sábado, 22 de junio de 2013

Crean la primera impresora andaluza de tarjetas plásticas granadahoy.com

La firma cordobesa Qualica-RD, dedicada a los sistemas de identificación automáticos, exporta su producto a 13 países en menos de un año de vida
ELI GARCÍA VILLALÓN SEVILLA



David González Alonso, Alejandro Gómez Gómez y Esther González Alonso, en la sede de Qualica-RD en Córdoba.

La primera impresora andaluza de tarjetas plásticas nació hace menos de un año y, en este corto periodo de tiempo, ya ha logrado introducirse en 13 países. Su creadora es la empresa cordobesa Qualica-RD, impulsada por los hermanos Francisco Javier y Alejandro Gómez, que vieron hueco para competir en este mercado con un producto propio y con un modelo de negocio diferente. Su buque insignia es la impresora, pero su actividad abarca otros sistemas de identificación automática, más allá de las tarjetas que muchos usan para acceder al trabajo, el gimnasio, el garaje o la habitación de un hotel. Así, también desarrollan otros dispositivos que funcionan mediante biometría -huellas dactilares, iris o patrones faciales- y tags -etiquetas RFID que permiten transmitir la identidad de un objeto a través de algo así como un número de serie único-. 

Qualica-RD se fundó en verano del año pasado con una inversión inicial de en torno a 40.000 euros. "Todo salió de nuestros bolsillos; capitalizamos el paro y nos lanzamos a la aventura, ya que los bancos no nos dieron ni un solo euro", explica Francisco Javier Gómez. Hoy ya son cuatro personas en plantilla y su facturación ronda los 500.000 euros, cifras que prevén duplicar cada año hasta 2016. De este modo, este ejercicio estiman cerrarlo con ocho profesionales y ventas de un millón de euros. Pero, quizá, la mayor hazaña lograda por estos emprendedores sea el haber colocado su producto ni más ni menos que en 13 países en un tiempo récord. Alemania, Bélgica, Rusia, Bielorrusia, Suecia, Irán, Nigeria son sólo algunos de ellos. 

¿Cómo lo han hecho? Francisco Javier y Alejandro presumen de su innovadora política de distribución. "Los fabricantes de impresoras suelen tener varios representantes en cada país, pero nosotros decidimos contar sólo con uno pero fuerte, de modo que tuviera en exclusiva nuestra máquina y se implicase al 100% en su venta; él se esfuerza por crecer y nosotros lo hacemos de su mano", explican. "Es un sistema diferente de negocio con el que, en lugar de vender 4.000 impresoras al año, colocamos 400; no tenemos prisa en crecer, lo importante es que fidelicemos al cliente con un producto de calidad", añaden. 

En un año, Qualica-RD ha comercializado 300 impresoras y más de tres millones de tarjetas plásticas. Entre sus clientes hay desde clubes de fútbol hasta administraciones públicas pasando por grandes empresas. Pero su porfolio no se queda ahí. "La impresora es la llave de acceso a otros mercados para los que hemos desarrollado entre 200 y 300 productos, algo que nos diferencia del resto de fabricantes", señalan los fundadores de la firma cordobesa. De hecho, el 35% de los ingresos actuales proceden de las impresoras, pero el resto ya lo hace de otros segmentos. 

Qualica-RD hace equipos a medida, software, llaveros y pulseras RFID... Actualmente, tiene entre manos un proyecto relevante que pretende extender al máximo número de universidades. Se trata de un sistema de control de asistencia a clase que funciona mediante biometría. "Con el Plan Bolonia, acudir a clase puntúa de cara a la nota final de los alumnos universitarios; por este motivo, los profesores están obligados a pasar lista, algo en lo que, normalmente, pierden mucho tiempo, ya que las clases suelen superar las 100 personas", analiza Francisco Javier Goméz. Por este motivo, la empresa ha creado un sistema novedoso -"no existe nada parecido en todo el mundo"- que consiste en un lector de huellas que todos los alumnos deben tocar para que quede registrada su asistencia. Después, el profesor descarga, mediante una aplicación software, los datos en su ordenador, donde se va configurando una base de datos con las asistencias por fechas. 

La compañía, ganadora de la presente edición del premio EmprendedorXXI en Andalucía, ha empleado más de un año en el desarrollo de este producto, que ya se está usando en la Universidad de Málaga. "Desde hace unos meses se utiliza en Telecomunicaciones y estamos en negociaciones con la Universidad de Sevilla", avanzan. El precio del sistema oscila entre los 3.000 euros del más básico a los 30.000 del más automatizado, a lo que después debe sumarse el mantenimiento de los servidores. "Es una aplicación que a la larga sale barata", subrayan.

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