En la masa de agua, a 40 kilómetros de profundidad en Encélado, podrían darse condiciones compatibles con la vida tal como la conocemos.
dpa, Washington
A unos 40 kilómetros de profundidad en la luna de Saturno llamada Encélado se esconde un océano invisible, confirmaron las mediciones de la sonda Cassini de la agencia espacial estadounidense NASA. Según estos datos, el mar subterráneo de la pequeña luna de Saturno posee tanta agua como el más grande de los cinco grandes lagos de Norteamérica, Lake Superior. En el océano de Encélado posiblemente se puedan dar condiciones compatibles con la vida, informó un equipo de investigadores dirigido por Luciano Iess de la Universidad La Sapienza de Roma a la revista especializada Science. Sin embargo, los expertos buscaron pero no hallaron indicios de vida.
El océano subterráneo se encuentra a entre 30 y 40 kilómetros bajo el hielo del Polo Sur de Encélado y tiene unos ocho kilómetros de profundidad. Este océano puede ser la fuente de los espectaculares géiseres que la sonda Cassini descubrió en 2005 en esa luna de Saturno. Encélado tiene un diámetro de unos 500 kilómetros. Al igual que en la luna Titán, de Saturno, y en la luna Europa, de Júpiter, desde hace tiempo se presumía que Encélado contenía un océano subterráneo. "Con mediciones geofísicas pudimos confirmar que bajo la superficie de la región del Polo Sur de Encélado existe un gran océano", subrayó el coautor del informe David Stevenson, del California Institute of Technology (Caltech), en un comunicado de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), que edita la revista Science.
Los investigadores evaluaron los datos de tres vuelos de la sonda, en los que ésta se acercó a hasta 100 kilómetros a la luna. Encélado tiene una abolladura en el Polo Sur. Se suponía que eso reducía allí la fuerza de gravedad. Sin embargo, la sonda registró que era mayor de lo esperado. Por lo tanto, en la profundidad, un material de mayor densidad que el hielo equilibra la masa faltante. "El único candidato es el agua", explicó Stevenson.
Las mediciones hacen concluir que Encélado, como la Tierra, es un cuerpo celeste diferenciado, con un núcleo, una cubierta y una corteza. Eso podría explicar la presencia de minerales en los géiseres. Los científicos dirigidos por Iess creen que el océano subterráneo tiene un suelo de roca rico en minerales y que no está sobre otra capa de hielo. Eso posibilitaría reacciones químicas complejas. Con una fuente de energía adecuada, eso crearía condiciones que posibilitan la vida, como hubo en la Tierra en sus inicios, opinan los científicos.
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