lunes, 18 de mayo de 2015

Confusiones sobre la anorexia especialalicante


Juan Pablo Zito Carro (Psicólogo)

Es necesario aclarar ciertas confusiones en torno a los Desórdenes Alimentarios para abordar de forma adecuada estas patologías de origen psicológico relacionadas con la alimentación y el cuerpo.


JUAN PABLO ZITO CARRO (PSICÓLOGO). RESPONSABLE CLÍNICO CENTRO UNO. UNIDAD DE DESÓRDENES ALIMENTARIOS, HOSPITAL INTERNACIONAL VITHAS PERPETUO SOCORRO.Los Desórdenes Alimentarios son patologías de causa psicológica que tienen como puntos más observables la alimentación y el cuerpo. Existe un conjunto de «ideas» o «tópicos» erróneos sobre la Anorexia que bien conviene aclarar para no caer en la  perniciosa banalidad de que pueda pensarse como una enfermedad producida por los medios de comunicación o por factores ajenos y externos a quienes la padecen.
Confusión 1: Se suele considerar al desencadenante como la causa.
Es frecuente que se apunte a los estereotipos de género, la presión social, la publicidad, la moda y los medios de comunicación como los causantes del aumento de casos de anorexia nerviosa. ¿Si casi un 100% de las niñas españolas están expuestas a estos factores por qué enferma sólo un 4%?; ¿Si aparentemente el objetivo es llegar a estar físicamente como la modelo que les sirve de «canon», por qué van más allá hasta el punto de arriesgar su vida? Este enfoque describe una relación –superficial– pero no explica en nada las causas.
Confusión 2: Confundir el ser con el tener.
Es habitual escuchar decir que las niñas quieren ser como las modelos que ven. Nuestra experiencia apunta más a que lo que les sucede tiene que ver con ellas mismas como personas, con los cambios que viven en la adolescencia. Efectivamente, quieren ser, quieren encontrar una identidad, buscan el modo de ser una mujer pero por la vía del tener (o no tener) un cuerpo determinado.
Confusión 3: Tratarlo sólo como algo nutricional o sólo como algo psicológico.
Es fundamental el abordaje de los Desórdenes Alimentarios por un equipo interdisciplinar que posibilite que el paciente pueda trabajar cada cara de las muchas que tiene un síntoma alimentario. Los tratamientos que se ofrecen habitualmente privilegian la intervención sobre el cuerpo alimentándolo como si de un problema nutricional se tratase; (desde luego que en casos de desnutrición severa hay que hacerlo exclusivamente de este modo), sin embargo en el resto de casos debemos dar prioridad a lo que la niña nos está queriendo decir con esta posición que ha adoptado. Sólo cuando encuentre la verdadera causa de su padecer podrá «soltar» el síntoma y construir una nueva respuesta ante el sufrimiento que implica hacerse adulto.
«Ser mujer» no está en relación con tener un determinado cuerpo, sino con encontrar un lugar que posibilite vivir la feminidad de la mejor manera posible; esta búsqueda no esta exenta de desvíos, atajos ilusorios o callejones asfixiantes, pero sin dudas hay soluciones.

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