Almuzara publica 'Historia de los mozárabes en Al Ándalus', de Rafael Jiménez Pedrajas, que muestra cómo se desenvolvían los cristianos bajo las reglas impuestas por los invasores
ALFREDO ASENSI |
Un territorio, varios credos. Una invasión, nuevas reglas. A los numerosos enfoques historiográficos que se han aplicado al estudio de Al Ándalus y la convivencia entre las comunidades humanas y religiosas que lo integraban se suma un ensayo de Rafael Jiménez Pedrajas que acaba de publicar la editorial Almuzara. El autor pone el foco sobre los mozárabes, cristianos en territorio islamizado, para analizar cómo era su vida en "una exposición objetiva y desapasionada de los hechos".
Así lo manifestó este doctor en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, sacerdote y escritor, natural de Priego de Córdoba y que vivió entre 1934 y 2008. Historia de los mozárabes en Al Ándalus, que llega a las librerías en una coedición de Almuzara y el Cabildo Catedral, arranca su relato en el año 711, cuando los musulmanes invaden la península ibérica. Hubo cristianos que abrazaron el islam y otros que huyeron al norte, y un tercer grupo fue el formado por los mozárabes, cristianos que no abjuraron de su fe y se quedaron en el territorio musulmán.
"Dos credos y un mismo territorio con vencedores y vencidos, eso fue Al Ándalus", señala la información facilitada por la editorial, "el resultado de una conquista en la que hubo que instaurar, desde el bando de los invasores, nuevas reglas de juego que garantizaran la convivencia de las dos religiones, eso sí, siempre prevaleciendo una fe sobre otra, como se demuestra en los documentos de la época".
Así comenzó una nueva etapa para aquellos cristianos que optaron por mantener sus creencias bajo dominación foránea. Jiménez Pedrajas plantea, en sus propias palabras, un estudio "que nos ayuda hoy a extraer un juicio cabal de aquellos acontecimientos y a sacar no pocas conclusiones, para evitar caer en las luchas estériles y perjudiciales, aunque justificables desde sus puntos de vista, en que ellos cayeron". Con profusión de detalles y apoyado en una amplia bibliografía sobre la época, el autor revela cómo los seguidores de Alá regularon, entre otras cuestiones, el culto de los cristianos, que estaba prohibido en sitios públicos, o los entierros "ostentosos", obligando a quemar, en muchas ocasiones, los cuerpos de los mártires para evitar que se convirtieran en reliquias.
Asimismo, expone, los cristianos eran obligados a mostrar exteriormente su condición de tales, con objeto de que fueran fácilmente identificables; "han de llevar los clérigos abierta la tonsura y tienen prohibido dejarse crecer la barba", apunta el historiador, quien igualmente alude a la tipología de los mozárabes, de los que dice que tenían un origen humilde, vivían en los barrios extramuros y muchas veces eran utilizados en la administración como traductores o en el cuerpo diplomático, oficios que les permitían ascender socialmente.
Historia de los mozárabes en Al Ándalus supone también una invitación, según Jiménez Pedrajas, a "preservar la ecuanimidad y la claridad de juicio". Una llamada al entendimiento. "Nos veremos sólidamente enriquecidos al aprovechar las virtudes, experiencias y, en general, todo lo bueno y verdadero que sin duda subyace en toda persona y cultura, aun en aquellas que pudiéramos percibir como más alejadas de nosotros y de nuestro ámbito natural. Si ese mutuo respeto y comprensión llegaran a imponerse en el mundo, sin duda desaparecerían muchas de las tensiones, odios y egoísmos que hoy azotan y afligen a la humanidad", indica este experto en la historia de la Iglesia en Córdoba, autor asimismo de Los mártires de Córdoba de las persecuciones romanas, Las relaciones entre musulmanes y cristianos en Córdoba y El santoral hispánico del martirologio de Usuardo.
La obra se suma a otros estudios publicados en los últimos años sobre esta comunidad comoMozárabes y mozarabías, de Manuel Rincón Álvarez, Los mozárabes, de Francisco Bueno García, y¿Existe una identidad mozárabe?, de varios autores. Y los dos célebres títulos narrativos de Jesús Sánchez Adalid, El mozárabe y El camino mozárabe.
