La Mars Express cumple diez años ideal.es

A lo largo de este tiempo ha conseguido demostrar que el agua fluyó en el pasado por la superficie de Marte

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CRISTINA L. ÉBOLI | MADRID

Recreación de la Mars Express en Marte. / Foto: Archivo

Se trata sin lugar a dudas de una de las misiones más exitosas de la Agencia Espacial Europea (ESA), un organismo que como todo lo que afecta los aliados europeos avanza a pasos cortos pese a gozar de un potencial extraordinario. La Mars Express, que fue la primera misión extraplanetaria de la ESA, cumplió el pasado día de Navidad diez años en la órbita marciana.

A lo largo de este tiempo, la Mars Express ha recabado incesantes datos sobre el Planeta Rojo. A través de ella conocemos, por ejemplo, que el agua fluyó por la superficie de Marte en un pasado remoto o que existe hielo en sus casquetes polares. Sus imágenes han contribuido a que hoy día el 95% del planeta rojo haya sido fotografiado.

Su objetivo más inmediato será a partir de este domingo la luna marciana Fobos. La sobrevolará a tan solo 45 kilómetros de altura. En aproximaciones anteriores, como la de marzo de 2010, cuando la sonda se acercó a 67 km de Fobos, ya sugirieron que entre un cuarto y un tercio de la luna están vacíos y que el satélite es básicamente una pila de escombros con grandes espacios entre las rocas que componen su interior. "A tan solo 45 kilómetros de la superficie, nuestra sonda pasará casi rozando a Fobos", explicó Michel Denis, responsable de las operaciones de Mars Express.

A pesar de sus éxitos sobre la misión de la sonda europea pesa un gran fracaso. Junto a ella viajaba el aterrizador Beagle II, un ingenio que debía arrojar luz sobre las posibilidades que tuvo Marte de haber albergado vida y que se perdió en las maniobras para posarse sobre el planeta.

En cualquier caso, dado el buen funcionamiento de la sonda los responsables de la misión se muestran optimistas. La misión ya se ha extendido en cinco ocasiones, la última hasta finales del año que viene pero si existe voluntad en la Agencia y salvo imprevistos podría funcionar incluso hasta 2026, cuando agotará su combustible. Para entonces la ESA ya ha previsto que otros orbitadores más modernos le hayan tomado el relevo.