lunes, 27 de junio de 2016

Cinco mitos sobre la alimentación saludable ElEspectador.com

Muchos de los alimentos que consumimos hoy han sido llamados nocivos, pero se desconocen también sus propiedades benéficas.

Los huevos son hoy más seguros que hace 30 años, según un estudio. / Pexels

La creciente necesidad de tener una alimentación sana y balanceada ha terminado por construir una serie de mitos alrededor de la comida.
Por años estos mitos han permanecido dentro de nuestra sociedad, aceptados sin evaluar su soporte médico y científico.
Sin embargo, son varios los estudios que afirman que la comida no es la única culpable de los problemas de sobrepeso mundial, que afectan al 51 % de la humanidad, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud. Factores como los malos hábitos de alimentación y la aceptación de mitos “a medias” también tienen parte de la culpa.
La sal no es tan mala como parece
La reducción de la ingesta no aporta tantos beneficios como la gente cree. Un estudio reciente, publicado en la revista estadounidenseAmerican Journal of Hypertension llegó a esta conclusión luego de comparar dietas altas y bajas en sodio. De hecho, las dietas con dosis bajas de sal incrementan la renina y la aldosterona, dos hormonas responsables de la subida de la tensión.

La carne de cerdo no es nuestra enemiga
Recientemente se ha demonizado al cerdo y acusado de ser uno de los responsables directos del aumento del colesterol. La realidad es que la carne de cerdo y sus derivados son una fuente esencial de proteínas claves para una alimentación equilibrada y saludable.
Otra propiedad que contiene la carne de cerdo reside en su alto volumen de nutrientes. Fósforo, cinc, hierro y vitaminas B1, B3, B6 y B12. Estos nutrientes ayudan al funcionamiento del sistema inmunitario, al desarrollo cognitivo de los niños, al normal funcionamiento del corazón, entre otras funciones.


El pan por sí mismo no engorda
Son muchas las personas que deciden eliminar el pan de su dieta pensando que así mantendrán su peso bajo control, una decisión que viene provocada principalmente por la falsa creencia de que el pan es un alimento que engorda por sí mismo.
Así, su consumo en Colombia, mientras alcanza los 24 kilos por persona, en países como Chile esta cifra llega a ser cuatro veces superior.
Los huevos, satanizados por años
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Surrey, en Inglaterra, “los huevos no tendrían un impacto significativo en los niveles de colesterol, por lo que no serían una amenaza para la salud”.
Por otro lado, un estudio reciente encontró que los huevos son, ahora, más seguros y saludables de lo que se cree: pues tendrían más vitaminas, menos grasa y menos colesterol que hace 30 años.
El peso no depende de las grasas
El contenido en grasas de los alimentos no es un indicador útil para estimar los efectos positivos o negativos que tienen sobre la salud a largo plazo, según indica el profesor Dariush Mozaffarian, de la Universidad de Boston.
El experto agrega que “también se han de eliminar los prejuicios contra opciones más saludables y ricas en grasas, por ejemplo, frutos secos, aceites vegetales, yogur o, e incluso, queso. Hoy se infiere que los alimentos pobres en grasas y calorías conducen a un aumento menor de peso. sin embargo, esta ilusión se traduce en políticas que se centran en el cómputo total de las calorías y no en la calidad de los alimentos.

Para ello, lo ideal es optar por comer más calorías procedentes de frutas, los frutos secos, los vegetales, el grano, el pescado, los yogures, los aceites vegetales, etc., y menos calorías de productos procesados ricos en almidón, azúcar, sal o grasas trans, que según Mozaffaria es donde está el real problema.

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