Por su parte, Almuzara amplía así su serie editorial sobre Al Ándalus, de la que forman parteAverroes, una biografía intelectual, de Juan Antonio Pacheco, Historia del sufismo en Al Ándalus, de Amina González y Gracia López, Historia general de Al Ándalus, de Emilio González Ferrín, La música andalusí, de Amin Chaachoo, y Los siete alhaicales y otras plegarias aljamiadas de mudéjares y moriscos, de Xavier Casassas Canals, entre otros.
Así lo manifestó este doctor en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, sacerdote y escritor, natural de Priego de Córdoba y que vivió entre 1934 y 2008. Historia de los mozárabes en Al Ándalus, que llega a las librerías en una coedición de Almuzara y el Cabildo Catedral, arranca su relato en el año 711, cuando los musulmanes invaden la península ibérica. Hubo cristianos que abrazaron el islam y otros que huyeron al norte, y un tercer grupo fue el formado por los mozárabes, cristianos que no abjuraron de su fe y se quedaron en el territorio musulmán.
"Dos credos y un mismo territorio con vencedores y vencidos, eso fue Al Ándalus", señala la información facilitada por la editorial, "el resultado de una conquista en la que hubo que instaurar, desde el bando de los invasores, nuevas reglas de juego que garantizaran la convivencia de las dos religiones, eso sí, siempre prevaleciendo una fe sobre otra, como se demuestra en los documentos de la época".
Así comenzó una nueva etapa para aquellos cristianos que optaron por mantener sus creencias bajo dominación foránea. Jiménez Pedrajas plantea, en sus propias palabras, un estudio "que nos ayuda hoy a extraer un juicio cabal de aquellos acontecimientos y a sacar no pocas conclusiones, para evitar caer en las luchas estériles y perjudiciales, aunque justificables desde sus puntos de vista, en que ellos cayeron". Con profusión de detalles y apoyado en una amplia bibliografía sobre la época, el autor revela cómo los seguidores de Alá regularon, entre otras cuestiones, el culto de los cristianos, que estaba prohibido en sitios públicos, o los entierros "ostentosos", obligando a quemar, en muchas ocasiones, los cuerpos de los mártires para evitar que se convirtieran en reliquias.
Asimismo, expone, los cristianos eran obligados a mostrar exteriormente su condición de tales, con objeto de que fueran fácilmente identificables; "han de llevar los clérigos abierta la tonsura y tienen prohibido dejarse crecer la barba", apunta el historiador, quien igualmente alude a la tipología de los mozárabes, de los que dice que tenían un origen humilde, vivían en los barrios extramuros y muchas veces eran utilizados en la administración como traductores o en el cuerpo diplomático, oficios que les permitían ascender socialmente.
Historia de los mozárabes en Al Ándalus supone también una invitación, según Jiménez Pedrajas, a "preservar la ecuanimidad y la claridad de juicio". Una llamada al entendimiento. "Nos veremos sólidamente enriquecidos al aprovechar las virtudes, experiencias y, en general, todo lo bueno y verdadero que sin duda subyace en toda persona y cultura, aun en aquellas que pudiéramos percibir como más alejadas de nosotros y de nuestro ámbito natural. Si ese mutuo respeto y comprensión llegaran a imponerse en el mundo, sin duda desaparecerían muchas de las tensiones, odios y egoísmos que hoy azotan y afligen a la humanidad", indica este experto en la historia de la Iglesia en Córdoba, autor asimismo de Los mártires de Córdoba de las persecuciones romanas, Las relaciones entre musulmanes y cristianos en Córdoba y El santoral hispánico del martirologio de Usuardo.
La obra se suma a otros estudios publicados en los últimos años sobre esta comunidad comoMozárabes y mozarabías, de Manuel Rincón Álvarez, Los mozárabes, de Francisco Bueno García, y¿Existe una identidad mozárabe?, de varios autores. Y los dos célebres títulos narrativos de Jesús Sánchez Adalid, El mozárabe y El camino mozárabe.
Por su parte, Almuzara amplía así su serie editorial sobre Al Ándalus, de la que forman parteAverroes, una biografía intelectual, de Juan Antonio Pacheco, Historia del sufismo en Al Ándalus, de Amina González y Gracia López, Historia general de Al Ándalus, de Emilio González Ferrín, La música andalusí, de Amin Chaachoo, y Los siete alhaicales y otras plegarias aljamiadas de mudéjares y moriscos, de Xavier Casassas Canals, entre otros.
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