La compañía de teatro Histrión llenará la Corrala de Santiago con un monólogo de locura La obra de Jesús Carazo representará el encierro de Juana la loca, la reina que no quiso reinar
SOFÍA RAMÓN GRANADA La actriz ha recibido el premio a mejor actriz por 'Teatro para pájaros'.
La Juana que no quiso reinar de Gema Matarranz, es una mujer a la que le ha superado la vida, y que intenta transmitir al público todos los sentimientos que sufría durante su encierro, en el patio de la Corrala de Santiago desde ayer hasta el próximo 31 de agosto en pases los jueves, viernes y sábados a las 22:00 horas.
-¿Cómo nace el personaje de Juana ubicado en la Corrala de Santiago?
-Pues hablando de la programación cultural del verano en Granada con Mariano Sánchez Pantoja, director del Teatro Alhambra, hablábamos de la posibilidad de poner este monólogo en un lugar patrimonio de la ciudad, y nos dijo que podía ser la Corrala de Santiago y vinimos a verla y llegamos a un acuerdo para poder hacerlo aquí.
-¿Ha sido complicado meterte en este personaje que tiene tantos altibajos emocionales?
-No, siempre que vas a hacer un trabajo de cualquier tipo te documentas del personaje. Lo más costoso de este personaje es que comienza con un momento de tristeza y a partir de ahí viene una montaña rusa de emociones, por esto es complicado.
-¿Se prepara de alguna manera especial antes de comenzar la actuación? ¿Tiene algún ritual?
-Con todos los espectáculos hago un poco de calentamiento de cuerpo, un poco de voz y una 'italiana', recorrer el espacio con el texto y con mi compañero, haciendo la obra entera muy rápido.
-La obra es una montaña rusa de sentimientos, ¿cuál es el momento más intenso de la obra?
-Yo creo que tiene varios momentos y que están muy bien distribuidos a lo largo de los cincuenta minutos que dura la obra. El momento del agua o el ataque (del que no voy a contar nada más) es uno de los que al público más le suele impactar.
-Se decía que Juana se volvió loca debido a todos los momentos de dolor que sufrió a lo largo de su vida, como el momento de su boda con Felipe con sólo 12 años, la muerte de su marido, el encierro por parte de su padre y su hijo... ¿Cree qué fue una locura provocada por todo esto o qué ella se dejo ir?
-Como yo lo cuento en el escenario, es una sucesión de acontecimientos desde que la mandan con 12 años a Bruselas a casarse con Felipe el Hermoso, hasta el momento en el que yo estoy en la obra llevo 16 años encerrada y se van sucediendo una clase de acontecimientos como madre, esposa y como hija de unos reyes. Estas situaciones te superan, porque lo que quieres ser en la vida no está acorde con lo que va pasando, que tu no puedes dominar, sino que te va llevando. Ella no hubiera sido reina nunca, había cinco personas antes pero la muerte, como dice ella en la obra, le va despejando el camino. También pienso que, una esposa joven que, absolutamente enamorada, pierda el marido es duro en el siglo XVI y en el XXI; creo que si tus hijos van a seguir caminos que tu no vas a poder controlar, te duele; si tu propio hijo y tu padre consideran que no estas bien y que tienes q estar encerrada también te duele; y todo esto se va sumando y creo que no estaba tan loca, que a cualquier persona en estas circunstancias probablemente le hubiera pasado igual.
-Con todo agotado hoy [por ayer] y como están las cosas ahora mismo ¿cree qué es una pequeña esperanza el hecho de que la gente aún guarde algo para ir al teatro?
-No lo he pensado, pienso que siempre habrá público para el teatro, que hay que saber atraerlo y que son momentos difíciles y tienes que elegir. Tampoco es un aforo muy grande, ya que cuenta con 80 localidades y ha sido una sorpresa que estén agotadas. Yo personalmente pienso que el teatro se puede mantener haciendo lo posible entre todos y que la obra funciona.
-El hecho de que sea un sitio tan pequeño ¿hace que sienta al público más cerca que en otras actuaciones o localizaciones?
-Yo creo que el público se sobrecoge más que yo que ya estoy acostumbrada, nunca lo he tenido tan cerca como aquí, pero se sobrecogen más ellos que yo, que realmente es mi trabajo. Mas o menos controlo el espacio y cuando estoy trabajando estoy trabajando.
-¿La obra de Juana se podría aplicar a la situación actual, optando por "encerrar" a alguien que esté en el poder?
-Siempre se puede comparar, teniendo muy claro la situación y en el momento en que se vive. Hay un momento en el monólogo en que ella habla del poder que dice algo como "no están locos todos los que desean gobernar sobre los demás, el poder le roe las entrañas como un insaciable gusano, el poder hace de ellos gigantes ciegos, monstruos insensibles", creo que eso se puede aplicar tanto al siglo XVI como al XXI.
-El pasado sábado se hizo un pase general, ¿cómo fue esa representación en este espacio que es muy pequeño pero al mismo tiempo abiero?
-Aquí en la Corrala sólo tengo una abertura y a través de ella Juana solo puede ver el cielo y por ahí no puede salir. Eso es muy bueno porque esa sensación se aplica totalmente a la obra.
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