sábado, 27 de abril de 2013

¿Dónde están los gorriones? granadahoy.com


El estudio publicado por SEO Birdlife certifica el descenso en el número de aves pequeñas en las grandes ciudades El estrés y la falta de huecos en los que anidar, los motivos
ARANTXA ASENSIO GRANADA 
Gorriones se refrescan en una fuente.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua finaliza su definición de gorrión con una afirmación que, según el estudio hecho público recientemente por la Sociedad Española de Ornitología (SEO / Birdlife), es cada año más precaria. "Es sedentario y muy abundante en España". La tendencia de estas aves en las ciudades es a disminuir. El informe realizado por SEO indica que desde 1998, en el sur de España se ha registrado un descenso "moderado" de la presencia de los gorriones comunes. En números, se estima que hay un 5,17% menos de estas aves que hace catorce años. 

"Se trata de un declive importante", señala el coordinador del Área de Seguimiento y Estudio de Aves, Juan Carlos del Moral, que indica que los datos referidos al sur son perfectamente extrapolables a lo que ocurre en la provincia de Granada. Sobre el motivo del descenso de estos pajarillos, Del Moral indica que "no hay una causa concreta", aunque apunta directamente a la falta de un entorno más 'acogedor' el hecho de que cada año haya menos ejemplares. "Los gorriones crían en agujeros, y en las ciudades cada vez hay menos huecos" en las fachadas de los edificios e incluso en los árboles de los parques o avenidas. Son pájaros 'cavernícolas', que buscan anidar en esos huecos de los que adolecen las construcciones nuevas y que incluso se tapan cuando aparecen en los troncos de los árboles. 

Por otro lado, Del Moral indica que "cuanto más grande es la ciudad, más estrés" sufren estos animales, lo que tiene como consecuencia una mayor dificultad para sacar adelante nuevas nidadas. 

La trayectoria de los gorriones desde que comenzó el estudio Sacre sobre tendencias de las aves en primavera, en 1998, no ha sido siempre descendente. En el recuadro que marca la evolución de esta especie en Andalucía se ve un notable pico de crecimiento en 2008. Esto se debe, según el coordinador del Área de seguimiento, a cuestiones meteorológicas, como pueden ser un invierno y una primavera de temperaturas suaves que permitieron sacar adelante varias nidadas. "La dinámica de estas aves es intentar criar mucho porque viven poco tiempo", por lo que hay altibajos "muy grandes" en los parámetros de observación: cuando hay facilidades para sacar adelante a sus pollos, la población crece mucho, pero cuando se presentan las dificultades, la población se resiente. 

La observación de la evolución de aves como los gorriones es una señal de la propia salud de las ciudades. "Son indicadores", apunta Del Moral, que indica que en ciudades como Londres o Praga ya no se ven gorriones, signo de que la calidad ambiental en esas urbes ha empeorado. Su declive también puede ser síntoma de problemas más serios, relacionados con la salud, como por ejemplo el descenso de la fertilidad. 

No sólo ha descendido el número de gorriones en las ciudades del sur de España. Según indica el Sacre, es más que notable la caída del número de ejemplares de especies tan populares en ciudades como Granada como la golondrina común (con un 40,98% menos de ejemplares que en 1998). También se ha constatado la bajada de aves como la grajilla occidental (-43,6) o el vencejo común (-26,22). 

A nivel general, el descenso de aves en el medio urbano se cuantifica en un 20% menos que en 1998. El informe indica que la presencia de las especies estudiadas ha fluctuado durante estos años, pero que "debe prestarse mayor atención al medio natural donde se desenvuelve estas comunidades de aves, el mismo en el que habita la mayor parte de la comunidad humana del país". 

Otra ave que genera especial preocupación entre los ornitólogos de SEO / Birdlife es el jilguero, ya que "se sigue dando permiso a los silvestristas" para su adiestramiento para el canto o la cría en cautividad. 

La degradación del entorno urbano afecta a las aves asociadas al paisaje de las ciudades, pero los problemas detectados por los biólogos no se ciñen únicamente a las urbes. Así, la transformación del medio agrícola ha puesto a la calandria en una delicada situación, cercana a la que por desgracia viven especies como el águila imperial. Están en peligro por la eliminación de las lindes entre los terrenos de cultivo. Precisamente es en las lindes donde viven los insectos -saltamontes, grillos- de los que se alimentan las calandrias. También afectan a la cadena trófica los herbicidas, según señala Del Moral, que se emplean contra los insectos. 

A este panorama se suma la innovación en los cultivos. "La siembra de cereales se hace ahora con semillas blindadas", modificadas para evitar la aparición de hongos. "Al comer las aves estas semillas, desciende la productividad", explica el biólogo, que señala que en experimentos de laboratorio se ha demostrado que las aves alimentadas únicamente con este tipo de germen fallecen. 

No todo son malas noticias para los pájaros. El mismo informe indica que han repuntado las especies cuyo hábitat se localiza en medios forestales del sur de España. Las aves en los bosques mediterráneos han aumentado nada menos que en un 45,4% gracias a las mejoras en su entorno. Destacan entre las que más suben la tórtola turca, observada por primera vez en España en 1972 y asociada a medios urbanos; el pico picapinos, que se puede encontrar en todos los bosques del territorio nacional; y el pinzón vulgar y el agateador europeo, muy beneficiados por el aumento de la masa forestal, como el carbonero garrapinos. 

El informe Sacre ha sido elaborado con la participación de 2.000 personas que han recogido datos de 153 especies, de las que 25 son muy comunes -como el gorrión o la golondrina- y sólo 18 están consideradas como especies escasas. Según la división realizada por regiones biogeográficas, Granada cuenta con una zona mediterránea sur y otra -vinculada con Sierra Nevada- de alta montaña.

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