La norma estatal prevé financiar solo el 75% de los proyectos y no adelantar dinero, lo que recortará 1,6 millones en Granada
ÁNGELES PEÑALVER | GRANADA
Las
oenegés han visto cómo en los últimos años sus presupuestos – en la
mayoría públicos y esa es una de sus grandes flaquezas– se recortaban
mientras la población a la que atendían crecía por el contexto de
crisis. Ahora, cuando se avista una mejora económica, lejos de respirar
con cierto alivio, esas entidades sin ánimo de lucro tiemblan de nuevo
ante los cambios recién anunciados por el Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, ya que ese departamento modificará la
actual Ley de Subvenciones por una nueva más restrictiva.
José
Márquez, presidente de la Congra de Granada, que aglutina a 34 oenegés
de cooperación internacional en la provincia, explica que el
anteproyecto que está sobre la mesa contempla que lo máximo que se podrá
subvencionar con fondos públicos será el 75% de un proyecto, cuando
ahora se podía recibir hasta el 100% del montante necesario.
«Estamos
acostumbrados a eso último, porque casi siempre ponemos un 20 o un 25%
del total de los planes que desarrollamos. Últimamente la Junta de
Andalucía –por la crisis– estaba dándonos el 100%. Lo que más me
preocupa –y va a ser letal para casi todas nuestras entidades, más de
30– es que tendremos que adelantar el 100% de lo que vayamos a recibir y
eso es imposible para nuestra forma habitual de financiación. La ley
prohíbe la entrega a cuenta y solo admite el pago atrasado con
justificación de gastos. Esto es poner la puntilla a la cooperación»,
argumenta el responsable local, quien asegura que solo las oenegés más
grandes pueden hacer frente al endurecimiento financiero.
Según
José Márquez, las oenegés más pequeñas son las más eficientes en
cooperación internacional. «El año pasado las 34 entidades de la Congra
manejaron unos 3,6 millones de presupuesto, el 80% del mismo de origen
público, esto es, unos 2,8 millones», aduce el portavoz. De ese
montante, 700.000 euros (el 25%) dejarían de llegar a Granada como
financiación directa tras la aprobación de la ley en cuestión y las
oenegés estarían obligadas a buscarlo por otras vías, normalmente
privadas.
Los
cálculos de Márquez estiman unos 60.000 beneficiarios directos –en
Latinoamérica y África– de las políticas de acción internacional (en
salud, educación, infraestructuras...), que indirectamente pudieron
llegar a ayudar a hasta 600.000 habitantes de esos países pobres.
Desde la
Plataforma del Tercer Sector –donde están representadas la ONCE,
Cáritas y Cruz Roja– también han expresado la preocupación existente por
el texto propuesto, que las forzaría a un «itinerario plagado de
trabas, requisitos exorbitantes y regulaciones claramente inadecuadas
con el consiguiente perjuicio para el cumplimiento de los fines sociales
e, incluso, para la supervivencia misma y viabilidad de las entidades».
Precisamente
en Granada, las dos entidades de mayor acción local son Cruz Roja y
Cáritas, que, por supuesto, también se verán afectadas por el cambio
legislativo, aunque al mover un gran volumen de dinero y auxiliados no
se resentirán tanto como las pequeñas. La primera de ellas atendió en
2013 –según sus propios datos– a más de 78.000 personas a través de 50
proyectos distintos. Cruz Roja, y así se ve en sus cuentas
pormenorizadas, a las que ha tenido acceso IDEAL, está realizando un
esfuerzo por diversificar sus fuentes de financiación. Actualmente el
apartado de captación de fondos propios supone el 57,9% de sus ingresos
(5,4 millones en la provincia), frente al 42,1% de subvenciones
públicas, según se refleja en sus cuentas del año pasado. De los 2, 2
millones que reciben de erario público, el 15% provienen de fondos
municipales, el 12% autonómicos y el 54% estatales. Con la nueva ley en
ciernes, Cruz Roja provincial perdería alrededor de 475.000 euros
anuales en materia de subvenciones.
Por su
parte, Cáritas ha proporcionado a IDEAL los datos de 2011, año en que
ingresó 5,2 millones de euros y ayudó a más de 15.000 personas en
Granada, entre quienes ya había más españoles que inmigrantes. De ese
presupuesto total, 659.000 euros llegaron directamente a través de
subvenciones públicas y 1,2 millones a través de convenios con la
administración para sus distintos centros de atención. Pues bien, la
suma de esas dos cifras arroja 1,8 millones, de los que el 25%
desaparecería (450.000 euros no habrían llegado a la provincia) de estar
ya en vigor la norma.
Para la
Plataforma del Tercer Sector, esa ley futura trata un asunto de crucial
importancia que, dada su complejidad, debe ser afrontado con profundidad
y rigor, «pues estamos ante un camino crítico para el futuro de la
financiación». Solo en Granada, si se suma lo que perderían cada año los
proyectos de Cáritas, Cruz Roja y la Congra que se atienen a
subvenciones públicas, el montante llega a 1,65 millones de euros. Un
volumen importante que las entidades no están preparadas para dejar
escapar. El presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano
Poyato, afirma:«Con las nuevas exigencias prácticamente desapareceríamos
el 90% de las entidades y lo que realmente nos alarma es la pérdida de
los servicios que prestamos a las personas más excluidas de este país».
«Está
claro que afectará de lleno a la provincia y pone en el punto de mira la
capacidad de financiación y liquidez de las oenegés, ya de por sí muy
castigadas por los recortes de fondos públicos. Las consecuencias para
la vida social y organizativa en Granada son muy graves, sobre todo en
la supervivencia de las entidades, de sus trabajadores, de sus
proyectos, etc.», explica Piedad Castillo Martínez, coordinadora
provincial de la Dirección General de Derechos de la Ciudadanía,
Participación y Voluntariado, de la Junta, quien recuerda que hay 8.000
asociaciones no lucrativas en la provincia en diversos ámbitos.
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