Un tratamiento asfáltico permite eliminar óxidos de nitrógeno
MERCEDES BARRUTIAEl tratamiento asfáltico permite eliminar óxidos de nitrógeno. / CARTIF
Con la finalidad de mejorar el ambiente de los
núcleos urbanos, el centro tecnológico Cartif de Valladolid coordina el
proyecto europeo LIFE Equinox, un plan que pretende reducir la
contaminación de las grandes ciudades gracias al desarrollo de un
tratamiento especial para los asfaltos de las carreteras. El producto,
capaz de eliminar los óxidos de nitrógeno, se va a ensayar en el barrio
madrileño de Chamberí, en una superficie cercana a los 80.000 metros
cuadrados.
Ya que no se puede reducir el tráfico de las
grandes ciudades, ¿por qué no frenar la contaminación que se produce? A
esta pregunta han respondido científicos valencianos con una idea que
aún se encuentra en proceso de prueba. Se trata de un producto que,
basado en una reacción química inducida por la radiación solar, aplicado
sobre el asfalto reduce el óxido de nitrógeno que provocan los
vehículos. “Estos gases, una vez que salen por el tubo de escape de los
vehículos tienen una vida media muy corta, ya que en poco tiempo se
transforman en uno de los parámetros ambientales que se miden en las
ciudades y que son muy contaminantes”, explica José Fermoso, responsable
del proyecto.
Según explica la Agencia Iberoamericana para la
Difusión de la Ciencia y la Tecnología (Dicyt), los investigadores han
desarrollado una fórmula a partir de un elemento fotocatalizador capaz
de transformar un gas contaminante en sólido. Se trata de pasar del NO2 a
NO3, del gas a un nitrato o sal que a través de la lluvia o la limpieza
de las calles termina en la depuradora, donde se procesa como un
contaminante más, y se elimina de la atmósfera. El producto en cuestión
“se aplica a los asfaltos en modo spray y tiene durabilidad aproximada
de tres años, aunque esta vida útil puede diferir en función de
distintas variables como el tipo de pavimento o la circulación del
tráfico”, cuenta el científico.
Fermoso explica que a nivel de laboratorio la
tecnología funciona muy bien, “pero necesitamos probarla en un
demostrador real, en una ciudad y en un tramo relativamente amplio.
Queremos comprobar si de verdad es interesante implementar esta
tecnología para mejorar la calidad ambiental de una ciudad”.
Los científicos esperan poder aplicar el producto
en el año 2015, una vez haya pasado con éxito las pruebas pertinentes y
terminado el proceso de patente.
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