Un estudio norteamericano establece qué impresiones desprenden las imágenes para los usuarios de la red social
CARLOS BALBOA |
Cada vez que accedemos a Facebook chequeamos multitud de imágenes que nuestros amigos cuelgan en su cuenta de la red social más famosa del mundo. La mayoría de ellas son actuales. Sin embargo, existe una en cuestión que permanece durante bastante tiempo y que solo suele ser sustituida muy de vez en cuando. Se trata de la fotografía que hay que designar para nuestro perfil, aquella que nos presenta a todos los usuarios de Facebook. Al estar estar tan expuesta, no son pocas las veces que solemos deducir ciertos comportamientos de la persona que la protagoniza. Que si parece muy lanzada, o por el contrario reservada, si prefiere ocultar su rostro o mostrarlo en un primer plano, etc. Esas deducciones han encontrado un sentido en el estudio que realizó la Universidad Estatal de Ohio al respecto.
El informe de la institución norteamericana ha concluido en primer lugar que la foto de nuestro perfil de Facebook es suficiente para que el que la vea ya se forme una impresión nuestra. Brandon Van Der Heide, uno de los autores del estudio, explica en la revista Journal of Communication que las palabras que acompañan a la imagen o los comentarios que le suceden nunca influyen como elementos de valoración a la hora de establecer cómo es una persona en las redes sociales.
A través de una serie de experimentos sociológicos, los investigadores han determinado que si una persona usa como imagen de perfil una en la que aparece con amigos en actitud social, aunque escriba en su cuenta que es un individuo "introvertido", o que "se siente más feliz encerrado en su habitación con un libro", quienes acuden a su perfil inmediatamente lo identifican como extrovertido. En cambio, si la foto no es del todo "normal" o la primera impresión que ofrece es negativa, los usuarios optan por leer la información y comentarios de la personas para luego juzgarla en función de lo que han leído. Es decir, le dan más importancia a las palabras que a la imagen.
Van Der Heide considera que la clave en este punto es que las personas se forman una serie de expectativas acerca de las fotos que ven normalmente en redes sociales. "Si la foto de perfil coincide con lo esperado, no buscan otro tipo de información; pero si la foto se sale de lo normal, leerán el texto que la acompaña y los mensajes en el muro antes de formarse una primera impresión", concluye.
Por otra parte, existe otro estudio elaborado en la International Journal of Psychology que clasifica la tipología de fotografías que circulan por Facebook en función del lugar de nacimiento de las personas que las 'suben' a la red. De esta forma, las fotos de perfil de norteamericanos y occidentales suelen mostrar el rostro del individuo, sobre todo en un primer plano. En el lado opuesto, los usuarios de Asia acostumbrar a publicar imágenes totalmente opuestas: más bien enmarcadas en un plano general que incluye detalles de todo tipo más allá de las personas, o incluso con la ausencia de ellas. En ese sentido, optan por mostrar elementos del entorno, objetos de la casa o la calle y, sobre todo elementos de un paisaje, en muchas ocasiones extranjero.
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