jueves, 5 de diciembre de 2013

"Hay que ser tolerante y abierto. De Robbie Williams lo tengo todo" granadahoy.com

La granadina presenta mañana en el Auditorio Manuel de Falla su nuevo trabajo discográfico, 'Bel canto'
G. CAPPA GRANADA 
Mariola Cantarero da un giro a su carrera.
-De entre las miles de partituras que podría haber elegido para el disco, ¿por qué ha elegido estas piezas en concreto? ¿Ha sido atrevida a la ahora de abordar temas que se escapan de su repertorio habitual? 

-Hay algunas piezas que tanto Simón Orfila como yo llevamos interpretando muchos años, como Semiramide, de Rossini, que son arias de batalla, como solemos decir. Pero yo busco ampliar el repertorio hacia las reinas belcantistas, como Anna Bolena o Lucrezia Borgia. Intento adentrarme en un repertorio más lírico-dramático, pero siempre dentro del bel canto. Voy a hacer 14 años de carrera en mayo y la voz va evolucionando, se hace más lírica con el tiempo. La extensión del registro está intacta, pero con mucho más cuerpo en el centro y en los graves. Se puede decir que ahora puedo abarcar la lírica para la que se escribieron estos papeles, una soprano con coloratura. Los agudos y sobreagudos están ahí, por lo que puedo abarcar este tipo de repertorio que no muchas sopranos pueden porque es muy complicado. No se trata sólo de tener una voz lírica, hay que tener agilidad para dar muchas notas seguidas y con velocidad. 

-Dependiendo de la profesión, con 35 años se puede ser un principiante o un veterano. ¿Cómo es en el bel canto? 

-Llevo muchos kilómetros a la espalda. Cuento el inicio de mi carrera en el 2000, en Génova, con una ópera de Rossini, pero llevaba cantando mucho tiempo. Hay compañeros que con mi edad hacen cosas más líricas, como Puccini, pero yo mantengo la extensión de mi voz. 

-¿Las sopranos de su edad suelen estar ya en retroceso? 

-No es retroceso, es una evolución hacia otro tipo de repertorio. En el caso de las sopranos, nuestro instrumento envejece con nosotros. A la vez que salen arrugas en la cara la voz también envejece. Todo evoluciona hacia algo mejor, el cantante tiene las armas de que si el instrumento no le da para cantar las cosas que interpretaba de joven puede pasar a otro tipo de repertorio con un registro más corto, sin esos agudos. Pero tenemos el caso de Alfredo Kraus, con una voz y una técnica maravillosa, que mantuvo desde el minuto cero hasta los 72 años. La técnica suple al paso del tiempo y, en mi caso, aunque sólo tengo 35 años, gracias al estudio puedo seguir cantando mis papeles de siempre añadiendo dramatismo a los nuevos. 

-En su momento, ser seguidor de Alfredo Kraus o de Plácido Domingo era como ser del Barça o del Madrid, ¿era usted partidaria del tenor canario? 

-No, admiro muchísimo al maestro Alfredo porque lo que hizo tenía mucho mérito, pero en mi terreno hay en la actualidad voces como Edita Gruberová, que tiene una edad pero sigue cantando con una voz fresca. También se necesita una naturaleza que te lleve a ello, aparte de que tú tengas la técnica apropiada para tu voz. Todo es relativo, per si hay que fijarse en alguien en el aspecto técnico está claro que Alfredo Kraus es un referente. Luego hay otros que han pasado a otro tipo de repertorio y han seguido siendo grandes y han seguido emocionando. 

-Medalla de Oro de Granada, de Andalucía, Premio Imagen... Se sale usted del tópico de la artista que pasa desapercibida en su tierra... 

-No me puedo quejar, nunca lo he hecho ni he reprochado nada a mi ciudad, al contrario... Por eso, cada vez que canto en el Auditorio es un privilegio y cada vea que vengo a los Festivales es una fiesta. Cantar en Granada supone lo mismo o más que cuando canto en cualquier escenario del mundo. En mi ciudad, desde pequeñita, siempre he tenido el respaldo del público e incluso han salido a verme cantar en otros escenarios. Muchos aficionados a la ópera de Granada han salido a Madrid, Barcelona, Francia o Italia a escucharme cantar. 

-¿Tiene ya un club de fans? 

-Tengo muchos amigos que me siguen. La verdad es que yo nunca he soñado con nada, sólo sabía que era feliz cantando. En mi casa no se escuchaba ópera, mis padres no tenían esa inquietud por la música, pero todo surgió de manera muy natural. 

-Es usted un caso muy diferente al de José Manuel Zapata, que tuvo una vocación tardía y comenzó a interesarse por el canto a los 18 años... 

-Sí, tenemos carreras distintas. No tenemos mucho que ver, quizás en un momento de su carrera sí estuvimos muy juntos por repertorio, hicimos bastantes cosas de Rossini juntos, pero él tomó otro rumbo y yo sigo con el que había iniciado. Zapata es un shwoman, gusta mucho lo que hace y es otro orgullo de Granada. 

-¿Está de acuerdo si se pone el nombre de Mariola Cantarero junto al de Estrella Morente y Marina Heredia bajo el epígrafe 'las grandes voces de Granada'? 

-Por supuesto, es un orgullo. Hace dos años tuve la oportunidad de trabajar con Estrella enLa vida breve de Falla y fue todo un lujo. Es una gran artista que con mover un brazo te conmueve. 

-¿Por qué se atiza con tanta vehemencia a las sopranos cuando se salen de su terreno? 

-Siempre hay puristas que no conciben que nos salgamos de los cánones. Pero un ejemplo es Zapata, que está innovando con su bis cómica. Hay que ser tolerante y abierto porque el mundo del arte tiene muchas esquinas que están por explorar. 

-Las sopranos, como en cualquier otra profesión, también tienen que cuidar su imagen sobre el escenario. En este sentido, parece que ha sido usted conservadora en cuanto a su look, pero últimamente sí se arriesga más con los estilismos... 

-Puede ser, todo evoluciona. Soy una mujer que sigue las tendencias de la moda, me gusta sacar partido de mi físico. Tengo un poquito de sobrepeso, no soy la típica modelo, que también las hay dentro del mundo de la ópera. Sigo las tendencias de la moda, me encanta innovar y que el público disfrute con mi vestuario. Dentro de lo que usted dice de conservadora intento innovar. 

-¿Cómo fue la actuación del pasado martes en el Teatro de la Zarzuela? 

-Fue una gala interminable, más de cuatro horas de ópera. Canté con Celso Arbelo y puedo decir que fue la actuación que tuvo más éxito. Un momento para recordar. 

-En la actualidad, para estudiar, ¿escucha discos o se mete directamente en el Youtube? 

-Hay un poco de todo, primero me meto en la partitura y una vez que he enfocado el texto y el contexto histórico me gusta escuchar versiones. Tengo una discoteca muy bien nutrida e intento ir siempre hacia mis discos. Pero no siempre estoy en casa y Youtube es una ayuda maravillosa. Tengo discos repartidos entre la casa de mis padres y mis casas de Granada y Madrid pero, por qué negarlo, las nuevas tecnologías son una ayuda. 

-¿Es como Mario Vargas Llosa, que tiene bibliotecas repartidas por todo el mundo? 

-No llego a tanto, tengo muchos discos y cosas muy interesantes que he ido comprando por el trabajo y el estudio. Mi marido sí es un devorador de este tipo de música, pero yo no escucho ópera por gusto, me satura un poquito. Tengo toda la discografía de Robbie Williams y me tengo que comprar su último disco.

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