La sala de arte joven del Ayuntamiento cierra su temporada con Circuitos'13, que exhibe la obra de dos jóvenes alumnos de la UGR: Ignacio Serichol y Ana Rojas
BELÉN RICO GRANADA | 
Circuitos' 13 lleva la obra de dos jóvenes autores, estudiantes de la Facultad de Bellas Artes, a la sala de exposiciones del Rey Chico. La plataforma coordinada por el Vicedecanato de Cultura y Alumnos de Bellas Artes tiene el atractivo de ofrecer visibilidad en el plano sociocultural a las propuestas de los artistas emergentes formados en la Universidad de Granada y en esta Ana María Rojas e Ignacio Serichol han sido los elegidos para realizar parte de los trazos de ese mapa de la creación artística reciente desde la sala de arte joven del centro municipal.
Sus propuestas se suman así al sugestivo recorrido cultural que refleja las últimas tendencias del arte actual, que se extiende también por otras plataformas de arte emergente de la ciudad y de la provincia, como por ejemplo el Palacio de Condes de Gabia. En esta edición -que se desarrolla durante el verano- participan tanto alumnos de Bellas Artes como de Arquitectura con sus proyectos de fin de carrera.
En el caso de estos jóvenes artistas, sus muestras no podrán contemplarse durante el mes de agosto, porque el Rey Chico permanece cerrado. Los visitantes que se acerquen hoy hasta allí o en el mes de septiembre encontrarán la reflexión sobre la apariencia que propone Ignacio Serichol. "Nos remitimos al aspecto externo de las cosas y de las personas. Erróneamente se lleva a cabo una vinculación entre apariencia e identidad pensando en la primera como el reflejo exterior de la segunda. Esta lógica está tan extendida entre las personas que se entiende que lo que vemos por fuera habla de lo que hay dentro", explica el autor. "Sin embargo, no necesariamente lo que mostramos al exterior tiene por qué hablar de nosotros. De hecho, en ocasiones, la apariencia puede ser usada como un trampantojo, un modo de confundir la realidad con lo que se muestra como real. La identidad, al contrario, es algo mucho más complejo y difícil de simplificar en la carta de presentación que nos ofrece la apariencia", explica el joven sobre su obra, que es una llamada de atención al espectador porque "pueden darse apariencias socialmente entendidas como normales, vinculadas a unos estilos concretos en la forma de vestir, de comportarse o de relacionarse con otras personas que se consideran normales cuando pueden ser las que más secretos oculten".
"Hay personas de apariencia normal que luego pueden ser asesinos, aunque su aspecto sea el que inspira más confianza", resalta el creador sobre uno de los retratos de la muestra.
Frente a esta reflexión sobre las "perversiones de la apariencia", Ana María Rojas propone una colección má abstracta que engloba bajo el título Impresiones, las huellas que reflejan el camino."El concepto de la huella es una clave que resuelve todo mi trabajo", cuenta Rojas, quien explica que la técnica de estas obras "de un modo gestual se concentra en la investigación y el tratamiento de la misma sobre un fondo vacío, que luego construiré utilizando el rodillo como herramienta que al prolongarse, produce esa traducción de la forma en un plano lineal que se repite"."Opto por una escena minimalista aunque llena de un caos interno ordenado y estructurado por la sobriedad del color", cuenta la artista sobre la propuesta del Rey Chico, que contrasta con la línea figurativa de Serichol. "Sigo un tratamiento seriado de manchas que expresan las huellas o pisadas del ser humano en una etapa de mi vida. A modo de repetición trabajo para alcanzar el conjunto armónico de la obra", cuenta.
Con esta muestra se termina la temporada de exposiciones de este curso académico en el Rey Chico, que ha acogido 11 muestras de jóvenes artistas, como precisa el concejal del área, Juan Francisco Gutiérrez
Sus propuestas se suman así al sugestivo recorrido cultural que refleja las últimas tendencias del arte actual, que se extiende también por otras plataformas de arte emergente de la ciudad y de la provincia, como por ejemplo el Palacio de Condes de Gabia. En esta edición -que se desarrolla durante el verano- participan tanto alumnos de Bellas Artes como de Arquitectura con sus proyectos de fin de carrera.
En el caso de estos jóvenes artistas, sus muestras no podrán contemplarse durante el mes de agosto, porque el Rey Chico permanece cerrado. Los visitantes que se acerquen hoy hasta allí o en el mes de septiembre encontrarán la reflexión sobre la apariencia que propone Ignacio Serichol. "Nos remitimos al aspecto externo de las cosas y de las personas. Erróneamente se lleva a cabo una vinculación entre apariencia e identidad pensando en la primera como el reflejo exterior de la segunda. Esta lógica está tan extendida entre las personas que se entiende que lo que vemos por fuera habla de lo que hay dentro", explica el autor. "Sin embargo, no necesariamente lo que mostramos al exterior tiene por qué hablar de nosotros. De hecho, en ocasiones, la apariencia puede ser usada como un trampantojo, un modo de confundir la realidad con lo que se muestra como real. La identidad, al contrario, es algo mucho más complejo y difícil de simplificar en la carta de presentación que nos ofrece la apariencia", explica el joven sobre su obra, que es una llamada de atención al espectador porque "pueden darse apariencias socialmente entendidas como normales, vinculadas a unos estilos concretos en la forma de vestir, de comportarse o de relacionarse con otras personas que se consideran normales cuando pueden ser las que más secretos oculten".
"Hay personas de apariencia normal que luego pueden ser asesinos, aunque su aspecto sea el que inspira más confianza", resalta el creador sobre uno de los retratos de la muestra.
Frente a esta reflexión sobre las "perversiones de la apariencia", Ana María Rojas propone una colección má abstracta que engloba bajo el título Impresiones, las huellas que reflejan el camino."El concepto de la huella es una clave que resuelve todo mi trabajo", cuenta Rojas, quien explica que la técnica de estas obras "de un modo gestual se concentra en la investigación y el tratamiento de la misma sobre un fondo vacío, que luego construiré utilizando el rodillo como herramienta que al prolongarse, produce esa traducción de la forma en un plano lineal que se repite"."Opto por una escena minimalista aunque llena de un caos interno ordenado y estructurado por la sobriedad del color", cuenta la artista sobre la propuesta del Rey Chico, que contrasta con la línea figurativa de Serichol. "Sigo un tratamiento seriado de manchas que expresan las huellas o pisadas del ser humano en una etapa de mi vida. A modo de repetición trabajo para alcanzar el conjunto armónico de la obra", cuenta.
Con esta muestra se termina la temporada de exposiciones de este curso académico en el Rey Chico, que ha acogido 11 muestras de jóvenes artistas, como precisa el concejal del área, Juan Francisco Gutiérrez
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