La hermandad salió a las ocho de la tarde y congregó a los fieles durante su recorrido. La Virgen de la Victoria estrenó manto.
R. Fernández motril
Centenares
de fieles se congregaban ayer a las 20:00 horas en el número 46 de la
motrileña calle de las Cañas, en las inmediaciones de la casa de
hermandad de la Cofradía de la Oración de Nuestro Señor en el Huerto de
los Olivos y María Santísima de la Victoria, para contemplar, con un
cielo totalmente despejado, una de los momentos más emocionantes de la
noche: la salida de rodillas de los costaleros.
Tras las elecciones en el seno de la cofradía a principios de verano se estrenaba Francisco Fernández Jodar como hermano mayor en esta salida 2014. También debutaba Javier Salgado como capataz del palio, con su cuerpo de auxiliares.
Otra de las novedades del Lunes Santo motrileño ha sido el monte sobre el que descansa el Cristo arrodillado ya que en la tradicional alfombra de rosas rojas, con un friso de iris morado, se incorporaron en esta edición otras plantas como flor de cera, statis y una variedad de flores moradas, violetas y roja, que le daban un aspecto policromático. Además, el Cristo figura sobre un corcho que simulaba una roca natural, con plantas como tomillo y lavanda.
Por el contrario, la imagen de la Virgen abandonó los claveles de color rosa palo, los gladiolos blancos, las rosas blancas con los tímidos alhelíes y el dentrobium (una variedad de orquídeas), para dar un tono monocromático con astromelias y claveles blancos.
En el paso de la Virgen, obra del sevillano Pedro de la Rosa, destacaba el manto que se bendijo en el día del besamanos del mes de marzo, obra del bordador malagueño Samuel Cervantes y que se pudo ver ayer en la calle gracias al trabajo de una comisión que se creó para financiar el proyecto. También estrenaba la imagen saya en tisú rosa para buscar el contraste de colores con el manto nuevo.
Ochenta nazarenos con túnica blanca, antifaz y cíngulo rojo en la sección del Cristo, mientras que cien con túnica blanca, antifaz y cíngulo en azul acompañaban a la Virgen portando luz y cruces, además de las distintas insignias de la cofradía a lo largo del tradicional recorrido por las calles de la localidad. Tras una noche tranquila, en la que no amenazó lluvia, bajo los sones de la banda Virgen de las Angustias de Alcalá la Real, Nuestro Señor Orante en el Huerto de los Olivos regresó pasada la una de la madrugada. Detrás llegó el palio con dulzura y acompañado, en esta edición por la asociación musical María Santísima de la Esperanza de Motril
Tras las elecciones en el seno de la cofradía a principios de verano se estrenaba Francisco Fernández Jodar como hermano mayor en esta salida 2014. También debutaba Javier Salgado como capataz del palio, con su cuerpo de auxiliares.
Otra de las novedades del Lunes Santo motrileño ha sido el monte sobre el que descansa el Cristo arrodillado ya que en la tradicional alfombra de rosas rojas, con un friso de iris morado, se incorporaron en esta edición otras plantas como flor de cera, statis y una variedad de flores moradas, violetas y roja, que le daban un aspecto policromático. Además, el Cristo figura sobre un corcho que simulaba una roca natural, con plantas como tomillo y lavanda.
Por el contrario, la imagen de la Virgen abandonó los claveles de color rosa palo, los gladiolos blancos, las rosas blancas con los tímidos alhelíes y el dentrobium (una variedad de orquídeas), para dar un tono monocromático con astromelias y claveles blancos.
En el paso de la Virgen, obra del sevillano Pedro de la Rosa, destacaba el manto que se bendijo en el día del besamanos del mes de marzo, obra del bordador malagueño Samuel Cervantes y que se pudo ver ayer en la calle gracias al trabajo de una comisión que se creó para financiar el proyecto. También estrenaba la imagen saya en tisú rosa para buscar el contraste de colores con el manto nuevo.
Ochenta nazarenos con túnica blanca, antifaz y cíngulo rojo en la sección del Cristo, mientras que cien con túnica blanca, antifaz y cíngulo en azul acompañaban a la Virgen portando luz y cruces, además de las distintas insignias de la cofradía a lo largo del tradicional recorrido por las calles de la localidad. Tras una noche tranquila, en la que no amenazó lluvia, bajo los sones de la banda Virgen de las Angustias de Alcalá la Real, Nuestro Señor Orante en el Huerto de los Olivos regresó pasada la una de la madrugada. Detrás llegó el palio con dulzura y acompañado, en esta edición por la asociación musical María Santísima de la Esperanza de Motril
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