a Marruecos a incrementar la vigilancia en sus costas elmundo.es

Una patera llega al puerto almeriense de Adra. | M.C.

Una patera llega al puerto almeriense de Adra. | M.C.

  • La Confederación de Policías teme que Marruecos haya 'relajado' la vigilancia
  • En el último mes han llegado unas 500 personas en pateras a Almería y Granada

El aumento en la llegada de pateras a las costas de Almería y Granada en el último mes ha llevado a la Confederación Española de Policía (CEP) en Andalucía Oriental a reclamar al Gobierno que inste a las autoridades marroquíes a incrementar la vigilancia de sus costas y evitar así un previsible aluvión de embarcaciones clandestinas durante el mes de agosto.

Juan Carlos Gil, secretario regional de la CEP, entiende que el aumento de las pateras puede ser una señal de relajación en la vigilancia en Marruecos, puesto que, a pesar de que la crisis ha reducido la salida de estas embarcaciones, sólo en el mes de julio han sido interceptadas más de 500 personas cuando trataban de alcanzar las costas andaluzas, sobre todo por Almería y Granada. En todo el año, el número de inmigrantes rescatados en la comunidad autónoma ha sido de cerca de 1.300.

"Teniendo en cuenta que agosto es estadísticamente el mes más propicio para la llegada de pateras, porque suele mejorar el tiempo en la mar y las condiciones de visibilidad, sería preciso que el Ministerio del Interior diera un toque de atención al Gobierno marroquí para que haga un esfuerzo en el control de la partida de las embarcaciones", dice Gil.

Y es que desde la CEP se piensa que la complicada situación que vive el país vecino, debido a la presencia de "demasiadas personas" que se encuentran cerca de las fronteras, entre ellas un gran número de subsaharianos, a la espera de llegar a Europa de un modo u otro ha podido llevar a que se haya intentado "aliviar este grave problema permitiendo la salida de pateras".

"Pedimos que se frene la salida de embarcaciones, porque entendemos que el control se ha podido relajar en los últimos días. Es necesario hacer presión para evitar aluviones y también las desgracias que pueden llevar consigo, pues no hay que olvidar que todos los inmigrantes que se suben a bordo de una patera se juegan la vida", explica Gil.

Mujeres embarazadas y niños pequeños

Todo ello se agrava, añade, por la presencia de un gran número de mujeres, muchas de ellas embarazadas, y de niños pequeños entre quienes están a la espera de poder viajar a Europa huyendo de la miseria, como demuestra su alta presencia en las últimas pateras interceptadas en aguas andaluzas.

Como apunta la Confederación Española de Policía, sólo en la frontera de Melilla hay cientos de personas "que intentan venir a Europa como sea". "La mayoría de ellas están tiradas y escondidas en pinares, en unas pésimas condiciones de vida, pues allí no cuentan con la ayuda de organizaciones no gubernamentales ni disponen de centros de internamiento, de ahí a que se vean desesperadas y no duden en embarcarse en la primera oportunidad que tienen, o traten de cruzar provocando avalanchas en los puestos fronterizos, como sucedió a finales de junio", dice Juan Carlos Gil.

Sin embargo, para embarcarse en una patera no pueden hacerlo por sus propios medios y necesitan de las mafias que trafican con personas, patrones y personas que organicen las partidas, de ahí a que para el sindicato sea importante el incremento del control y la vigilancia policial.

1.300 inmigrantes en 2011

Hasta finales de julio, alrededor de 1.300 inmigrantes han sido interceptadas en aguas de Almería, Granada, Cádiz, Huelva, y Málaga, en más de 40 embarcaciones. La provincia de Granada es la que ha recibido un mayor número de personas con cerca de 800 inmigrantes, quienes fueron interceptados a bordo de pateras llegadas a las costas de Motril y la zona de Albuñol.

Por su parte, Almería ha recibido ya más de 400 inmigrantes, que intentaron alcanzar tierra andaluza a bordo de embarcaciones llegadas a la isla de Alborán, al puerto de Almería y a zonas próximas del Cabo de Gata, así como a Carboneras, Adra y El Ejido.

Esta situación ha llevado también al delegado del Gobierno en Melilla, Antonio María Claret, a pedir a primeros de julio, que Marruecos colabore "al máximo" para aliviar la presión migratoria, aunque a continuación matizara que la gendarmería marroquí "hace lo que puede".

Por ese tiempo, Claret afirmó a la agencia Europa Press que la ocupación en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) estaba "sobrepasada" con cerca de 700 personas, y por ello se estaban realizando semanalmente traslados a la península de entre 40 y 50 inmigrantes, algunos de ellos con el objetivo de ser repatriados en aplicación de la Ley de Extranjería.

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