Salió del sur de China hace 18 años, en compañía de una tía, para buscar una nueva forma de vida que encontró en España, donde trabaja en un comercio de Guadix, pero su tiempo libre lo pasa en la capital
J. J. PÉREZ | GUADIX
Jiao Wei Zhang en el comercio donde trabaja. :: TORCUATO FANDILA
Jao Wei Zhang atiende el mostrador en el bazar 'Cash Guadix' situado en la avenida Mariana Pineda. Jiao Wei, despacha a los clientes con desparpajo y su acento oriental casi desaparece cuando habla una especie de español comercial. Sin embargo, su fluidez es mucho menor cuando se trata de hablar de sí misma y el vocabulario en español se vuelve mucho más escaso. «Es posible que no pueda expresar bien todo lo que pienso», advierte.
Según cuenta Jiao Wei, llegó a España hace 18 años. Salió del Sur de China junto a una tía a buscar mejor fortuna en España. «Entonces aquí todo crecía más rápido y China estaba peor, pero ahora China sube mucho y aquí está todo estancado», comenta. «Aquí ahora todo está muy parado, si a los españoles les va bien venderé más y también me irá bien a mi. Esto es una rueda, pero ahora está todo estancado», dice.
A pesar de la actual prosperidad de su país, de momento no se ha planteado regresar. Tampoco sabe si lo hará en un futuro, «eso ya se verá en su día», comenta, y es que asegura sentirse bien en España y entre los españoles, con los que ha logrado hacer amistad, sobre todo durante su estancia en Granada, donde ha pasado la mayor parte del tiempo desde que llegó.
Sintió una gran alegría cuando España ganó el Mundial de Fútbol, aunque al mismo tiempo se declara no muy futbolera. Eso sí, la venta de banderas y camisetas animó mucho el negocio aquellos días tal y como recuerda, pero después esas ventas bajaron. «España es la mejor del mundo, el fútbol chino aún está a un nivel muy bajo», comenta, pero deja abierta la frase dando a entender que todo se andará.
En el fútbol, como en otros deportes, Jiao Wei, cree que su país tiene un gran potencial. Para demostrarlo se remite al orgullo que sintió cuando la capital de su país celebró los Juegos Olímpicos. «Fue magnífico ver a China en lo más alto del mundo» y cruza las manos intermitentemente para explicar que aquel acontecimiento fue insuperable.
Jiao Wei, desmiente el mito de que los chinos trabajan mucho y defiende que sólo es una cuestión de necesidad: «Tenemos que trabajar mucho porque no tenemos nada aquí, si no trabajamos no podemos comprar comida, ni vivienda, ni nada de nada», dice sonriendo. Ella hace referencia al colchón familiar que todo español tiene en su propio país, «siempre tendrán familia que le podrá ayudar, una casa donde dormir o alguien que les ponga la comida, aunque pasen por dificultades», comenta. No se trabaja más por el hecho de ser chino, pero su tiempo libre es escaso. De lunes a sábado prácticamente todo el tiempo lo dedica al trabajo, y cuando llega el momento del descanso diario «ya no hay ganas para mucho más».
Aunque es escaso, Jiao Wei , afirma que sí aprovecha el tiempo libre. Casi toda su estancia en España la ha pasado en la capital granadina y sólo desde hace dos años vive en Guadix. Por esta razón, Jiao Wei, prefiere disfrutar de sus cortos fines de semana en Granada o Málaga, donde dice tener amigos españoles y, sobre todo, de su misma nacionalidad.
Asegura ser más de montaña que de playa y prefiere visitar Sierra Nevada y tomarse algo allí. A Jiao Wei, le gusta subir a la sierra cuando hay nieve, pero sus visitas se limitan a tomar algo tranquilamente porque, -se ríe a carcajadas- «no sé esquiar». Por el tono en el que lo dice tampoco parece que sea una de sus aspiraciones.
El arroz
Ella desmiente el mito de que sus compatriotas sean inaccesibles, y remite a las diferencias culturales «que son enormes». Eso asegura, pero también encuentra similitudes con España, al menos en el arroz, las naranjas y el abanico. Sin embargo, Jiao Wei, apunta que hay grandes diferencias. Así, del arroz dice que su país se usa como en España el pan, en todas las comidas, y que las naranjas, como casi toda la fruta, son mucho más baratas y accesibles en España. Su fruta favorita es la fresa y aquí ganan las españolas, de las que dicen que hay más variedad. Confiesa haber sido conquistada por el potaje de lentejas y la paella, «todo eso me encanta», dice casi redondeando sus ojos rasgados.
Asegura no estar al tanto ni de las noticias de España ni de las de China. Puntualmente, dice, «miro algo por Internet». Sin embargo, el avance de la tecnología ha permitido que el contacto con su país de origen sea cada vez más frecuente. «Ahora es mucho más fácil y sobre todo mucho más barato», comenta refiriéndose al teléfono.
En ningún momento, Jiao Wei, deja de atender el negocio en el que trabaja. Bromea con los clientes y facilita la compra en todo lo que le piden y cuando no encuentran lo que buscan, ella se encarga de ofrecer una alternativa. Jiao Wei, al mismo tiempo se muestra tímida ante la cámara fotográfica, pero amable y no deja de sorprenderse que un periódico se interese por su vida.
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