Metrología. La Unión de Consumidores de Andalucía revela la desconfianza de los granadinos ante los instrumentos de medición. Siete de cada diez personas duda de los datos de su recibo.
ALBA MARTÍN GRANADA |
En época de recortes y continuo incremento de precios, una atmósfera de desconfianza empieza a propagarse en el sector comercial. Las dudas asaltan a los consumidores cuando ven el precio que marca la balanza en el mercado o abren sus facturas. ¿Estará trucado el contador? El 70% de los andaluces lo sospecha al desplegar la carta de su compañía eléctrica, recibo que más dudas sugiere según el último estudio de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA). Los números del agua y el gas no son mucho más fiables.
"Da la impresión que a donde quiera que vayas te están engañando, que nada es fiable ya", apostilla un ciudadano que observa el paisaje mañanero de Granada. El 62% de los andaluces duda o lo ha hecho alguna vez de que el recibo del agua se haya disparado inexplicablemente. Los meses de verano son a veces alarmas de este tipo de infracciones. Los consumidores analizan casi obligatoriamente sus facturas cuando comprueban que éstas incrementan sin motivo. Muchos ciudadanos lo han notado, sobre todo en el gas. De hecho, el 36% dice haberlo pensado en alguna ocasión. "Nos quedamos asombrados con la última factura. A penas utilizamos el gas en estos meses y nos ha llegado una tarifa excesiva para las personas que vivimos en casa. Aunque no lo hemos reclamado, deberíamos hacerlo, a veces no queda más remedio", explica Dora mientras mira los precios de la carne envasada de una cadena comercial.
La mayoría de los granadinos consultados no tenía constancia de que los aparatos metrológicos siguen una serie de inspecciones llevadas a cabo por la Junta de Andalucía. Todos los instrumentos de precisión usados con fines comerciales tienen que superar un proceso de homologación y evaluación en un periodo determinado, normalmente anual. De esta forma se comprueba que mantienen las características básicas, con los niveles de errores permitidos y de acuerdo a la reglamentación y diseño del modelo en cuestión. Un proceso que siguen tanto los contadores de luz, agua y gas como las básculas, balanzas y taxímetros, reflejado normalmente mediante una pegatina que indica el mes que se efectuó la revisión.
Los pequeños números de los contadores de Puri, Rosario o María Teresa les han dado más de un dolor de cabeza. Sus testimonios son claros: "Yo veía que de una factura a otra había mucha diferencia y lo avisé. Me dijeron que mirara el contador porque puede ser que fuera demasiado rápido; al final me cambié de compañía y me va mejor". "Tuve una incidencia en la luz, la reclamé, nos descontaron el dinero. Le dijeron a mi marido que comparara los kilobytes de un mes y de otro y al final teníamos razón nosotros". "Me dieron una factura que no era la mía, pero lo solucionaron", explicaron a este periódico. Como ellas, el 10% de los encuestados pusieron una reclamación a la empresa suministradora, sólo el 33% solicitó una verificación y un 57% prefirió olvidar el asunto.
Aunque el estudio no lo refleje, la mayoría de los ciudadanos reconocen que las infracciones suelen cometerlas sobre todo las compañías telefónicas. Esas incidencias, muchas veces sin resolver en un largo periodo de tiempo, dan lugar a una mayor pasividad ante dudas de este tipo. "Estoy harto de pasar un mal rato peleándome y yendo a la oficina del consumidor para luego no conseguir nada" expresa José Martín, que tuvo un problema con la compañía del agua.
Las indicaciones que desde el departamento de Gas Natural Fenosa dan a sus clientes si reclaman alguna factura desmesurada suele ser la desconexión del servicio de forma manual para que comprueben así el movimiento de la numeración de su contador. "Les decimos que sigan este proceso. Si continúa habiendo dudas, va un técnico", explica la encargada de información al consumidor de la sede de Granada.
"Da la impresión que a donde quiera que vayas te están engañando, que nada es fiable ya", apostilla un ciudadano que observa el paisaje mañanero de Granada. El 62% de los andaluces duda o lo ha hecho alguna vez de que el recibo del agua se haya disparado inexplicablemente. Los meses de verano son a veces alarmas de este tipo de infracciones. Los consumidores analizan casi obligatoriamente sus facturas cuando comprueban que éstas incrementan sin motivo. Muchos ciudadanos lo han notado, sobre todo en el gas. De hecho, el 36% dice haberlo pensado en alguna ocasión. "Nos quedamos asombrados con la última factura. A penas utilizamos el gas en estos meses y nos ha llegado una tarifa excesiva para las personas que vivimos en casa. Aunque no lo hemos reclamado, deberíamos hacerlo, a veces no queda más remedio", explica Dora mientras mira los precios de la carne envasada de una cadena comercial.
La mayoría de los granadinos consultados no tenía constancia de que los aparatos metrológicos siguen una serie de inspecciones llevadas a cabo por la Junta de Andalucía. Todos los instrumentos de precisión usados con fines comerciales tienen que superar un proceso de homologación y evaluación en un periodo determinado, normalmente anual. De esta forma se comprueba que mantienen las características básicas, con los niveles de errores permitidos y de acuerdo a la reglamentación y diseño del modelo en cuestión. Un proceso que siguen tanto los contadores de luz, agua y gas como las básculas, balanzas y taxímetros, reflejado normalmente mediante una pegatina que indica el mes que se efectuó la revisión.
Los pequeños números de los contadores de Puri, Rosario o María Teresa les han dado más de un dolor de cabeza. Sus testimonios son claros: "Yo veía que de una factura a otra había mucha diferencia y lo avisé. Me dijeron que mirara el contador porque puede ser que fuera demasiado rápido; al final me cambié de compañía y me va mejor". "Tuve una incidencia en la luz, la reclamé, nos descontaron el dinero. Le dijeron a mi marido que comparara los kilobytes de un mes y de otro y al final teníamos razón nosotros". "Me dieron una factura que no era la mía, pero lo solucionaron", explicaron a este periódico. Como ellas, el 10% de los encuestados pusieron una reclamación a la empresa suministradora, sólo el 33% solicitó una verificación y un 57% prefirió olvidar el asunto.
Aunque el estudio no lo refleje, la mayoría de los ciudadanos reconocen que las infracciones suelen cometerlas sobre todo las compañías telefónicas. Esas incidencias, muchas veces sin resolver en un largo periodo de tiempo, dan lugar a una mayor pasividad ante dudas de este tipo. "Estoy harto de pasar un mal rato peleándome y yendo a la oficina del consumidor para luego no conseguir nada" expresa José Martín, que tuvo un problema con la compañía del agua.
Las indicaciones que desde el departamento de Gas Natural Fenosa dan a sus clientes si reclaman alguna factura desmesurada suele ser la desconexión del servicio de forma manual para que comprueben así el movimiento de la numeración de su contador. "Les decimos que sigan este proceso. Si continúa habiendo dudas, va un técnico", explica la encargada de información al consumidor de la sede de Granada.
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