lunes, 24 de junio de 2013

La última esperanza de los pescadores granadahoy.com

La Costa pone en marcha un ambicioso plan para incentivar el consumo y mejorar la rentabilidad del sector pesquero
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL

La pesca de arrastre tiene un gran peso en el Mediterráneo.
El proyecto pretende convertirse en referencia de otros puertos.

Cuando se habla con Ignacio López, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Motril, se capta no sólo su vocación por lo que hace sino también su optimismo por el futuro del sector. Sin embargo, en los últimos meses ha recibido la noticia que nunca hubiera querido oír: la intención de Bruselas de que en 2014 desaparezca la pesca de arrastre en el Mediterráneo, lo que supondría un auténtico desastre para la flota granadina, en la que este arte tiene el mayor peso. 

Después de estar durante mucho tiempo callados, los pescadores han decidido contraatacar con una artillería pesada: un elaborado proyecto que esperan que sea la salvación del sector en la provincia de Granada. El documento, que fue presentado el pasado día 13 en el Club Náutico con la asistencia de representantes de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Motril y Salobreña y del Banco de Alimentos, incluye la implantación de un sistema de gestión integral de los residuos generados en el Puerto, pero también la creación de la marca 'Pescado de Motril', la formación de patrones y marineros en materia medioambiental, el cuidado y limpieza de las aguas marinas o la mejora en la imagen de su actividad. 

El proyecto Implantación de un sistema de gestión integral de los residuos generados en el Puerto pesquero de Motril y plan de desarrollo socioambiental asociado está dirigido por el profesor Enrique Montero, de la Universidad de Cádiz, aunque parte de otra experiencia piloto realizada en 2004 por el desaparecido Centro de Desarrollo Pesquero. Su periodo de rodaje es de un año y medio (aunque su vocación es de continuidad) y la inversión es de 200.000 euros, a sufragar por el Grupo de Desarrollo Pesquero (con fondos de la UE), en el que están representadas las administraciones y los agentes implicados en el sector. 

Su punto de partida es el mismo de Bruselas: el desarrollo sostenible de la pesca, pero a diferencia de los técnicos europeos, teniendo en cuenta la realidad de la zona. Según Ignacio López, "desde 2000 hasta hoy se ha reducido ostensiblemente la flota de Granada y, sin embargo, estamos entre las tres primeras lonjas de interés del Estado que más crecieron en descargas, lo que significa que hay un equilibrio en la extracción, lo que nos queda tan sólo para llegar a pesca sostenible es un mayor cuidado del medio". 

Precisamente en esta línea se plantea la intervención: potenciar y mejorar el medio costero, la concienciación, difusión y protección del patrimonio natural, el apoyo a las acciones de conservación, mejora y puesta en valor de los espacios naturales, la ejecución de estudios y planes que fomenten la sostenibilidad y la gestión eficaz y eficiente de los residuos generados por la actividad pesquera. Además, se incrementará el valor añadido de los productos y servicios de la zona de pesca de Granada y se intentará asegurar la sostenibilidad económica a largo plazo, en una actividad que cada vez tiene más dificultades para financiarse por los factores ya sabidos de la baja rentabilidad, las trabas administrativas sobre todo de Bruselas, el precio del gasoil o la imposibilidad de faenar en el principal caladero tradicional de Motril: los Secos. 

Los pescadores han dejado su orgullo de lado, cuando se les ha planteado convertirse en 'basureros del mar', y han pasado a mirar con buenos ojos todo lo que suponga el bien común. Tal y como están las administraciones, la ayuda inestimable de los marineros para mantener las aguas limpias, un valor muy apreciado por el turismo, será bienvenida. 

El estudio elaborado por Montero pone sobre la mesa que la contaminación es el principal mal de la fauna y flora marina, en vez de la acción de los mismos barcos. 

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores defiende la actuación de los arrastreros: "Hay quien piensa que en el fondo del mar hay un vergel, cuando lo que existe donde nosotros pescamos es fango, como la arena de la playa, y ahí no hacemos daño a nadie", asegura Ignacio López. Precisamente los arrastreros serán los que mejor limpien los caladeros, por el volumen de residuos que pueden recoger. En una jornada de faena, cada barco puede traerse al Puerto una media de 10 kilos de residuos inorgánicos. 

Otro de los elementos llamativos del proyecto es que, a pesar de que los pescadores están en unas condiciones límite de supervivencia, muestran su lado más solidario al destinar los descartes de la pesca íntegramente y sin ánimo de lucro a la Fundación Banco de Alimentos. Las cantidades no son desdeñables, puesto que en el caso de la flota más significativa, la de arrastre, los descartes suponen el 38% de sus capturas. 

También se abordarán programas de formación para armadores, patrones y marineros, que se impartirán los sábados, uno de los pocos días que tienen de descanso en este duro trabajo. Al año se pretende evaluar el impacto de la formación mediante videos.

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